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La Construcción De Las Ciudades

17gene5 de Mayo de 2014

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LA CONSTRUCCIÓN DE LAS CIUDADES DE AMERICA LATINA A TRAVES DEL TIEMPO

Jorge Enrique Hardoy

Introducción

El rápido crecimiento físico y demográfico de las ciudades de America Latina durante los últimos

treinta o cuarenta años ha planteado la validez de la planificación urbana, especialmente cuando ése

rápido procesó de urbanización se produce en economías poco industrializadas y con una limitada

capacidad de inversión, con estructuras agrarias rígidas y socialmente injustas, y utilizando una

tecnología imitada de economías mucho más avanzadas y ricas.

Este, ensayo está formado por cuatro análisis breves que en su conjunto cubren dos mil años

de la historia urbana de América Latina. Mediante ellos pretendo explicar el proceso de ocupación

del territorio de Américá Látina y las distintas maneras como el hombre intentó construir sus ciudades.

Parte I

La población de las aldeas agrícolas indígenas creció lentamente durante el segundo milenio y la

primera mitad del primer milenio a.C., a lo largo de las fases temprana y media del período que

llamamos Fortnativo1. Durante esos mil quinientos años, aproximadamente, la organización tribal que

prevaleció en todas las áreas donde florecerían siglos más tarde las "civilizaciones" indígenas

americanas perfeccionó una economía agrícola en la que se apoyarían los estados regionales del

período clásico (primer milenio d.C.). Con el florecimiento de los estados regionales algunas

culturas indígenas de Mesoamérica y de Sud América llegaron a la etapa propiamente urbana y

luego de la "gran ciudad", en lo que podía ser para la época y el lugar2.

Existen numerosos vestigios arqueológicos correspondientes al período Formativo en algunas

divisiones regionales del área cultural de Mesoamérica en el valle central de! México, en los estados de

Oaxaca y de Veracruz, en las tierras altas y en la costa occidental de Guatemala, en las tierras bajas

del Petén y en el Yucatán, por ejemplo; y en Sud América en los valles fluviales de la costa del Perú y en

grupos de valles en las zonas; de Huaraz y el Callejón de Huaylas, en la cuenca del rio Mantaro y en los

valles cercanos al Cuzco y en la zona de Puno. Existían en esas regiones, que en conjunto tal vez

representaban el 5 por ciento del territorio de la América Latina actual, buenas tierras y agua

abundante, un clima favorable y recursos minerales y animales que el hombre supo combinar y explotar

iniciando, con su acción, la primera gran transformación del paisaje natural continental. Por lo

general eran comunidades con unos pocos centenares de habitantes dedicados totalmente a la

agricultura desde el principio del período Formativo.

A finales del período Formativo, el liderazgo característico de la organización tribal y del cacicazgo

había sido reemplazado por sistemas de gobierno más elaborados. La centralización del poder en

una teocracia directiva facilitó la utilización de excedentes para alimentar a una población parcial o

1 Existen varías obras generales sobre las civilizaciones precolombinas americanas. Sobre el Perú véase de Lanning,

Edward P., Perú before the Incas, Prentice Hall Inc., Englewóod Cliffs, New Jersey. 1967; y de Lumbreras, Luis, De

los pueblos, las culturas y las artes del antiguo Perú, Francisco Moncloa Editores, Lima, 1969; sobre Mesoamérica,

véase de Sanders, William T. y Price, Bárbara J., Mesoamérica. The evotutíon of a civilizartion, Random House,

Nueva York, 1968; y de Kricheberg, Walter, Las antiguas culturas mexicanas. Fondo de Cultura Económica, México,

1961.

2 Sobre la urbanización precolombina, véase de Hardoy. Jorge E., Ciudades precolombinas. Ediciones Infinito,

Buenos Aires, 1964. Esta obra fue ampliada y actualizada para su edición inglesa: Precolumbian Cities, Walker and

Co., Nueva York, 1973. También del mismo autor Urban Planning in precolumbian America, George Braziller, Nueva

York, 1968.

estacionalmente dedicada a la construcción y al mantenimiento de grandes "obras públicas", y

también para recompensar los servicios prestados al Estado por una burocracia en formación y por

ciertos especialistas. A finales del período Formativo algunas comunidades contaban ya con unos

pocos miles de personas, concentradas en aldeas o en pequeñas ciudades que incluían estructuras

ceremoniales de tamaño considerable y con una orientación premeditada y viviendas construidas

con materiales permanentes. Desde fines del segundo milenio a.C., era común un ordenamiento

espacial planificado de los templos, monolitos y otras construcciones que formaban los centros

ceremoniales, como lo atestiguan las excavaciones realizadas en las ruinas de San Lorenzo (1200

a.C. aproximadamente) y en las ruinas de La Venta (600 a.C. aproximadamente), ambas en el área

Olmeca, en la región de la Costa del Golfo de México. Algunos de los habitantes de las aldeas del

período Formativo se dedicaban a la fabricación de productos manufacturados, de una variedad

y calidad y en cantidades desconocidas hasta entonces. La adopción de la agricultura permitió

mejorar la dieta alimenticia y adoptar una forma de vida sedentaria que se reflejó en un

crecimiento de la población y en la formación de nuevas aldeas.

