ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sociologia Y Antropologia Del Arte


Enviado por   •  27 de Mayo de 2015  •  1.504 Palabras (7 Páginas)  •  321 Visitas

Página 1 de 7

“Sociología y antropología del arte”- EL ARTE COMO SISTEMA CULTURAL- de Cliffoes Geertz.

Se dice que es difícil hacer comentarios sobre el arte.

La percepción de que hay algo importante en cada obra particular o en las artes en general impele a la gente a hablar (y a escribir) incesantemente sobre estas. Las cosas que tienen un sentido para nosotros, no pueden abandonarse, como si flotasen en la mera trascendencia, y por eso describimos, analizamos, comparamos, juzgamos la forma, la percepción, la función social; también por eso consideramos que el arte es un lenguaje, una estructura, un sistema, un acto, un símbolo, un modelo de sensaciones; finalmente, por eso empleamos metáforas científicas, espirituales, tecnológicas, políticas.

Hasta cierto punto, el arte se describe en todas partes por medio de lo que podrían llamarse términos profesionales como relaciones cromáticas o formas prosódicas. Esto resulta particularmente cierto en Occidente, donde temas como la armonía o la composición pictórica se han desarrollado hasta alcanzar el estatuto de ciencias menores, la evolución moderna hacia el formalismo estético, representado paradigmáticamente en la actualidad por el estructuralismo y por aquellas variedades de semiótica que tratan de imitar su ejemplo.

En la era moderna y en Occidente ciertas personas se las han arreglado para convencerse a sí mismas de que el debate técnico sobre el arte es suficiente para una comprensión completa de este, el secreto del poder estético está localizado en las relaciones formales entre los sonidos, imágenes, volúmenes, temas o gestos.

La concepción que un pueblo tiene de la vida aparece en muchos otros ámbitos de su cultura, no solo en su arte. Aparece en su religión, en su moralidad, en su ciencia, en su comercio, en su tecnología, en su política, en sus diversiones, en su derecho, incluso en la forma en que organizan su existencia práctica cotidiana. PRETENDE SITUAR AL ARTE EN EL CONTEXTO DE ESAS OTRAS EXPRESIONES DE LA INICIATIVA HUMANA.

Esto implica que la definición del arte de cualquier sociedad nunca es completamente intra-estética.

Otorgar a los objetos de arte una significación cultural, es siempre un problema local; sin importar cuán universales puedan ser las cualidades intrínsecas que le otorga su poder emocional, el arte no significa una misma cosa en la China clásica que en el Islam clásico, entre los indios pueblos del suroeste de EEUU que en las tierras altas de Nueva Guidea.

El arte no-occidental, y particularmente del llamado “arte primitivo”, el que conduce al comentario tantas veces escuchado de que los pueblos de tales culturas ‘no reflexionan, o no lo hacen demasiado bien’. Lo que se quiere señalar es que no hablan de su arte del modo que lo hace el observador, es decir, que no reflexionan sobre sus propiedades formales, su contenido simbólico, sino de forma lacónicas y cripticas como si tuviesen escasas esperanzas de ser comprendidos.

El autor pone como ejemplo a los escultores yorubas, quienes tienen un vocabulario de categorías lineales que emplean coloquialmente para una serie de intereses más amplios que la escultura, es desarrollado y extensivo. Los yorubas no solo granas líneas sobre sus estatuas, cerámicas y cosas así, sino que lo hacen sobre sus caras. El corte, de profundidad, dirección y longitud variables, practicado en sus mejillas.

Los yorubas asocian la línea con la civilización. ‘Este país ha conseguido civilizarse’ significa literalmente en yoruba ‘que esta tierra tiene líneas sobre su cara’.

Estudiar una forma de arte significa explorar una sensibilidad, que una sensibilidad semejante es esencialmente una formación colectiva y que los fundamentos de esa formación son tan amplios y profundos como la existencia social, esto no solo nos aleja de la idea de que el poder estético sea una enfatización de los placeres de la técnica artística. Asimismo, nos aleja de una idea que suele considerarse funcionalista, que las obras de arte son mecanismos complejos para definir las relaciones, sostener las normas y fortalecer los valores sociales.

La conexión fundamental entre el arte y la vida colectiva no reside en semejante plano instrumental, sino un plano semiótico. Los apuntes de color de Matisse y las convenciones sobre la línea de los yorubas no consagran una estructura social, ni tampoco promueven doctrinas útiles. Materializan un modo de experiencia y subrayan una actitud particular ante el mundo de objetos, para que los hombres puedan así escudriñar en él.

EN LA PAGINA 5, SEGUNDO PARRAFO DICE ALGO MUY

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com