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ARNALDO CORDOVA La Política De Masas Del Cardenismo


Enviado por   •  16 de Junio de 2013  •  2.094 Palabras (9 Páginas)  •  2.769 Visitas

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ARNALDO CORDOVA

La política de masas del cardenismo

Durante mucho tiempo después de concluida la lucha armada, las fuerzas políticas organizadas con que la revolución pudo contar efectivamente se reducían al ejercito y a la burocracia. Las masas trabajadoras no fueron integradas al aparato político como fuerzas propias sino hasta la llegada de cárdenas al poder. Desde luego, las masas dieron siempre un apoyo decisivo al régimen revolucionario. En las revueltas de 1923 y de 1929, la adhesión de los trabajadores rurales y urbanos prácticamente salvo al poder revolucionario de su disolución.

Cárdenas transformo la política revolucionaria en política de masas, es decir en verdadera política, pero no olvido que en última instancia, el estado dependía de su ejército y de su burocracia. Lo importante era asegurarles una condición material y política por la que se sintieran satisfechas y dispuestos a defender como suyo al régimen establecido. Con respecto a los burócratas no podía ignorar que el éxito de su política de masas dependía del modo en que ellos atendieran las peticiones de los trabajadores. Tuvo que llevar a cabo su programa de reformas limitado y no pocas veces obstruccionalizado por la ineficacia, la impericia y la mala fe de una burocracia acostumbrada al oportunismo y la corrupción de la política personalista. Su anhelo era también llevar su política de masas a la burocracia.

En 1937 el general Cárdenas produjo un documento con el cual se proponía la sindicalización de los trabajadores al servicio del gobierno federal y la elevación a norma jurídica de los derechos de tales servidores públicos entre los que se contaba la huelga. El que se concediera la sindicalización a los empleadores estatales les reconociera el derecho de huelga, sencillamente horrorizo a buena parte de los círculos gobernantes.

Cardenas tomo la cuestión con la mayor tranquilidad: la huelga no significa un estado de guerra, sino que era una prueba de fuerza en una relación pacifica, aunque contradictoria entre dos entidades que previamente habían adoptado como principio rector el de su necesaria coexistencia, era previsible en todas sus partes.

Pocas medidas de las muchas tomadas por cárdenas para lograr la organización de los diferentes sectores sociales tienen el franco carácter demagógico de la ley de los empleados públicos. En un régimen autoritario como el que emano de la revolución mexicana y que el propio cárdenas estaba convirtiendo en una entidad con poderes colosales, una iniciativa como esta aparecía como un alarde inútil y excesivo que no correspondía a la realidad política del momento. Cárdenas comprendió perfectamente que la organización de los empleados no podía sino fortalecer el control de los mismos y la fidelidad al régimen. Una huelga de burócratas era sencillamente impensable; por eso resultaba demagógico concederles el derecho de ejercerla. Tardo un año aproximadamente en el congreso antes de ser aprobado el estatuto de los trabajadores al servicio del estado, entro en vigor en septiembre del 38. Mientras tanto cárdenas tuvo tiempo para organizar a los empleados y de incluirlos en la estructura del partido oficial que desde marzo se había convertido en partido de la revolución mexicana.

Al mismo tiempo que se ocupaba de los obreros, los campesinos y los burócratas, cárdenas no descuido al ejercito. Se trataba mas bien de hacerlo coincidir en sus intereses con la línea de masas adoptada por el gobierno, liquidar los obstáculos que se seguían oponiendo a su plena institucionalización, mejorar sus condiciones de vida y elevar su nivel profesional.

Cárdenas ha hecho grandes esfuerzos para limpiar de oficiales reaccionarios la máquina militar. Sin embargo el ascenso es siempre lento para los hijos del proletariado. Los oficiales superiores pertenecen al ejército regular y los inferiores no lo son por elección, sino por nombramiento.

Cárdenas fue incansable en el esfuerzo por mantener una buena imagen del ejército ante los trabajadores, como una institución a la que se debía la revolución y de cuya existencia dependía el que México pudiera progresar.

Trato en todo momento, de que sus mensajes al ejercito y sus compromisos de mejorar su situación aparecieran claramente dirigidos a la masa de los soldados y clases, dejando entender al mismo tiempo, que su dialogo no era con los generales o los oficiales. Para cárdenas el soldado era un trabajador mas cuyas existencias eran difíciles y cuya función era la de mayor responsabilidad que podía desempeñar un ciudadano.

Para 1935 muchos generales habían perdido su convicción revolucionaria. Muchos se volvieron ricos y por lo mismo opuestos a nuevas reformas económicas y sociales, sentían que la fase radical de la revolución había pasado que era hora de las consolidaciones y que en esta etapa a ellos tocaba seguir siendo los dueños del país.

Para someter a los políticos y a los empresarios cárdenas había movilizado a los trabajadores, para sostener o mantener quietos a los generales intentaba apoyarse en los soldados, las clases y los oficiales jóvenes.

La inserción de los militares en el PRM como sector especial de carácter estamental, sirvió por un lado para neutralizar el empuje de los obreros y los campesinos y su peso dentro de la nueva organización del partido. Pero por otro lado pretendía poner un freno al ejército mismo dándole la responsabilidad de su participación en la política activa y al mismo tiempo poniéndolo en igualdad de circunstancias y posibilidades con los demás sectores sociales. Por su puesto más que a la institución Armada como tal la medida afectaba a los altos jefes del ejército.

La conversión corporativista del partido oficial

El proceso de organización y unificación de los trabajadores quedo concluido en 1938, con la transformación del partido oficial y la unificación nacional de los campesinos. Con el plan sexenal se había recobrado la herencia ideológica reformista de la revolución; con la transformación del PARTIDO NACIONAL REVOLUCIONARIO en partido de la revolución mexicana, se ligaba muy estrechamente a las masas trabajadoras al estado de la revolución, organizándolas como fuerza política en cuyo nombre se iba a gobernar en adelante.

La institucionalización de la vida económica, política y social o en otras palabras, la conversión de las relaciones sociales en relaciones permanentes y habituales, debía pasar en México a través de la organización de todos los sectores sociales, pero básicamente de las masas populares y ello habría de conducir a la erradicación del juego individualista.

Hacia fines de 1937 el proceso de organización

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