Historia América latina

Para Bohoslavsky,  el  nombre America latina surge a través del esfuerzo del imperio francés,

que parece coincidir con la cosa en la inmigración de los latinoamericanos, costumbres, idiomas religión, etc, también anida y se reproduce esta convicción.

América latina como identidad se entiende solo en su contraste con aquella América que se denuncia como no latina, e incluso como anti latina distingue, entre  dos civilizaciones latina y anglosajona donde decía que la anglosajona era más espiritual y desinteresada y la otra era materialista y egoísta.

América latina es como todas las naciones e identidad colectivas, es entendida como una caracterización realista de lo que hay y de lo que somos.

Para Hilda Sabato, se proponía fomentar la historia económica, en ese momento un

campo de desarrollo que venía a renovar la disciplina; por otro lado, se disponía a coordinar

a los cultores de ese campo en América Latina y a promover estudios sistemáticos sobre temas

específicos para toda la región. Los historiadores participaban así del movimiento que

contribuía a construir “América Latina” a la vez como objeto de estudio y como espacio de intervención política e ideológica.

América Latina era una. Era “una” en su presente y en su pasado, y se definía básicamente en contraste con el norte. Era “el otro”, el que ofrecía la contracara del proceso civilizatorio occidental, de donde había surgido. Sobre esta hipótesis de la fundamental unidad de la historia y el destino del subcontinente presidían todas ellas. Se trataba de encontrar en el pasado las causas de ese rumbo tan diferente al de la América del Norte, lo que alimentó debates académicos y políticos durante décadas. Sobre la base de esta hipótesis compartida, tomó forma el campo de la historia latinoamericana, que se moduló con una tendencia más general en la vida institucional de las universidades del norte, la proliferación de “area studies”, donde se conjugaban especialistas de diferentes disciplinas –no siempre en armonía– en torno al estudio y la enseñanza sobre diferentes áreas del mundo, entre ellas América Latina.

Ese auge tenía menos que ver con la academia que con las políticas internacionales del norte durante la Guerra Fría, en particular en los Estados Unidos, donde varias agencias estatales y fundaciones privadas fomentaron activamente esa organización institucional para la construcción y difusión del conocimiento. Su influencia fue decisiva en la promoción de los estudios latinoamericanos, en cuyos marcos se desarrolló una historiografía que compartía el objeto de estudio.

2- Los dos autores coinciden en que Latinoamérica, se impregna de lo cultural religioso e idioma de los colonizadores,  y que termina siendo todo lo que no quería ser o negaba ser. El vínculo entre la cosa y el nombre no es tan transparente como se quiere decir y de quien lo quiere decir, conclusión de esta presentación es q resulto más fácil y mas productivo entender a la identidad latinoamericana.

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