Explotacion Aprina
naidyn7 de Mayo de 2013
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La escasez de árboles es el resultado de procesos y acontecimientos tanto de larga duración como recientes. En algunos lugares, las presiones han ido aumentando en forma gradual y casi imperceptiblemente. Cuando esto ha ocurrido, la población a veces ha tenido tiempo y oportunidad de desarrollar y adaptar los sistemas de manejo. En esos casos, pueden haber habido síntomas de escasez durante décadas; pero mediante estrategias de adaptación, tales como la protección de los árboles valiosos, el estimulo del crecimiento de la regeneración natural y del clareo selectivo, quizás impidieron la aparición de manifestaciones agudas de deforestación. Sin embargo, en otros casos la pérdida de la cubierta arbórea ha tendido a acelerarse.
17) El impacto de la deforestación sobre la agricultura. El suelo procedente del suelo forestal erosionado, se sedimenta en el lago destinado a la irrigación. La reducción del volumen de capacidad del lago supone una reducción del área de tierra posible de ser regada y cultivada. (A)
17) El impacto de la deforestación sobre la agricultura. El suelo procedente del suelo forestal erosionado, se sedimenta en el lago destinado a la irrigación. La reducción del volumen de capacidad del lago supone una reducción del área de tierra posible de ser regada y cultivada. (B)
Las dimensiones del problema son complejas, sobre todo a causa de los cambios en las aspiraciones y expectativas que han acompañado al desarrollo económico. A menudo se considera el crecimiento de la población como la causa principal del proceso de deforestación, pero ciertamente no es el único factor. Es necesario también verlo en relación con el desarrollo agrícola, los mercados, las políticas gubernamentales, los sistemas de asentamiento, el cambio tecnológico, los modelos pasados de explotación de los árboles y de otros recursos y las alteraciones de la estructura socioeconómica de las sociedades rurales.
La sobre-explotación de los recursos arbóreos y su consiguiente escasez, suelen ser manifestaciones sintomáticas de problemas mas graves que han acompañado al proceso de desarrollo y que con frecuencia son poco entendidas y demasiado simplificadas. A veces, se han abandonado las prácticas de conservación de la vegetación mayor simplemente porque ya no están de acuerdo con las ideas de la economía agrícola rural. Es necesario entender las razones que han movido a abandonar las estrategias de ajuste activas y pasivas del manejo de los árboles, antes de llevar eficazmente a la práctica, intervenciones para ponerles remedio.
2.1 Recolección de leña y deforestación
La recolección de leña es considerada a veces como la causa principal del agotamiento de los recursos forestales. Esto rara vez es así; hay otras fuerzas más destructivas que también suelen contribuir. Lo que no quiere decir que la necesidad de leña no sea un factor importante que ayuda a la destrucción de sistemas tradicionales del manejo de los recursos forestales en algunas zonas; cuando la demanda de madera es superior a la regeneración natural, el resultado más probable es la corta excesiva.
18) La leña es tratada siempre de más lejos
Es muy probable que este desequilibrio ocurra en las cercanías de las ciudades y en los alrededores de otras zonas con una fuerte demanda de madera. Por ejemplo, en un radio de 40 kilómetros de Ouagadougou, en Burkina Faso, se cortaron para leña prácticamente todos los árboles de las tierras comunales o no protegidas, y el circulo de recursos agotados todavía está aumentando (National Academy of Sciences, 1980; Chauvin, 1981). Un estudio reciente de la FAO, ha señalado que ya se están presentando situaciones de escasez de leña en 10 países africanos. 3 asiáticos y 6 latinoamericanos, afectando a unos 112 millones de personas (de Montalembert y Clement, 1983). (La escasez de leña en las zonas urbanas, en realidad no es nada nuevo. Durante sus viajes por el Níger en 1795, el explorador Mungo Park observó que alrededor de la ciudad de Kaarta hablan dos millas de terreno sin árboles, debido al elevado consumo de madera para construcción y combustible).
2.2 Necesidad de tierras agrícolas
Es ampliamente reconocido que la razón principal por la que se cortan árboles es limpiar tierras para los cultivos agrícolas y el pastoreo (Bajracharya, 1983; Allan, 1965). En la economía agrícola, el método mas barato y más fácil de aumentar la producción muy bien puede ser la ampliación de la superficie de los terrenos cultivados. Sin embargo, el desmonte para destinar el suelo a otros usos, no se limita sólo a la agricultura. En Costa Rica, se han talado grandes superficies de bosques en los valles para dedicarlas al pastoreo de ganado con fines comerciales (DeWalt, 1982). Muchos países de América Latina y del sudeste de Asia, han establecido políticas oficiales de fomento para el reasentamiento de zonas forestales para la producción agrícola y ganadera.
