ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

América Latina


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2013  •  2.153 Palabras (9 Páginas)  •  257 Visitas

Página 1 de 9

EL GRAN FENÓMENO DEL ESPEJISMO SOCIAL

En la actualidad, es de suma importancia reconocer el efecto no sólo económico y político de la globalización y del sistema de producción capitalista en los diferentes países, sino también la huella que esta ha dejado en su cultura y en los discursos de las distintas instituciones que pertenecen y que de cierta forma determinan el accionar y el código moral de esas sociedades. Cabe destacarse la importancia del concepto de espejos que provee Boaventura de Sousa Santos en este análisis, no obstante, me basaré de igual manera en los aportes de Eric Hobsbawm, Gonzalo Sánchez y María Elena Casaús, con el fin de poder relacionar el aporte de Sousa con las problemáticas sociales e históricas trabajadas por los otros autores.

Hobsbawm trabaja la influencia de las guerras y de eventos de carácter político del siglo XX, con el propósito de determinar qué curso tomará el siglo XXI; Sánchez desmiente el concepto históricamente estereotipado de bandolero, definiéndolo nuevamente basándose en distintos hechos históricos y mostrándolo como un actor importante en las manifestaciones del pueblo, ya que se comportan como portavoces del descontento social; finalmente, Casaús trabaja la construcción de la mujer conforme a la influencia del liberalismo, del romanticismo y del catolicismo en Centro América, específicamente en Guatemala.

Los aportes anteriormente mencionados están relacionados de manera directa con elementos que han sido incorporados al imaginario en el cual hemos estado sumergidos desde pequeños, mediante la influencia directa del aparato educativo, religioso y familiar, el cual ha inculcado alrededor del mundo gracias a la globalización. Sousa indica que a partir de estos espejos, percibimos al resto de personas (o países) y hasta a nosotros mismos. De esto es que el aporte de Sousa es de suma importancia, ya que, al describir las principales tesis de los autores mencionados anteriormente, mi propósito será el de identificar si existen de cierta forma espejos en las propuestas de los autores. Primeramente trabajaré con el aporte de Casaús, posteriormente con el de Sánchez y, finalmente, con el de Hobsbawm.

En su obra, El Lenguaje de los ismos: Algunos conceptos de la modernidad en América Latina, Casaús (2012), señala al lenguaje como un vehículo a partir del cual se construyen los imaginarios colectivos, las representaciones de las identidades, y sobre el cual se cimentan las prácticas sociales e institucionales (p. 126). Es por esto que gradualmente, conforme ha avanzado el tiempo y los países están cada vez más cerca del afamado “progreso”, las construcciones de las figuras de los grupos que conforman a la sociedad, han ido cambiando, adaptando dichas figuras al entorno en el que se deben desenvolver. Por esto es que si se compara el rol y las áreas en las que se podía desempeñar la mujer en el siglo XIX, con las capacidades de las mujeres del siglo XXI, se encontrará una gran diferencia, primordialmente causada por la influencia de la globalización en la construcción del nuevo imaginario referente a la mujer. Hobsbawm señala que la emancipación de la mujer no tiene mejor indicador que el hecho de que las mujeres hayan igualado o incluso superado a los hombres en su nivel de estudios, no obstante, en muchas regiones del planeta (específicamente en aquellas que han sido renegadas por las potencias), esta situación no es más que un mito.

Esta autora además señala que los acontecimientos que se producen en el seno de una sociedad no adquieren relevancia hasta que los diferentes actores individuales o colectivos los organizan e interpretan de una forma particular, hasta que se articulan de una manera lingüística precisa utilizando las herramientas conceptuales disponibles en cada momento (p. 130). Casaús posteriormente añade que la excepcionalidad del liberalismo, del catolicismo y del romanticismo radica en la forma específica en la que se articularon en un nuevo discurso identitario que consiguió dotar de significados nuevos a los propios términos en torno a los cuales se articuló dicho discurso, fueran éstos nación, política, cultura, virtud, mujer o femineidad. (p. 146). De estos puntos parte la importancia del discurso en la formación de los imaginarios sociales, y por ende, de los espejos de la sociedad, mencionados por Sousa.

Es mediante los espejos que se transmite a la población las formas de pensar, reaccionar y de actuar específicas ante las situaciones. Estos espejos, como se mencionó anteriormente, nos han sido inculcados gracias a la (omni) presencia del aparato educativo, de la religión y la familia en la vida de las personas, específicamente en las etapas de infancia y juventud. El sistema de producción capitalista (aliado con algunas instituciones sociales), desde su nacimiento, se ha enfocado en crear, por decirlo así, una cultura de masas, en la cual los individuos sean pasivos y no busquen rebelarse contra el sistema, esto mediante la imposición de miedos irracionales en la población.

Tal y como menciona la autora, la gran importancia en América Central del liberalismo, del catolicismo y del romanticismo radica en que han sido los principales elementos en la articulación de en un nuevo discurso identitario, el cual le ha servido a los distintos países para definir sus rasgos y diferenciarse de otros países. Hobsbawm señala que este discurso identitario, junto con la inversión estatal en programas que favorezcan a la población, son los principales elementos que favorecen que los civiles quieran dar su vida a la patria y unirse al ejército.

Es mediante esta construcción del discurso identitario que se identifica, aún dentro del propio país, los colectivos sociales que van en pro del progreso, los cuales serían las clases gobernantes, los grandes empresarios y, ambientándolo en Costa Rica, las familias que una vez fueron oligarcas, y, los colectivos que no colaboran con el progreso, siendo éstos, las minorías étnicas y demás colectivos marginados a lo largo de la historia.

Por ejemplo, en la obra El desarrollo de la sociedad criolla en Jamaica, Alonso (2011), hace un estudio de la cultura popular de los esclavos llevados de África a Jamaica. La experiencia traumática de los esclavos no los separó de sus tradiciones, de hecho se fue desarrollando en el Caribe. Esta herencia resiste en la profundidad de las tradiciones caribeñas. Al ser esclavos dominados por ingleses, su idioma era el inglés ya que así lo demandaban sus conquistadores; no obstante, los esclavos tenían su forma de hablar inglés, diferente en ritmo, timbre y con explosiones sonoras, y fue propagada por el Caribe.

Cairo (2008), en su artículo “América Latina, una y diversa”, menciona que además de las claras diferencias

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com