El Sufrimiento De Un Pueblo, El Abandono De Un Estado

El sufrimiento de un pueblo, el abandono de un Estado

Alda de Jesús Torres Casceres

José Luis Salinas Fuentes

La irresponsabilidad de las fuerzas armadas al eludir sus funciones como protectores de los habitantes de Mapiripan provocó la violación de los derechos fundamentales y un sinfín de lágrimas en los familiares de las víctimas estimulando que organizaciones de protección a los derechos humanos como el CIDH tomen medidas al respecto.

Para comprender con mayor énfasis lo sucedido en este corregimiento, debemos tener claro el concepto de masacre, este es un término utilizado para referirse a un tipo de asesinato que se caracteriza por que las víctimas no pueden hacerle frente a sus opresores; una mejor definición es la del Diccionario de la Real Academia Española en donde dice: “matanza de personas, por lo general indefensas producida por ataque armado o causa parecida”.

Esta masacre se originó el 15 de julio de 1997 y tuvo fin el 20 de julio de ese mismo año. El periódico el tiempo celebrando su centenario, público un artículo sobre las masacres cometidas por las AUC con el apoyo de algunos miembros de las fuerzas militares, en dicho artículo indica:

En un vuelo desde Urabá dos aviones con cerca de 100 paramilitares comisionados por la cúpula de las AUC aterrorizaron en el aeropuerto de San José del Guaviare, la base antinarcóticos más grande del país. En su camino a Mapiripan recorrieron cinco puestos de control militar y de policía, ninguno de los cuales hizo nada. Una vez en el pueblo con “lista negra” en mano asesinaron a 49 personas durante cinco días.

Por otro lado, en La Constitución Política de Colombia de 1991 en su artículo 12 señala: “nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, esto va en contradicción con lo ocurrido en el corregimiento de Mapiripan, donde en las últimas horas de vida de estos habitantes fueron violados todos sus derechos.

Desde la masacre en el corregimiento de Mapiripan, la población no ha vuelto a ser la misma, la desesperación y la tristeza han envuelto a estas personas y la desconfianza hacia el Estado ha sido permanente. Con esto podemos inferir que la incompetencia de un gobierno deja marcado a las víctimas y a ellas les es difícil perdonar cuando el futuro que tenían fue destruido.

Después de un gran baño de sangre como lo fue la masacre de Mapiripan, recuperarse de esa crisis fue difícil, alguna de sus víctimas han pasado página y empezado una nueva vida en la que dejan el pasado como un mal sueño del que ya se han despertado. “vivir en un lugar donde no haya guerra”, esta es la utopía de muchas personas víctimas de estas batallas de sangre.

Los familiares de las víctimas se están recuperando del dolor causado

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