Uno de los factores mas importantes que influye en la extinción de los árboles es el sobrepastoreo, el cual impide la regeneración natural. A pesar de que hay datos históricos del Medio Oriente y de otros lugares que indican que este problema no es nuevo, la presión del pastoreo ha aumentado enormemente en las últimas décadas, y se ha sentido con mayor fuerza en las zonas áridas y semiáridas, donde hasta hace poco, los bosques naturales lograban recuperarse de los efectos de esta actividad. Sin embargo, donde antiguamente pacían los rebaños de los pastores nómadas, ahora se ha asentado en forma permanente una población con vacunos y otros tipos de ganado. En estas circunstancias, las estrategias previamente mantenidas para el pastoreo y la recolección de forraje, rápidamente han dejado de ser aplicadas en perjuicio de los bosques y de la gente que depende de ellos para vivir.
Hay otros cambios en la estructura de la población agrícola que han tenido igualmente un efecto destructivo sobre la cubierta arbórea. Los agricultores de Puebla, México, que han adoptado un sistema de cultivo intensivo con tractores, ya no tienen árboles leguminosos en sus campos, porque éstos dificultan el movimiento de sus máquinas y porque los fertilizantes comerciales producen mayores rendimientos a corto plazo (Wilken, 1978). La utilización de métodos más intensivos de producción agropecuaria en las zonas semiáridas de Rajasthan, en la India, ha dado lugar a una menor aplicación de medidas de conservación, tales como la rotación de cultivos, los periodos largos de barbecho y la migración estacional del ganado. En algunas zonas, como la cuenca del maní en el Senegal, estas estrategias de alta producción a corto plazo, están siendo reexaminadas por los habitantes del lugar y están comprobando que la elevada producción es insostenible, a menos que vaya acompañada de la conservación de los recursos básicos.
2.3 Cambios en los sistemas de propiedad y control de la tierra y la aparición de mercados
En las zonas rurales donde no hay terreno suficiente para absorber la creciente población agrícola, la presión sobre la tierra que ya esta cultivada, se hace más intensa. A través de la herencia, la propiedad se divide entre los miembros de la familia o se vende, lo cual reduce su tamaño promedio. A medida que los recursos disponibles para el hogar disminuyen, los árboles pueden ser considerados como un recurso que debe ser sacrificado para satisfacer las necesidades domésticas mas urgentes.
En Sudán, la especie Acacia senegal que produce goma arábiga esta siendo cortada, debido a que el sistema de barbecho bajo el cual crecía ha sido abandonado por la escasez de tierra (Horowitz y Badi, 1981). Los árboles pueden ser vistos como un obstáculo por los campesinos, porque compiten por el agua y los nutrientes y porque la sombra retrasa el crecimiento de los cultivos. Esta última razón obligó a que, en algunos lugares de Kenya, varias personas tuvieran que cortar sus árboles (Castro, 1984).
Con el aumento de las presiones, muchas de las estructuras tradicionales de tenencia de la tierra y de las practicas acostumbradas que definían los derechos de utilización, se han debilitado considerablemente. Debido a esto, los propietarios que han visto cerrado su acceso a los recursos madereros de los terrenos adyacentes, se verán forzados a usar más intensamente sus propios árboles. En otros casos, en que ha existido una tradición en el arrendamiento del suelo, pero donde las presiones de asentamiento han aumentado, los propietarios pueden dejar de plantar debido al temor de que los arrendatarios, intenten hacer valer sus derechos personales sobre la tierra.
Donde los campesinos no tienen garantías a largo plazo sobre la utilización o el control de los terrenos que cultivan, los incentivos para hacer inversiones a largo plazo (por ejemplo, plantación de árboles) son muy pocos. En Honduras, donde el 80 por ciento de la población rural no es dueño de la tierra, se ha comprobado que son muy pocos los campesinos que plantan árboles o cercos vivos, debido en parte a la falta de seguridad en la tenencia de la tierra (Jones, 1982a).
En algunas zonas, los programas gubernamentales también han contribuido al agotamiento de la cubierta arbórea. Por ejemplo, las prácticas primitivas en el manejo de los árboles entre la gente Karen, en las zonas montañosas de Tailandia, están siendo alteradas en cierta medida por loa proyectos de reforestación en las zonas con parcelas bajo cultivo de quemas, así se reduce la superficie de tierra disponible por ellos
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