FRONTERA ENTRE COLOMBIA Y VENEZUELA
zander9323 de Enero de 2014
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INTRODUCCIÓN
En el presente, se estará desarrollando todo lo relacionado con la frontera colombo venezolana, retomando desde sus orígenes y situaciones sociales muy detalladamente; estudiando igual el diferendo en el Golfo de Venezuela, los trazados de la frontera, y lo que no podría faltar, mencionar las ciudades colombianas y las venezolanas que conviven en dicha frontera de ambos países, Colombia y Venezuela.
FRONTERA ENTRE COLOMBIA Y VENEZUELA
La frontera entre Colombia y Venezuela es un límite internacional continuo de 2.219 kilómetros que separa a los territorios de ambos países, con un total de 603 hitos que demarcan la línea divisoria. Es la frontera más larga que ambas naciones poseen con alguna otra.
La frontera, al menos en su parte terrestre, fue fundamentalmente demarcada por medio de dos tratados: el Laudo Español de la Reina María Cristina de 1891 y el Tratado de Límites y de Navegación Fluvial de 1941. Sin embargo aún persiste el conflicto por la definición de la frontera en el golfo de Venezuela, lo que hace que se resientan las relaciones diplomáticas entre ambos países.
HISTORIA
El intento de definir las fronteras de Colombia y Venezuela se remonta a la época en la cual ambas naciones eran colonias de España. Al ser separada la Capitanía General de Venezuela del Virreinato de la Nueva Granada por medio de la real cédula del 8 de septiembre de 1777, la definición de sus linderos se hizo de forma imprecisa, tan solo asignando a una u otra las diferentes provincias que las componían.
Este hecho, sumado al descubrimiento de perlas en las costas de la provincia de Riohacha, llevó a varias disputas entre Venezuela y la Nueva Granada por la pertenencia de dicha provincia. Para dirimir tal cuestión se redactó la real cédula del 13 de agosto de 1790 en la cual se ordenó segregar de la provincia de Riohacha el establecimiento de Sinamaica y agregarlo a la provincia de Maracaibo en la Capitanía General de Venezuela. El 1 de agosto de 1792 se llevó a cabo la transferencia de dicho territorio.
Una segunda tentativa de demarcar los linderos internacionales se remite a la fragmentación de la Gran Colombia, que incluía la actual Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. En 1829, Venezuela se separó, ejemplo seguido por Ecuador en 1830. Las provincias restantes formaron la República de la Nueva Granada.
Luego de dicha ruptura y durante gran parte del siglo XIX, Colombia en cada una de sus constituciones definía sus límites como los mismos que en el año de 1810 dividían el territorio del Virreinato de Nueva Granada del de las Capitanías generales de Venezuela y Guatemala, y del de las posesiones portuguesas del Brasil. Por su parte Venezuela también promulgaba en sus constituciones8 el mismo principio, pero usado desde una perspectiva diferente, debido, en parte, a la poca información de los linderos entre las naciones.
A través de la aplicación de este principio (llamado Uti possidetis iure), Colombia determinaba su frontera con Venezuela de la siguiente manera:
«Límites particulares entre Colombia y Venezuela» Desde el cerro Cupí, línea recta cortando el brazo Maturaca, hasta la piedra del Cocuy en el río Negro; por este río, aguas arriba, hasta la boca del brazo Casiquiari; éste abajo hasta su entrada en el Orinoco; por este río siguiendo su curso hasta la confluencia del Meta; por este río, aguas arriba, hasta el antiguo Apostadero. De aquí línea recta al Norte, orillando por el Occidente la laguna del Término, hasta dar con el río Arauca en el Paso del Viento, punto que queda en un mismo meridiano con el antiguo Apostadero; por el río Arauca, aguas arriba, hasta la parte occidental de la gran laguna o desparramadero del Sarare. En seguida va la línea directamente al Norte hasta encontrar el río Nula y por éste hasta sus cabeceras en un ramal de la cordillera oriental de los Andes. Por las cumbres vertientes de esta cordillera hasta el Páramo de Tamá. De aquí hacia el Norte siguiendo las aguas del río Táchira hasta su confluencia con el Pamplonita; por el curso de esos dos ríos unidos hasta la boca de la quebrada Don Pedro. Por el cauce de esta quebrada arriba hasta su nacimiento; de aquí hacia el Norte por las cumbres de la serranía hasta encontrar las cabeceras de la quebraba China, y por su curso hasta su desembocadura en el río Guarumito; este río, aguas abajo, hasta su confluencia con el de la Grita, y por éste hasta el Zulia. De este punto hacia el Noroeste atraviesa la frontera un territorio desierto pasando por la unión de los ríos Tarra y Sardinata hasta encontrar la desembocadura del río Oro en el Catacumbo; por el cauce de aquél hasta sus cabeceras occidentales en la sierra de Motilones. Por las cumbres de esta sierra y por las de la sierra de Perijá hasta las cabeceras del río Socui; por el curso de este río hasta su confluencia con el Guazare, que unidos forman el río Limón; por este río, aguas abajo, hasta su desembocadura en la laguna de Sinamaica; por el borde oriental de esta laguna hasta encontrar la del Grande Eneal, y de aquí línea recta a la boca del caño Paijana en la ensenada de Calabozo.
