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Pugna Entre El Federalismo Y El Centralismo En Venezuela Para Definir La Configuracion Del Estado Y La Policia


Enviado por   •  3 de Julio de 2014  •  1.045 Palabras (5 Páginas)  •  444 Visitas

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Unidad II

FEDERALISMO Y CENTRALISMO EN VENEZUELA

La Pugna entre Federalistas y Centralistas comenzó desde los primeros días de la Firma del Acta de Independencia en el año 1811, de la Confederación Americana de Venezuela, con la aprobación en Diciembre de ese mismo año por parte del Congreso Constituyente (formado por un grupo de diputados electos en representación de las Provincias en las que se encontraba dividido el territorio) de la Constitución Federal para los Estados de Venezuela, que consagraba la forma política que mejor se adaptaba a la estructura económica y social de la época y en la que se evidenciaba la influencia de la Constitución de los Estado Unidos. A esta se opusieron personajes como Miranda y Bolívar por considerar el Federalismo como un sistema débil, que dividía las fuerzas del Gobierno en lugar de unirlas.

Para Bolívar, quien no era enemigo del Sistema Federal la centralización del Gobierno y la concentración de las fuerzas y los recursos era la primera condición del triunfo durante las guerras.

Presunto inocente

elegación Iztapalapa, al oriente de la ciudad de México, amanecieron semidesiertas. Algunos de sus habitantes estaban cantándole "Las mañanitas" a la Virgen de Guadalupe en la Basílica. Toño Zúñiga no. Toño había criticado la tarde anterior a quienes hacían esto. Los consideraba hipócritas, entre otros motivos, por ir al santuario católico a echar desmadre o tomar cervezas. Opinaba que así no se trataba a Dios.

Esa mañana, Toño despertó, salió de su casa y se encontró con una amiga. Le propuso desayunar, ella aceptó y se fueron a una fondita. Cuando terminaron, creyó que era momento de ir a cobrar la compostura que hizo de una computadora. Sólo tenía que atravesar la calle y abordar un microbús. "No te vayas, mejor acompáñame", le dijo ella mientras caminaban hacia la siguiente cuadra. "Ya me tengo que ir, en serio", respondió.

Al llegar a la esquina, un automóvil se detuvo, bajaron varios hombres, le dijeron que se subiera y en pocos movimientos lo dominaron. Opuso resistencia en la puerta y gritó: "¿Pero por q…?". Antes de terminar la pregunta recibió, entre jalones, un "¡Que te subas, cabrón!". Lo colocaron en el asiento trasero, con las manos esposadas en la espalda y la frente pegada a las rodillas. Sintió una fuerte presión en la nuca, que lo inmovilizó. Lo único que alcanzaba a ver era a un muchacho a su lado, con pantalones de mezclilla y calzado deportivo rotos y mugrosos. Estaba seguro de que lo habían secuestrado. ¿Qué debía hacer en una situación como ésta? Tal como aprendió en las películas gringas, memorizó las vueltas a la izquierda y a la derecha y el tiempo que permanecía el auto en cada calle. De esa forma por lo menos calcularía dónde lo iban a encerrar. Sonó su teléfono móvil, y uno de los secuestradores lo sacó de su pantalón. "Pinche celular feo", dijo al verlo. "Oiga, me vienen lastimando las esposas", suplicó Toño. El secuestrador le pidió que lo esperara, empezó a fingir que se buscaba las llaves y luego le acomodó un codazo en la nuca: "¡Cállese, güey!". Entonces Toño escuchó las

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