Yo tengo un sueño

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

U. E Colegio San Agustín

Caracas-Caricuao

Castellano

4to D

Yo tengo un sueño

Profesora:                                                                                               Alumna:

Gina Rangel                                                                      Johsemith Cuello   #10

Año y sección:

4to año sección D

Caracas, 16 de enero de 2019

Hablar de Martin Luther King, es hablar de un hombre que se encargó de luchar por los derechos de igualdad de las personas de color, principalmente de los procedentes de Estados unidos, el país donde nació. Saber su vida nos da un sentimiento de tristeza ya que murió mucho antes de ver su sueño hecho realidad. Martin nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta, Georgia. Desde pequeño vivió en una sociedad segregacionista; a los seis años, dos amigos blancos le anunciaron que no estaban autorizados a jugar con él. King se desenvolvió en una ambiente familiar y religioso en el cual desarrollo su vocación y a los 17 años fue ordenado ministro bautista basado en los ideales del nacionalista hindú Mahatma Gandhi, el cual fue el centro de su filosofía de una revolución sin violencia. Esta filosofía fue lo que lo llevo frente a muchas personas, el 28 de agosto de 1963, decir su más famoso discurso “YO TENGO UN SUEÑO”, el cual provocó que gran parte de la población estadounidense hiciera conciencia y viera el gran daño que estaba provocando a la población afroamericana al ser juzgados por su color de piel.

Martin Luther King inicia el discurso recordando la figura del presidente estadounidense Abraham Lincoln, quien cien años antes había abolido la esclavitud. No obstante, se lamenta, pues ese siglo de historia ha demostrado que los afroamericanos continúan sin ser libres en los Estados Unidos, que continúan siendo relegados y segregados. Hace referencia a la deuda histórica del Estado americano con la comunidad afroamericana, contraída desde la Declaración de la Independencia, en que se afirmaba que todos los hombres eran iguales, y las promesas de libertad de la Declaración de Emancipación, y que continuaba vigente en 1963. Durante todo este tiempo era muy difícil ser negro y tener una vida como la de las demás personas blancas ya que eran obligados a vivir en condiciones desfavorables y alejados de las personas de otra clase (los blancos); existían lugares especiales para ellos en donde no ofrecían las mismas comodidades y servicios. En  lo personal, hubo una parte del discurso que llamo mi atención, la cual fue: “Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio.”, aquí Martin advierte a sus seguidores a realizar justicia por medio de la unión y el respeto; y es aquí donde, si tomamos en cuenta la situación por la que pasa nuestro país, no es mala idea seguir estos ideales y unirnos por el bien común sin necesidad de llegar a la violencia, ya que todos sufrimos las consecuencias de las decisiones de personas avariciosas  que solo ven por ellos y no por el bien de su pueblo.

Es importante resaltar el momento en el que el doctor anuncia que: “Aunque vemos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, les digo: yo todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano. Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.” Esta es la parte más emblemática, ya que Luther King pronuncia la frase que le da nombre a su discurso y en la que deja claro que todos somos iguales.

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