Revelacion De Totonicapan

REBELACION DE TOTONICAPAN

En los últimos tiempos, la población indígena de Totonicapán ha acaparado la atención por su liderazgo y capacidad de convocatoria frente a decisiones gubernamentales que pudieran afectarles. En los últimos tiempos, la población indígena de Totonicapán ha acaparado la atención por su liderazgo y capacidad de convocatoria frente a decisiones gubernamentales que pudieran afectarles. Sobresale su oposición al desarrollo de industrias mineras o la regulación del uso del agua en su terriotorio.

Parte de la historia de Totonicapán nos dice que éste fue uno de los sitios más importantes del reino k´iche´ antes de la invasión española. Su nombre original es Chuimekená (“lugar sobre las aguas calientes”); Totonicapán es posterior y viene del náhuatl: totonilco que es una toponimia que también se refiere a agua caliente.

En el proceso de configuración de las relaciones políticas, económicas, sociales e interétnicas del país, Totonicapán ha jugado un papel protagónico. Durante la colonia, fue una de las alcaldías mayores, y resalta no sólo por su importancia comercial, sino por ser el centro de levantamientos indígenas contra la dominación española.

De la resistencia al empoderamiento

La resistencia que ha sostenido el pueblo maya k´iche´de Totonicapán, viene desde la lucha de Tecún Umán, en el Valle de Urbina en 1524, contra el invasor español, la insurrección de Atanasio Tzul y Lucas Akiral (o Aguilar), en 1820, contra la Corona Española por el pago de los tributos reales, y la rebelión antidictatorial del “Señor de Chuitamango”, en 1923, que continuó hasta la el triunfo de la Revolución de Octubre.

“La historia de Totonicapán inicia hacia 1610, cuando recupera parte de su territorio perdido, incluso comprando las tierras como es el caso del bosque María Tecún, con 21 caballerías, alrededor del que reconfigura su organización comunal vigente hasta hoy”, dice Gerónimo Tzul, presidente de la Junta de los 48 Cantones de Totonicapán.

Este esfuerzo de los pobladores por conservar sus recursos por años, para abastecerse de madera y leña para sus actividades cotidianas, así como para conservar las fuentes de agua, marca en la actualidad un punto de partida de su oposición a proyectos de ley de explotación minera y administración del recurso hídrico, según Tzul.

No para menos el antropólogo Carlos Ordóñez en su ensayo Relaciones interétnicas en Totonicapán/Chuimekená (1944-2000), señala que Totonicapán es uno de los pueblos que no obstante el proceso de invasión y colonización y del afán incorporativista e integracionista de las políticas indigenistas del período independiente, liberal y moderno, ha sabido continuar su núcleo cultural e identidad étnica.

Organización comunal, el tejido

“El

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