De manera general el texto presenta el problema de las escalas en el marco del desarrollo regional.

De manera general el texto presenta el problema de las escalas en el marco del desarrollo regional. Al inicio del documento se conocen distintas definiciones de escala, posteriormente se identifican algunas propuestas de conceptualización y, finalmente, la autora traza una alternativa epistemológica que regresa a la producción del espacio.

        En estricto sentido una escala es concebida como una expresión numérica que representa las veces que un fenómeno puede ser observado en un mapa. Como concepto cartográfico rígido nada tiene que ver con los procesos de transformación territorial, cuya ausencia habrían de criticar más tarde los principales detractores de esta lectura de la escala.

        Esta primera conceptualización es una de carácter geográfico cuantitativa o, mejor dicho, cuantitativista puesto que considera al espacio como algo dado, cerrado y estático. Es una visión que en su esfuerzo objetivista por definir la escala termina sacrificando el dinamismo de los agentes que operan en ella. En todo caso esta postura es útil para indicar la equivalencia de la distancia en un mapa con la correspondiente en el terreno (Ramírez, 2010).

        Por otro lado, a partir de la década de los ’80 emerge una nueva tradición epistemológica de la escala, la cual está ligada al pensamiento marxista, a las ciencias sociales y a la geografía crítica; esto representó la apertura de nuevas líneas de investigación para la geografía, en general, y para la geografía humana, en particular. Por ejemplo, la escala como problema epistemológico dependería de cómo se construye materialmente y cómo se reconstruye inteligiblemente el espacio.

        Desde estas posturas constructivistas la escala sería contingente no sólo de totalidades geográficas sino también de relaciones geográficas. En este sentido cobra vitalidad la categoría de política de escala que introduce Neil Smith, la cual se refiere al dinamismo incesante de los límites y las identidades a través de los cuales se ejerce la territorialización y desterritorialización; es decir, el control y disputa por el territorio.

        A partir de la discusión anterior se expuso el problema de si la escala es intrínseca al capitalismo, o bien, si es inherente al espacio que se ve impactado por la capacidad de transformación que tiene el capitalismo sobre aquél. En este debate sólo podemos señalar que si se considera a la escala como contingente de totalidades y relaciones geográficas, es preciso aceptar la idea de que el capitalismo también es una formación social enmarcada en condiciones históricas concretas y, por tanto, transitorias.

        Desde esta perspectiva teórica Sally Marston introduce el concepto de tiempo en la escala, especialmente para indicar la transitoriedad de los límites, alcances e identidades en los territorios, que pueden ser de corto o largo plazo. Con esta interpretación el pensamiento geográfico analiza los flujos del espacio consustanciales a la escala.

        El desarrollo regional no sólo es frágil por cuestiones de índole natural sino también y, en buena medida, por fenómenos políticos, económicos y sociales, como puntualmente lo expone Ramírez Velázquez con el ejemplo del concurso Miss España en Cancún, Quintana Roo. ¿Por qué éste concurso en México? El origen de este suceso puede rastrearse desde los sujetos individuales y colectivos que participan en la producción de esa zona.

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