La Lucha De Maracaibo Por Su Independencia
amarquezm26 de Diciembre de 2012
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LA LUCHA DE MARACAIBO
POR LA
INDEPENDENCIA
Discurso de incorporación del
Dr. Antonio Márquez Morales a la Academia de Historia del Estado Zulia
EDITORIAL ASTREA
MARACAIBO-VENEZUELA
Agradecimiento y aclaratoria.
Punto previo. ¿Discursos largos o cortos? En mi libro Cuentos de la Historia, también conocido como Gallo Bolo y otros cuentos más, al bosquejar la personalidad del más grande presidente de los Estados Unidos de América --en mi opinión-- Abraham Lincoln, narraba lo siguiente:
“En 1863 luego de la batalla de Gettysburg, un sector del campo de batalla se convirtió en cementerio nacional y allí el Presidente Lincoln pronunció su célebre discurso que duró sólo dos minutos. El orador de orden fue un antiguo rector de Harvard, Everett. Habló durante dos horas y nadie recuerda lo dicho. Lincoln finalizó su breve mensaje prometiendo “que los muertos no habrán caído en vano, y que con la ayuda de Dios esta nación llegará a obtener una renovación de libertad, y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no se borrará de la tierra.”
Por supuesto, este discurso no durará dos minutos pero no pasará de media hora.
Como es de suyo pertinente, comienzo por agradecer a los distinguidos señores miembros de la Academia de Historia del Estado Zulia esta designación como miembro de número de tan ilustre corporación. He sido echador de cuentos que se encuentran en las honduras de la historia menuda de mi ciudad y de otros lares. Prueba de ello son los centenares de artículos publicados en la prensa local y convertidos en libros de cuentos y anécdotas, muy poco leídos por cierto debido a razones ya casi obvias. Me he aventurado un poco en publicar algunos cuentos literarios, basados en hechos históricos vernáculos. Por otra parte, como docente universitario regenté cátedras de historia de las ideas políticas, tanto en la Universidad del Zulia como en la Rafael Belloso Chacín, y afortunadamente pude compilar un texto de esta asignatura que sirve de consulta a los alumnos que la estudian. He escrito otros 11 textos de diferentes disciplinas, vinculadas a la docencia que por casi tres décadas desempeñé en la universidad.
No caeré en el lugar común de decir que no merezco esta alta distinción intentando ser modesto, que a la larga sería lo contrario.
Lo que sí es cierto es que no vengo a ocupar este sillón para presumir y hacer ostentación del mismo. Tampoco quiero aparecer señalado por nuestro Señor Jesucristo (Marcos: 12,38-40) cuando dijo: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad".
De joven uno anda apartando obstáculos para surgir y sumando credenciales al currículum vitae, pero ya al final del ciclo vital no tiene objeto ese afán. Vengo a cumplir los deberes que impone el cargo, y a colaborar en lo que esté a mi alcance.
Mi predecesor.
Me ha correspondido suceder en el sillón No. 5 al Dr. Rafael Reátegui Cárdenas, quien nació en Iquitos, Perú el 23 de septiembre de 1921. Se graduó de médico veterinario en la Escuela Nacional de Ciencias Veterinarias, en Lima, Perú, en 1945. Se desempeñó como profesor en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, Perú, en la Universidad Autónoma de San Carlos, Guatemala y en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana. Tuvo una larga residencia en el estado Zulia donde fue profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad del Zulia hasta su jubilación. Allí realizó investigaciones sobre su especialidad, la anatomía de los animales domésticos y fue director de la revista científica de la misma Facultad, en sus primeros cuatro números (1991-1992), la cual hizo circular internacionalmente. Fue miembro de las asociaciones de Médicos Veterinarios en Perú, Guatemala y Venezuela, cónsul ad honorem del Perú en Maracaibo durante siete años y presidente del Club de Leones de Maracaibo-Central. Se interesó por la historiografía y la figura de Simón Bolívar, y se desempeñó como miembro directivo de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, Centro Correspondiente del estado Zulia, y se incorporó como miembro de número de esta corporación en 1995 y presidente encargado de la misma, a la muerte del académico Dr. Gastón Montiel Villasmil. El Dr. Reátegui recibió varias condecoraciones y reconocimientos. Publicó entre otras obras, Aparato Circulatorio y Sistema Nervioso de Canino (1987) y La Batalla de Ayacucho Poema de Gloria escrito en la Pampa de la Quinua (1995).