Por su parte, por aquella época Venezuela determinaba que sus linderos con la Nueva Granada de la siguiente forma, tal como lo recogió Agustín Codazzi en su Resumen de la Geografía de la República de Venezuela, publicado en 1840:
«Límites de Venezuela en 1810» Si se entiende los tratados celebrados entre España y Portugal en 1° de octubre de 1777 y en 11 en noviembre de 1778, en la cabecera del río Apaporis, latitud 1° 16' S y longitud 2° 15' O, deberían coincidir las fronteras de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador; y si así fuera, la línea recta que parte límites entre la Nueva Granada y Venezuela por el Meridiano del Paso del Viento vendría a dar dos leguas más abajo de las bocas del Apaporis, en la catarata Cupatí. Últimamente, con respecto a la Nueva Granada, se observa que el barón de Humbolt fija sus límites en el río Calancala, arreglándose sin dudas en las cartas de Fidalgo que hacen concluir allí la provincia de La Hacha, del mismo modo que en Punta Espada la de Maracaibo, denominado el país intermedio provincia Goajira. De la que se infiere que esta, según el, no pertenecía a ninguno de los dos gobiernos limítrofes; pero si se atiende a otros autores que han escrito sobre Venezuela, como Oviedo, se ve que el rey concedió a los primeros descubridores el terreno desde Maracapana hasta el Cabo de la Vela; así también fueron estos los límites de los Belzares, y erigida Venezuela en provincia, conservó aquel territorio. Corrobora esta idea lo que escribió el célebre granadino José de Caldas sobre la geografía de su país y que publicó en el Semanario de 1808, hablando de los límites de la Nueva Granada dice así: "Toca en la cordillera de Cúcuta, busca las cabeceras del Táchira, sigue su curso hasta su embocadura en San Faustino, atraviesa hasta las montañas de Motilones y Goajiros, y siguiendo estas va a terminar en el Cabo de la Vela."
Debido a que ambas partes interpretaban el principio del uti possidetis de manera distinta, el general venezolano José Antonio Páez formó una comisión para normalizar sus relaciones con la República de la Nueva Granada, particularmente con dos objetivos: la redistribución de la deuda de la Gran Colombia y la celebración de un acuerdo que sellara de manera definitiva la amistad entre ambos países, reglamentara su comercio y fijara formalmente sus fronteras. Es así como el 6 de mayo de 1833 Páez comisiona a su secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores, Santos Michelena, como representante en Bogotá para gestionar estos asuntos ante el gobierno neogranadino. Michelena se presentó ante el presidente de la república, el general Francisco de Paula Santander el 29 de agosto de 1833, quien a su vez designó a su secretario de Interiores y Relaciones Exteriores Lino de Pombo como el encargado de realizar las negociaciones.
Las negociaciones entre ambos países comenzaron el 9 de diciembre de 1833 y culminaron el 14 de diciembre del mismo año, dando como resultado el Tratado Michelena-Pombo, que fue el primer acuerdo internacional entre Colombia y Venezuela. El texto del tratado describía la frontera de la siguiente manera (sic):
Artículo 27. La línea limítrofe entre las dos repúblicas comenzará en el cabo de Chichivacoa en la costa del Atlántico, con dirección al Cerro de Las Tetas; de aquí a la Sierra de Aceites i de este a la Teta Goajira; desde aquí, rectamente á buscar las alturas de los Montes de Oca i continuará por sus cumbres i los de Perijá hasta encontrar el orijen del río Oro, diferente del que corre entre la parroquia del mismo nombre i la ciudad de Ocaña; bajará por sus aguas hasta la confluencia con el Catatumbo; seguirá por las faldas orientales de las montañas, pasando por los ríos Tarra i Sardinata por los puntos hasta ahora conocidos como límites, irá directamente á buscar la embocadura del río de La Grita en el Zulia; desde aquí por la curva reconocida actualmente como fronteriza continuará hacia la quebrada de Don Pedro i bajará por ella al río Táchira; por este seguirá hasta su cabecera i desde aquí por la cresta de las montañas de donde nacen los ríos tributarios del Torbes i Uribante, hasta las vertientes del Nula, i continuará por sus aguas hasta donde se encuentra el desparramadero del Sarare; de aquí se dirijirá al sur á buscar la laguna del Sarare, i rodeándola por la parte oriental seguirá por el derrame de sus aguas al río Arauquita; por este continuará al Arauca, i por las aguas de este hasta el Paso del Viento; de este punto rectamente á pasar por la parte más occidental
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