EXPLOTACIÓN DE PERLAS

INTRODUCCIÓN

La Colonia fue una realidad subsidiaria de la Corona española. Entre la conquista y la colonia se dio todo un proceso de sustracción de riquezas territoriales que fue perfeccionándose de manera progresiva hasta alcanzar relaciones definidas de dominación y dependencia entre la Metrópoli y la Colonia.

Antes de que en el nuevo continente pudiera edificarse un orden social consolidado, se hizo de la explotación de los metales preciosos la razón de la conquista. Pero las tierra venezolanas no poseían mayores riquezas o tesoros, sino aborígenes de cultura primitiva que se aferraron a la tierra mientras la violencia de los conquistadores no los desplazaba de sus predios naturales.

Con su sometimiento a la fuerza bruta se dispuso de mano de obra esclava, sobrevino el trato inhumano en largas jornadas de explotación perlífera, primero, y de explotación agrícola, después.

El principal objetivo era la localización y rápida explotación de minas de oro y plata. En esta materia tuvieron muy poca suerte, sobre todo comparado con otras colonias como Colombia, Perú y México. España, al transcurrir el tiempo, cesaba lentamente de extender las fronteras de sus conquistas para concentrarse en la explotación económica de sus dominios descubiertos y conquistados. El oro y la plata fueron suplantados por la explotación de las zonas perlíferas cuyo proceso de explotación afectó de manera determinante las costas de Venezuela.

La pesca de perlas fue la primera actividad económica extractiva de los descubridores españoles y un rubro importante de la economía en los primeros años de la colonia.

En las primeras décadas del siglo XVI, los colonizadores no lograron explotar oro en las cantidades que anhelaban encontrar en el territorio venezolano; sabían de su existencia por los relatos y las muestras de los indígenas que, culturalmente extraños al mundo mercantilista de los europeos, lo intercambiaban por bagatelas y objetos desprovistos de valor económico especulativo. Sin embargo, si no encontraban oro, estas tierras les brindaban una riqueza natural: los placeres de las perlas localizadas en más de cuatrocientas leguas de las costas que ponen del Cabo de la Vela al golfo de Paria, cuya explotación satisface momentáneamente sus aspiraciones de lucro.

Ya en el tercer viaje de Colón tuvieron noticias de la existencia de las perlas cuando los marinos contemplaron asombrados “una mujer que tenía al cuello una gran cantidad de hilos de aljófar y perlas” . Las expediciones de Alonso Ojeda, Cristóbal Guerra y Per Alonso Niño en la región de Margarita, fueron con el objeto de "rescatar" perlas, estos hallazgos generaron muchas expectativas tanto en la Corona española como en los conquistadores.

El "rescate", es decir, el trueque de las perlas, contribuyó a la colonización en Cubagua y en la tierra firme, toda la economía de Cubagua se basó exclusivamente en la pesca de perlas. Allí se funda la ciudad de Nueva Cádiz con casas de piedra, de cal y canto. Convirtiéndose entonces en el centro activo de comercio de mercaderes y capital de la empresa perlera.

La explotación directa, racional e indiscriminada en la isla de Cubagua exterminó en un corto tiempo los ostiales y ya para 1535 la producción era mínima. Luego se descubren placeres en el Cabo de la Vela y la Isla de Margarita a donde se trasladan para continuar con los trabajos de explotación.

Restos de la ciudad de Nueva Cádiz , Cubagua. Patrimonio de la humanidad

Para la segunda mitad del siglo XVI el Gobernador Osorio pide que las perlas corriesen como monedas, teniendo que intensificar los trabajos de extracción de ostras.

La pesca de perlas por el sistema de explotación directa fortaleció el desarrollo de las relaciones de producción esclavista que se presentaban de manera insipiente en el llamado sistema de rescate.

La recolección de estas perlas era realizada inicialmente por los indígenas de la zona quienes fueron esclavizados para que se sumergieran en las aguas y realizaran las difíciles labores, considerando las precarias condiciones en las que tenían que realizar estos trabajos.

Si bien es cierto que la mejor época para la recolección de las perlas era la época de las lluvias, esta actividad se ejecutaba durante todo el año, por el afán de obtener a la mayor brevedad las riquezas de las costas venezolanas.

Las labores de se iniciaban desde muy temprano en la mañana cuando los esclavos indígenas eran despertados y sacados de sus rancherías sin darles mayor alimento que una arepa de maíz y algunas veces solo agua, porque eran de la creencia de que era mejor que no comieran mucho para poder rendir mejor en las

...