Cosmología Mapuche y el intervencionismo occidental

Cosmología Mapuche

 y el intervencionismo occidental

La cosmología Mapuche es muy rica en cuanto a la visión del mundo, del espacio físico y espiritual y la complementación con la naturaleza, sin embargo la llegada del hombre occidental, con sus nuevas ideologías, sus pretensiosos intereses y su actitud doctrinaria ha reducido significativamente el arraigo del pueblo mapuche por sus costumbres y hábitos ancestrales. Es aquí donde se ve el enorme contraste entre estas dos culturas, que si bien se asemejan en la concepción de una identidad física de homo sapiens, difieren en la cosmovisión de su entorno y del mundo en general.

Antes de la llegada del hombre occidental, según datos bibliográficos y contados oralmente, por lo que se mantenía en la memoria colectiva de este grupo étnico, el pueblo mapuche ya había enfrentado conflictos ideológicos y militares con el imperio del Tahuantinsuyo, por lo que defendieron el elemento más defendido por cualquier grupo humano viviente y consciente: la libertad y el rechazo a la sumisión ante otro grupo cultural. La percepción de estas dos culturas, si bien compartían rasgos similares, no se aceptaban como grupos humanos iguales, que podrían formar vínculos sin ocupar de por medio la fuerza. La imagen del invasor proviene de estos conflictos pretéritos a la llegada del conquistador español, en que el “Inca”, según la lengua mapuche, distinguía a todos los procedentes de este gran imperio precolombino expansionista de américa del sur, pero esta denominación se consolidó como “Wingka”; lo que según el pueblo mapuche era cualquier tipo de raza invasora extranjera que se quisiera apropiar de su espacio vital e imponer sus ideales, con lo que podría amenazar sus ritos espirituales, sus costumbres y su forma de vida.  

En este contexto, también es posible deducir la percepción de los grandes imperios y la del pueblo mapuche hacia los occidentales, como señala Bengoa:

“Muy diferente fue lo que ocurrió con los grupos mapuches que, como es sabido, no tenían sujeción a Estado alguno, y combatieron al Tahuantinsuyo primero y luego a los españoles. Con ellos no se encontró punto cultural de entendimiento. Es lo central que explica la resistencia mapuche” (1992)

Queremos detenernos en la última parte de la cita de Bengoa. ¿Qué se puede decir sobre las causas de la guerra? ¿Por qué los mapuches resisten la conquista? Para Bengoa la razón principal fue la falta de entendimiento cultural. Al comparar a los mapuches con los incas y aztecas, Bengoa resalta la capacidad que detentaban estos últimos de “interpretar” y de “incorporar” al conquistador. En cambio la sociedad mapuche no podía “leer” los propósitos de los conquistadores y hacer una “interpretación” que les hubiera permitido integrarlos. Es aquí, donde la cosmovisión y las creencias de los mapuches impedían un acercamiento:

“La mapuche, era una sociedad de linajes, una sociedad cerrada, en que los antiguos difuntos se aparecían en la noche diciéndoles a los vivos: no te apartes de la tradición o se va a acabar el mundo. No hay Mesías que vengan de afuera, no se espera el cambio, no se espera que venga un dios con una cruz de símbolo, con la figura traspuesta que nos cambie el modo de vivir.”

Sin embargo, el arraigo del pueblo mapuche hacia su cultura y su forma de vida en general, les permitió mantener vigente su cosmovisión del mundo, a pesar de las repercusiones que esto traía consigo.

Un componente de la concepción de la realidad según los mapuches, es que en todo su espacio vital o “MAPU” conviven el mundo natural y el sobrenatural, por lo que se asume que este último es tan real y tangible como el natural, logrando una complementación.  Asimismo, los mapuches distinguen entre los elementos, fuerzas y agentes naturales que se pueden conocer y manipular, respecto de los que, aunque cognoscibles, son imposibles de controlar por parte de los hombres.

 La idea mental u ontológica que tenían los mapuches sobre Dios, es asimilable a la de newen, que en lengua mapuche es energía o fuerza. Pero esa energía requiere de polaridad positiva y negativa: küme newen y weza newen para proveer del equilibrio entre el mal y el bien.  Ese newen o energía, la producen la convergencia de los cuatro elementos fundamentales de la naturaleza: tierra o mapu –que hace el rol de anciana y de madre–; agua o ko –que hace el rol de anciano y padre–; aire o kürruf –que hace el rol de joven mujer y que deberá procrear–; y el fuego o kütxal. Solo cuando convergen los 4 elementos es posible la vida humana.

 Todo esto se aplica a través del Az-Mapu, aquel código de ética y comportamiento del ser mapuche, respecto de su entorno, de la naturaleza y del medio ambiente. Es por esto que es común escuchar que las machis para lograr sus rogativas o trabajos sanatorios combinan estos dos elementos, presentes en el entorno, en las actitudes de los cercanos, en las condiciones económicas, en la situación agrícola, etc., con el fin de lograr un equilibrio físico y mental en el paciente y así lograr su bienestar. 

“-La ruptura de la armonía de las energías en la red de relaciones sucede en diversas situaciones, por ejemplo, cuando el ambiente dentro de la familia es de discordia, hay peleas entre vecinos, no hay alimento para los animales, no se respetan los lugares sagrados ni los seres que habitan en ellos, se daña la naturaleza en forma consciente. Cuando esto sucede, los desórdenes y desequilibrios que el individuo provoca traen consecuencias en la salud, por lo cual se requiere un equilibrio total en el ser y su integridad” explica Armando Marileo (2002).

En este caso también se podría observar el inminente rechazo y condenación por parte de los colonizadores, que bajo sus aspiraciones religiosas, veían estas prácticas como profanas, adulteras, y hasta afiliadas a la brujería y el mal, ya que cualquier tipo de mal, enfermedad o conflicto, sólo se lograba solucionar con la fe hacia un ser omnipotente que puso ese tipos de pruebas en su camino, con el fin de provocar un arrepentimiento de los pecados cometidos.

Además, la cosmovisión occidental, que se regía por un modelo atado a la iglesia católica, defendía que un único Dios había concebido el libre albedrío a los hombres, y que por tanto las fuerzas del mal eran contrarias a su doctrina, en que resaltaban la figura del Diablo y otros tipos de espíritus o criaturas malignas, pero sin embargo estas eran irreales y dependía del nivel de cercanía que tenía el individuo con la iglesia y el credo en un ser todopoderoso que gobernaba sus vidas y sus destinos. Estas fueron una de las principales razones por las que los españoles al intentar entender y reprimir  estas ideologías, exterminaron muchas razas originarias de toda América, pero pese a esto el pueblo mapuche se mantuvo firme y con una profunda negación a la intervención occidental, que ponía en riesgo su cosmovisión y sus vidas.

...