ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Sayona (guion)


Enviado por   •  5 de Mayo de 2015  •  2.302 Palabras (10 Páginas)  •  619 Visitas

Página 1 de 10

La sayona (Guion)

3D

Narrador( )

Casilda ( )

Timotea ( )

Severiano ( )

Burro Tusero ( )

Madre de Casilda( )

Doña ( )

Pancho( )

Sayona( )

-Narrador: Cuenta la historia que hace mucho tiempo, vivía una mujer muy hermosa llamada Casilda. Desde chiquita Casilda había sido muy celosa. Pero creció, y se casó con un hombre con quien tuvo un hijo.

-Severiano: Mira, morena, el próximo joropo lo bailamos tú y yo: ¿oíste?

-Timotea: Bueno, pero se conforma con lo que yo sé.

-Severiano: No importa, yo me conformo. Mira mija y, ¿cómo te llamas?

-Timotea: Me llamo Timotea, ¿y tú?

-Severiano: Severiano, quiero decirte una cosa, espero que no te ofendas; yo estoy enamorado de ti y quiero que seas mi mujer, aunque sea por un ratico.

-Timotea: No, mi amor, mucho lo siento, pero yo no quiero que Casilda vaya andar buscándome por´hay pa´ matame, mire, y usted, se va a llevar su buena broma; Protacia me contó que esa mujer se priva y se vuelve loca de lo celosa que es, y además está embarazada, ¿verdad?

-Severiano: No, mi amor, esos son embustes, lo que pasa es que toda esa cuerda de gente son muy envidiosos, se la pasan diciendo que yo y que soy mujeriego y ya me tienen el rancho ardiendo.

-Timotea: Ajo, ustedes, los hombres, son todos igualitos, tienen tres y cuatro mujeres y andan buscando más.

-Severiano: Mira, mi amor, yo te juro por, bueno, no hallo ni por quién jurarte pues, que yo no tengo a nadie, soy un hombre soltero, libre sin compromiso, dispuesto a lo que tú digas.

-Timotea: Si, ya lo vamos a ver. Pero mira que yo no voy a andar ayudándote a montarle cacho a Casilda.

-Severiano: Bueno mi amor, búscame, pero, vas a ser mi mujer desde horita mismo, ¿sí, mija?

-Timotea: Déjame pensarlo. El sábado te digo.

(Sale Timotea y después Severiano)

-Narrador: Así comienza la historia de la Sayona, espanto que persigue a los hombres parranderos y mujeriegos. Y a la mañana siguiente despunta muy alegre y fresco el amanecer la mañana de aquel sábado tan esperado por Severiano, ya que ese día, tendría la respuesta decisiva por Timotea. Severiano anhelaba convertirla en la sexta de su grupo de mujeres. Corren las horas del día y llega el atardecer, inspirado en aquellas dulces palabras del día anterior, comienza una copla.

-Severiano: Esta noche me hago ´e cuenta

que soy libre y no tengo amo

y me hago el desentendido

delante de mis paisanos

yo soy como el toro viejo

que ya ni pito, ni bramo,

pero si pego un pitío

recojo todo el rebaño.

Con la negra Timotea

es que yo vivo soñando

si no se viene conmigo

esta noche del parrando

la seguiré donde vaya

así me pasen cien años

pero tiene que ser mía

porque estoy enamorado.

-Narrador: Casilda, que está llena de celos, de odio y de rabia, no pudo más que reventar al enterarse.

-Casilda: Claro, sí eso es lo tuyo; me tienes a mí, tienes a la perra esa de la esquina y tienes la india, esa cucarachera piojosa en la costa el caño y andas buscando más.

-Narrador: Pero, Severiano, trata de tranquilizar a su mujer, para que calme los celos.

-Severiano: Ya, ya, mujer, ya vas a comenzar con lo mismo de siempre, vas a tener que decirme quién es el lengua larga ése, que viene a meterte chisme, debe ser un desgraciao que está interesao en ti ¿Por qué más va a ser?

-Casilda: Sí, chisme, chisme. Seguro que las dos viejas esas que tienes son embustes también, que quisiera volverme bruja bien mala pa´ agarrá por los pelos a todas esas viejas quitamachos, quien no te conozca que te compre, segurito que andas como perro entiempao, atrás de esa otra vieja.

-Severiano: No, no, no, no vale, si me pongo a ponerte cuidao me vuelvo loco, búscame la ropa porque me voy es ya.

-Narrador: Severiano le echa mano a su cuatro y emprende viaje con destino al baile de Paso Ancho donde encontraría a Timotea. Pero había un fulano, a quien apodaban “Burro Tusero”, esperando que Severiano saliera para atacarle la mujer, valiéndose de los chismes, más infames, para ponerlos en mal vivir.

-Burro Tusero: ¡Buenas noches, Casilda! Se fue tu querido marido, ¿verdad?

-Casilda: Pasa chico, sí, se fue ¿qué más?

-Burro Tusero: Casilda, Casilda, ¿hasta cuándo, mi amor?, estoy cansado de decirte que te vayas conmigo. Yo te quiero, te amo, te adoro, pero tú ves el sol por él, bueno no importa, si supieras la última… pero no te la voy a contar.

-Casilda: ¿Y cuál es la última?

-Burro Tusero: No, no, no, no te digo nada, ¿ pa´ qué?, si tú no me pones cuidao, me voy más bien.

-Narrador: Las horas de la noche avanzan lentamente y Casilda insiste en que el Burro le cuente. Y Burro Tusero, seguro de no fallar en sus deseos, le dice que su propia mamá se acuesta con su esposo Severiano (mentira).

-Burro Tusero: Bueno, es pa´ que te des cuenta que ese hombre no te quiere, mira, ayer pasé por casa de tu mamá y estaban los dos acostaos, abrazaítos.

-Casilda:

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (11.5 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com