Es un período importante en la historia de América Latina porque equivale al que precedió a la

"revolución urbana" en las tierras ubicadas entre el Mediterráneo Oriental y el Occidente de la

India y en el norte de África hacia fines del cuarto milenio y principios del tercer milenio a.C.3.

Los habitantes de esas múltiples comunidades agrícolas poseían ya técnicas de cultivo y una

acumulación de experiencias botánicas, topográficas, ambientales, astronómicas,

climatológicas y zoológicas que les permitió aumentar los rendimientos de las cosechas y la

productividad del agricultor4. El maíz ya era la base alimenticia de las culturas de México y de

Guatemala y de la Costa del Perú, la papa y la quinoa de las culturas de la sierra y del altiplano.

También poseían una variedad de útiles, implementos y armas de muy diversa clase empleando la

obsidiana, la jadeita, el cuarzo, la piedra volcánica, huesos y conchas como también la arcilla y

otras tierras de origen local y regional. Pero esencialmente se produjo en Mesoamérica y en el

occidente de Sudamérica durante el largo período Formativo, un gradual progreso en la

organización colectiva del trabajo con el fin de emprender obras de magnitud y de realizar tareas

en escala desconocida hasta entonces: canalización de ríos desecamiento de pantanos,

construcción de terrazas control de inundaciones, etcétera.

Durante los siglos finales del período Formativo medio (1500-600 a.C.) y con seguridad

durante el Formativo tardío (600 a.C. —0) en el valle de México, en Oaxaca, e Hidalgo, en Puebla-

Tlaxcala y en otras divisiones regionales de Mesoamérica, la avanzda tecnología hidráulica

alcanzada respaldó las crecientes demandas de producción agrícola por parte de una población

urbana cada vez más numerosa5. En los valles de la costa del Perú, durante el Horizonte

temprano (900—200 a.C.)., que equivale en el tiempo aproximadamente, al Formativo tardío en

Mesoamérica, fueron construidas grandes obras de irrigación basadas, sin duda, en una

experiencia de muchos siglos de trabajo de creciente complejidad6 Paralelamente al aumento

3 Compárese el progreso realizado por las civilizaciones precolombinas, tal como es analizado en las obras citadas en las

notas 1 y 2, con la historia del sugimiento de las civilizaciones en Mesopotamia. y en el Norte de África explicada por

Childe, V. Gordon en Man makes himself, A Mentor Book, Nueva York, 1951.

4 Mac Neigh, Richard S., Ancient Mesoamencan Civilization, en Science, voL 143, núm. 3606, pp. 531-537, 1964;

Paterson, ThomasC., The emergence of food prodttction in central Perú, en Prehistoric Agriculture, editado por Stuart

Struever, pp. 181-207. Nueva York, 1971; Flannery, Kent y otros, Farming systems and political growth in ancient

Qaxaca, en Stuart Struever, editor, op. cit., pp. 157-180; Palerm, Ángel, Agricultura y Sociedad en Mesoamérí-ca, Sepsetenías,

México, 1972.

5 Una excelente síntesis sobre las obras hidráulicas en el valle de México puede encontrarse e. Ángel Palerm, Obras hidráulicas

prehispánicas en el sistema lacustre del Vlalle de México SEP-INAH México. 1973. Ver también de Rojas, Teresa y otros,

Nuevas noticias sobre las obras hidráulicas prehispánicas y coloniales. en el Valle de México, SEP-INAH, México, 1974.

6 Las obras hidráulicas en la cosía del Perú fueron estudiadas por Paul Kosok y analizadas en su obra Life and water in

Ancient PerÚ, Long Island University Press, Nueva York, 1965. Esta publicación incluye excelentes fotografías..

en la producción de alimentos y de las reservas de alimentos, y al consiguiente aumento de

población, se intensificaron la producción manufacturera para "exportacción" y las relaciones

comerciales entre las comunidades de las diferentes

...

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