Segunda Intervención Francesa En México

Segunda intervención francesa en México

¿Influyeron las políticas liberales de Maximiliano de Habsburgo en el fracaso del Segundo Imperio Mexicano?

Introducción

Antecedentes de la guerra

A principios del año 1861 México acababa de salir de una guerra civil que había enfrentado a conservadores y liberales con la consecuente victoria de estos últimos. Tras la guerra, el gobierno tomó la decisión de cancelar el pago de la deuda externa en un intento de lograr la estabilidad y la recuperación del país, sin embargo esta decisión provocó la reacción de los principales acreedores, Francia, España y Reino Unido, quienes exigieron al gobierno mexicano la derogación del decreto. El gobierno de Juárez prometió retomar el pago de la deuda una vez que México hubiese alcanzado la estabilidad económica, pero esto no convenció a las potencias europeas, que firmaron la Convención Tripartita en Londres para intervenir militarmente en México.

Sin embargo, el no pago de la deuda fue tan solo un pretexto. La verdadera motivación para intervenir en México era la lucha hegemónica por la política internacional, tanto Francia como España tenían planes monarquistas para México, aunque sería el primero quien terminaría materializándolos. Finalmente las tropas de las potencias europeas arribaron a Veracruz en 1862 a pesar de que el gobierno mexicano acabó por derogar la Ley de Suspensión de Pagos.

El panorama cambia cuando el 6 de marzo del mismo año llegan refuerzos franceses enviados por el emperador Napoleón III a modo de apoyo a las tropas que ya se encontraban allí. Junto a ellos llegó Juan N. Almonte, una figura altamente representativa de los monarquistas mexicanos, acompañado de otros miembros del partido conservador que volvían de Europa. Al llegar a México, los conservadores pusieron las cartas sobre la mesa y declararon abiertamente su intención de establecer una monarquía bajo la protección de Francia. Dadas las nuevas circunstancias la alianza ya no tenía razón de ser y las tropas británicas y españolas abandonaron México.

Tras la partida de las tropas española y británica, los franceses, apoyados por los mexicanos conservadores, comenzaron su avance militar.

Desarrollo del conflicto

Por entonces se desconocía si Francia quería ayudar a los conservadores en contra de los liberales o si simplemente trataba de subyugar al país, esto provocó disparidad de reacciones entre los conservadores, que se debatían entre la independencia de México y la conquista de una potencia extranjera. En su odio a Juárez, la mayoría de los conservadores aceptaron a los franceses como aliados en contra del yugo liberal, otros por el contrario decidieron sumarse a los que estaban luchando contra los invasores.

Una de las primeras batallas del conflicto y la más famosa fue la Batalla de Puebla, donde los mexicanos lograron la histórica victoria del 5 de mayo. Sin embargo, esta victoria, que supuso un triunfo altamente significativo para los mexicanos y que dejó herido el orgullo francés, no fue definitiva. Los franceses y sus aliados conservadores fueron más cautelosos tras su derrota en Puebla y acumularon una serie de triunfos frente a los republicanos en batallas posteriores.

Puebla fue sitiada en marzo de 1863 y se rindió al enemigo dos meses después, esta noticia llevó al gobierno de Juárez a abandonar la capital y a trasladarse a San Luis Potosí. Las tropas invasoras entraron en la capital el 10 de junio y no tardaron en establecer una Asamblea de Notables como gobierno provisional hasta la llegada de Maximiliano de Habsburgo, quien había de ocupar el trono de México como príncipe elegido por Napoleón III.

Por su parte, el gobierno republicano de Juárez adoptó un estilo de vida nómada desplazándose cada poco tiempo de ciudad en ciudad, cada vez más al norte. Los republicanos no lograron la resistencia deseada, ya que algunos estados habían reconocido al imperio y otros se adherirían a este poco después. Los estados aún fieles a Juárez combatían desesperadamente para resistir a las tropas francesas, que ya habían ocupado el resto del territorio de la República. A finales de mayo de 1864 y en medio de este caos, Maximiliano de Habsburgo llegó a México.

Llegada de Maximiliano a México

La corona de México fue ofrecida a Maximiliano de Habsburgo por iniciativa de Napoleón III y se hizo efectivo tras la firma del Tratado de Miramar el 10 de abril de 1864. Maximiliano era fruto de las ideas liberales europeas del S.XIX, estaba a favor de establecer una monarquía limitada en la que el rey compartiera el poder con un Congreso elegido de forma democrática.

A su llegada a México, Maximiliano se encontró con que el gobierno republicano aún controlaba el norte del país y que las guerrillas mexicanas luchaban contra los invasores. Obviamente no logró atraer a Juárez a su lado, pero sí que lo logró con algunos liberales que habían preferido permanecer en la capital durante la ocupación francesa.

Posicionamiento ideológico

Los conservadores mexicanos de la capital esperaban que Maximiliano y los franceses abolieran todas las leyes confiscatorias y devolvieran los bienes nacionalizados que Juárez había confiscado a la Iglesia tras la guerra civil. Sin embargo, los conservadores nunca llegarían a ver sus esperanzas cumplidas en cuanto Napoleón III decidió adoptar un programa liberal que Maximiliano tenía la obligación de cumplir por el acuerdo firmado en Miramar en 1864; y, de todos modos, las inclinaciones liberales de Maximiliano eran de sobra conocidas.

Además, Maximiliano rechazó el apoyo de los conservadores y envió a Miramón, su líder más conocido, fuera del país, logrando así nombrar un gabinete formado casi exclusivamente por liberales.

Reformas liberales

Maximiliano llevó a cabo un proceso de reformas que mostraban su clara posición liberal respecto a algunos asuntos. En el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano, firmado por el emperador en el primer aniversario de haber aceptado la corona, declaró la libertad de cultos como uno de los derechos del hombre y garantizó la igualdad ante la ley a todos os habitantes del imperio. Es más, mientras que el régimen liberal nunca había promulgado una ley que prohibiera el peonaje por deudas, Maximiliano estableció la libertad de trabajo y el derecho

...