Ética e Instituciones privadas

Introducción

El presente ensayo trata de dar a conocer cómo se aplica la ética en las instituciones y organizaciones privadas. Iniciaré exponiendo lo que es una institución y una organización, lo cual aunque usualmente se consideran similares, tienen grandes diferencias.

¿Qué es una institución? Es cualquier tipo de organización humana, que implica relaciones estables y estructuradas entre las personas, que se mantienen en el tiempo, con el fin de cumplir una serie de objetivos explícitos o implícitos.

Implica prácticas, hábitos y costumbres, que se encuentran regladas ya sea por normas morales o bien por disposiciones legales. Pueden abarcar desde unas pocas personas hasta miles de individuos, según el alcance que tenga. Suele también tener una cultura común a todos sus miembros, que comparten ciertas ideas y valores que los motivan a formar parte de ella. (Institución - Concepto, clasificación y características, 2014).

¿Qué es una organización? Es una asociación de personas que se relacionan entre sí y utilizan recursos de diversa índole con el fin de lograr determinados objetivos o metas. Es una estructura ordenada donde coexisten e interactúan personas con diversos roles, responsabilidades o cargos que buscan alcanzar un objetivo particular. sualmente cuenta con normas (formales o informales) que especifican la posición de cada persona en la estructura y las tareas que debería llevar a cabo. (Paula Nicole Roldán, 2017).

Las instituciones y organizaciones se dirigen hacia lo mismo, organizar personas para obtener el bien común, la diferencia entre estas se basa en la generación de estándares o normas aceptadas que van de lo personal a lo general, mientras que las organizaciones generan bienes materiales.

¿Qué es la ética? La ética reflexiona acerca de las conductas morales del ser humano y sus efectos en la sociedad. También nos permite diferenciar lo correcto de lo incorrecto, y se relaciona con valores como la responsabilidad, la honestidad, el respeto o el compromiso a fin de ser buenos ciudadanos. (Morales, 2019).

La empresa no tiene responsabilidad ética por sí misma, sino que es la que poseen los miembros que la constituyen, administran y dirigen. Su razón de actuar necesita basarse en la honestidad. Uno de los instrumentos clave para difundir y recordar todos estos conceptos éticos es la comunicación, que debe ser fluida, flexible, actualizada y permanente. Con ello se consigue que exista entre empleados, departamentos y clientes una información real y bien realizada.

Todas las organizaciones e instituciones se conforman a partir de grupos de individuos que dependen de las decisiones que cada uno de sus miembros tome y de las consecuencias generadas por sus actos. La responsabilidad de la ética está vinculada con la justicia.

Sus códigos deben generar un bien para la institución u organización como para sus miembros. La creación de códigos éticos regulan las acciones de todos los que sean beneficiarios. Se tiene que observar los beneficios de la institución y a la vez hacer valer sus derechos humanos.

Los códigos éticos corporativos y de conducta en el nivel interno derivan en un beneficio porque establecen la búsqueda de los máximos estándares de calidad en los productos y servicios, y en el avance tecnológico. Las empresas conciben esta declaración de principios como un activo intocable que ayuda a la consecución de la identidad, la credibilidad y la personalidad.

Una organización sin ánimo de lucro tiene que ser muy transparente con los recursos que maneja y los proyectos que desarrolla, por obligación legal y luego tener la legitimidad necesaria

para exigir esta claridad y honestidad a las Instituciones privadas con las que se trabaja e interactúa.

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