I
LA HISTÓRICA LUCHA DEL ZULIA
Ha sido una eterna lucha que no cesará jamás. Desde los albores de la formación de los continentes, cuando esta porción de tierra y agua que es hoy el Zulia, era solo agua, y de la entraña misma del mar pugnaba por salir a la superficie la mano de tierra que circunda al golfo y al lago, se dio inicio a la lucha física por ser septentrión meridional del nuevo mundo, y luego en la prehistoria, asiento de tribus disímiles, de variada lengua, hermanadas o enfrentadas entre si, formadoras de los primeros núcleos humanos los cuales, sin solución de continuidad, son el origen de la mezcla actual de los pobladores de Maracaibo y del Zulia. Continuó la lucha por ser, por estar, por conquistar, por defender el territorio, por construir sociedades, por generar identidades y ser distintos en la diversidad y autónomos en la unidad de la nación. Desde entonces la lucha continúa.
Es la lucha histórica del Zulia y Maracaibo por elevarse más allá de las pequeñeces aldeanas para ser fuerza y motor del progreso civilizador de Venezuela.
Los indígenas lucharon por mantener como propio el territorio al cual llegaron miles de años antes. Los llegados después, europeos y africanos, por asentarse a la fuerza unos, traídos por la fuerza los otros. Y así una permanente lucha que dio a luz al pequeño género humano que somos, al decir del Libertador.
Pues esto que somos hoy, moldeado desde hace cinco siglos, hoy continúa luchando por mantener esa identidad que la mezcla de culturas creó a sangre y fuego al comienzo de la nacionalidad.
Los criollos maracaiberos ya dueños de su lar sin gobernarlo, tomaron en sus manos la bandera de la libertad y de la independencia, y con determinación y sin cejar en el empeño, no pararon de conspirar para crear la república democrática.
Por ello nos preguntamos:
1. ¿Hubo ausencia de Maracaibo en la lucha por la Independencia?
Expresa Don Fernando Guerrero Matheus, fallecido miembro de número de esta corporación, en la Introducción al texto Maracaibo a Principios del Siglo XIX, que contiene la “Refundición de las obras tituladas Agüere Pro Patria y Maracaibo representado en todos sus ramos de José Domingo Rus”, lo siguiente:
“Por razones o sin razones no aclaradas suficientemente todavía, la Provincia de Maracaibo se mantuvo ausente, por buen tiempo, del movimiento orientado en escala nacional hacia la independencia y hacia la liberación del dominio español. Así, y entretanto la mayor parte del país se había convertido en campo y teatro de espantosa y sangrienta lucha y sus mejores reservas humanas, sociales y económicas se entregaban al sacrificio en aras de aquellos ideales, en la provincia de Maracaibo el remansado ritmo de la vida pública y privada daba la impresión de habitarse en otro mundo de distante destino y de silenciado ámbito, de vez en cuando alterado por alguna aislada o inoportuna demostración de calculada impaciencia mejor que de espontánea rebeldía.”
Pues en respuesta al ilustre y antiguo Cronista de Maracaibo, afirmamos que sí hay razones --y no sinrazones—que impidieron a la Provincia de Maracaibo declararse efectivamente libres de la monarquía española e incorporarse al movimiento de emancipación e independencia iniciados en Caracas el 19 de abril de 1810 y con la declaración firmada el 5 de Julio de 1811, hasta que el 28 de enero de 1821, removidos los obstáculos que frustraron todos los movimientos anteriores y establecidas las condiciones objetivas necesarias, Maracaibo se declara República democrática y se adhiere a la República de Colombia.
No es cierto por otra parte, que Maracaibo “se mantuvo ausente, por buen tiempo, del movimiento orientado en escala nacional hacia la independencia y hacia la liberación del dominio español.”, como lo afirma Guerrero Matheus. Existen indubitables hechos históricos, con pruebas en los expedientes instruidos por las autoridades españolas, contentivos de las investigaciones y consecuentes castigos aplicados a muchos patriotas maracaiberos, que casi todo el primer cuarto del siglo XIX estuvieron conspirando para derrocar al régimen colonial.
2. Los levantamientos indígenas se suscitaron a partir de 1600.
La rebeldía de los indios, de los pardos y de los criollos o blancos de Maracaibo, fue constante desde casi la fundación de las ciudades del lago, Maracaibo, Gibraltar, y otras villas;
Los indios de todas las comarcas vecinas: Zaparas, Toas, Motilones, Bobures, Moporos, Sinamaicas y Quiriquires, se arreculaban en las costas y montes a resistir la conquista española, y atacar cuando
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