Investigación G.R.A.P.

A partir de mi experiencia en la cursada de G.R.A.P.II, considero que ha sido satisfactoria, ya que a través de la observación y la experimentación pude encontrar, en relación a G.R.A.P.I, un gran progreso personal y creo que también en cada uno de los integrantes del grupo, en el sentido que vamos creciendo y vemos esta cursada de manera diferente.

En el trascurso de año a año, adquirimos experiencias que posibilitan un mayor grado de desarrollo no solo a nivel académico sino también en lo personal y social.

Cuando llego marzo de este año y tuve que volver a esta cuidad, me surgió la curiosidad de cómo seria G.R.A.P., es decir, como estaría conformado el grupo y quien seria la coordinadora. Lo único que podía saber eran los objetivos y la metodología de la materia propuesta por ella y también, por otro lado, pensaba que cada grupo es diferente, porque hay subjetividades distintas y aspectos temporales diversos que constituyen la identidad del grupo.

Al llegar el primer día de encuentros, nos ubicamos como es de costumbre en forma de círculo, así lográbamos una mayor visibilidad de todos los presentes. El grupo se conformo por alumnos y por la coordinadora reunidos en el aula 24 los días martes 8:30 hs. La primera clase se caracterizo por la presentación de cada uno de nosotros, que constaba en caracterizar de donde veníamos, que actividades realizábamos, edades, entre otros. Con esta actividad me sentí cómoda, pero a su vez un poco preocupada porque no conocía a muchos de mis compañeros y también sentí la necesidad de querer cambiar de comisión, ya que veía que era un horario complicado por que la mayoría llegamos dormidos y había grandes silencios. No comprendía si la razón de no hablar era por la hora o porque simplemente no había ganas de hablar o el sacar un tema podía quedar fuera de lugar. Como no pude cambiarme de comisión, continué en ella y luego reflexione mi permanencia en el grupo.

Pude observar algunas cuestiones en este recorrido por la materia, que fue producto de la interacción que hubo entre todos y en si como se fue constituyendo una comunicación que en principio costo y perduro en la mayoría de los encuentros.

En particular, con respecto a la comunicación al iniciarse las clases, pude observar y admitir los grandes silencios que se formaban en los primeros minutos que no solamente causaba en mi incomodidad sino que también lo provocaba en mis compañeros. Esos minutos eran caracterizados por miradas en lo que cada uno pensábamos que tema proponer pero también había quienes no hablar o simplemente les costaba sacar un tema por el hecho de pensar que su comentario podía quedar fuera de lugar y/o sin comentarios.

En mi caso no elegía hablar ya que soy un poco introvertida y en estas situaciones me cuesta romper el hielo y mucho más si estoy con personas que no conozco. Pero una vez que salía el tema y alguien por fin se animaba permitía que se llagara a lograr una charla y así de esta forma se pasaba de una temática a otra sucesivamente durante la hora y media.

También la comunicación quedaba a cargo de aquellas personas que siempre iniciaban el dialogo, es decir, una conducta inconciente que de alguna u otra le atribuíamos a esa persona comentar algo y, por otro lado, provocaba en esa persona cierta presión que en momentos silenciosos emitía opinión. Pero a su vez había que respetar al que no elegía hablar y omitir opinión,

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