La Revelacion De La Trinidad

LA REVELACION DE LA TRINIDAD

Un “Dios-Papá”

• La venida de Jesús al mundo nos trajo una nueva palabra: “Abba” que significa “Papa”.

Este modo de invocar a Dios, no se encuentra antes de la llegada de Jesús, ya que para los judíos dirigirse así a Dios con una palabra tan sencilla e infantil era una falta de respeto. Por eso es de absoluta novedad la palabra “Abbá” para designar a Dios.

Esta palabra nos refleja como Jesús se dirige al Padre con la confianza ternura e intimidad que un niño pequeño tiene con su papa. A su vez también significa entrega total y amorosa cuando llega la hora de su muerte.

• Jesús al enseñarnos el “Padre nuestro” permite que los seres humanos, simples criaturas de Dios, podamos dirigirnos al Padre con la misma familiaridad e intimidad que tiene el Hijo.

A su vez nos hace “hijos de Dios” al llegar la pascua por medio de la Nueva Alianza. Es por eso que Jesús una vez resucitado nos llama “hermanos”.

• Jesús en la cita del hijo Prodigo nos revela que tenemos un “Dios-Papa” que nos recibe con amor cuando volvemos a Él, nos da confianza para ir a su encuentro a pesar de nuestros pecados. El perdón de Dios nos hace humildes y sobre todo agradecidos.

• Jesús nos va revelando enigmas que estaban ocultas desde la creación del mundo. La Fe ilumina todos los aspectos de nuestra vida y nos hace mas Sabios.

• Saber que Dios es nuestro Papá nos da una fortaleza sobrenatural, que nos permite soportar las pruebas de esta vida e incluso nos hace superar el temor a la muerte. Es por eso que la esperanza nos hace fuertes.

• El amor de Dios nos va transformando profundamente. El que se anima a vivir en Cristo es una nueva criatura. Es decir, lo antiguo desaparece y un nuevo ser se hace presente. A su vez este amor incondicional y universal que Dios tiene por todos nosotros, se va a transformar en nuestro modelo propio de amor fraterno. Es decir, amar al prójimo como a nosotros mismos.

Las palabras de Jesús lo manifiestan como el Hijo de Dios

• Jesús corrige la Antigua Ley promulgando la Ley nueva. Tanto las palabras como sus gestos lo mostraban como una Persona Divina. Al utilizar el pronombre “Yo” nos revela la hondura infinita de su Persona Divina. Ya que los rabinos de aquella época sabían que eran meros discípulo de la Palabra de Dios, por lo cual no podían anteponerse ni retocar la Ley. Jesús al retocar la antigua ley no la deroga sino que la perfecciona.

• Jesús puede decir estas palabras porque es el Hijo de Dios. Su doctrina nueva y su autoridad inaudita comienzan ya a partir de sus doce años de Edad, cuando se manifiesta como el Hijo ante su madre María y José.

• En el Nuevo Testamento jamás se encontrara el verbo “creer” teniendo como sujeto a Jesús. Esto nos refleja que Jesús no es un creyente, sino que es el Hijo que conoce al Padre. A tal punto llega esta comunión del Hijo con su Padre que Jesús proclama “Yo y el Padre somos Uno” ; esto quiere decir que hay una comunión total entre el Padre y el Hijo, lo que no quiere decir que sean una misma persona.

Las obras de Jesús confirman que es el hijo de Dios

• Jesús además de enseñar su nueva doctrina, con sus milagros realiza actos propiamente divinos. Y Jesús para dar prueba de su poder divino, realiza un milagro físico que autentifique el milagro espiritual que es el perdón de los pecados. La curación física que Jesús realiza no esta precedida de ninguna oración, sino que directamente da una orden y el milagro se realiza. Esto demuestra la eficacia absoluta que tiene su palabra.

• Jesús resucita a los muertos por su propia autoridad y poder. A diferencia de Elías o Eliseo que oran a Dios, Dios escucha la oración del profeta y la persona revive.

• Otro milagro que realiza Jesús son las expulsiones de demonios. Es más los mismísimos ángeles no actúan contra Satanás sino que ruegan a Dios, para que lo reprima. Por lo tanto vemos que Jesús vence

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