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Antihistoria de mexico


Enviado por   •  6 de Enero de 2017  •  Ensayos  •  1.595 Palabras (7 Páginas)  •  281 Visitas

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En este capítulo llamado "el cuerpo de los condenados" del libro Vigilar y Castigar, Foucault nos relata un hecho ocurrido en Paris donde un sujeto llamado Damiens es condenado públicamente con varias formas de tortura, como fueron llevar un hacha de cera encendida, a tenacearle múltiples partes del cuerpo donde después se le puso plomo derretido, hasta llegar al punto donde lo descuartizaban por medio de caballos jalándolo desde sus extremidades,  aunque dicho acto según se relata resulto difícil y se le termino desmembrando los muslos y las coyunturas con hachas. Después de que el condenado fue despedazado se quemaron sus partes en una hoguera.

"Aseguran que, aunque siempre fue un gran maldiciente, no dejó escapar blasfemia alguna; tan sólo los extremados dolores le hacían proferir horribles gritos y a menudo repetía: 'Dios mío, tened piedad de mí; Jesús, socorredme.” (Focault, 1975, p.6)

En este párrafo podemos observar que cuando llega la hora de cumplir un castigo, llega el arrepentimiento, las ganas de querer retroceder el tiempo y de no haber cometido alguna atrocidad que los llevo hasta ese punto, y de esto podemos decir que es de lo que aprende la sociedad, en especial en esa época donde los castigos se hacían públicos para que la gente entendiera el dolor que podrían tener si llegaran a cometer un delito, hasta el punto de llegar a la muerte.

Tres cuartos de siglo más tarde se implementa el nuevo reglamento redactado por Léon Faucher "para la Casa de jóvenes delincuentes de París" que contaba con 28 artículos donde se le imponían reglas a los reos donde tenían horarios específicamente para todas sus actividades.

En dicho reglamento se especifican dos apartados que en mi opinión resultan ser muy importantes e interesantes; escuela y trabajo. Ya que aun estando presos se les va inculcando el trabajo en distintos talleres y talvez de esta manera al salir de la prisión analicen que no tienen por qué robar y pueden hacer las cosas de manera honesta, trabajando y ejerciendo las habilidades que les enseñaron a dentro. El otro punto es la escuela, ya que seguramente muchos de los que se encontraban en la cárcel no sabían escribir ni leer y por eso quizás no conseguían trabajo y llegaban a cometer delitos. El conocimiento y el tener habilidades desde mi perspectiva te puede llevar a otro camino en la vida.

En esta época se dice que cambio la manera de ver el “castigo”, la teoría de ley y de delito, se implementaron varias reformas a la manera de hacer justicia en todo Europa y Estados Unidos, con una gran justificación: La moral. Lo que hiso que la justicia penal diera un cambio de 360 grados.

Una de las modificaciones más drásticas sin duda fue la desaparición de los suplicios, los castigos se volvieron menos físicos, y en contraste con lo que sucedía en épocas pasadas había bastante discreción a la hora de castigar, ya que antes hacer justicia era meramente hacer un “espectáculo” ante los ojos del pueblo, cuerpos descuartizados, rostros marcados, personas expuestas vivas o muertas como ejemplo. Todo eso había desaparecido y el cuerpo humano dejo de ser el blanco de la represión penal.

“La retractación pública en Francia había sido abolida por primera vez en 1791, y después nuevamente en 1830 tras un breve restablecimiento; la picota se suprime en 1789, y en Inglaterra en 1837. Los trabajos públicos, que Austria, Suiza y algunos de los Estados Unidos, como Pensilvania, hacían practicar en plena calle o en el camino real —forzados con la argolla de hierro al cuello, vestidos de ropas multicolores y arrastrando al pie la bala de cañón, cambiando con la multitud retos, injurias, burlas, golpes, señas de rencor o de complicidad—se suprimen casi en todas partes a fines del siglo XVIII, o en la primera mitad del XIX.” (Foucault, 1975, p.11)

Tomando este párrafo como referencia, las personas dejaron de ver el castigo como algo teatral, hasta llegar al punto donde sí se castigaba por medio de la violencia lo veían inhumano, las ceremonias penales dejaron de ser comprendidas, donde las personas ya sea el verdugo, los jueces etc, se veían emparejados con el delincuente, donde el delito que se castigaba, llegaba a ser igual de salvaje que el castigo. Violencia reparándose con más violencia.

Desde ese momento se pedía que el castigo fuera eficaz no fatal, que no importara lo visible que fuera si no que se analizara la verdadera incertidumbre de ser castigado, de ser privado de libertad; debía ser algo meramente moral, no dejar de cometer actos delictivos para no pasar por actos salvajes, si no saber diferenciar en que está bien y en que está mal, y como decía Platón en Protágoras el castigo persigue una finalidad: educar, ser virtuoso; castigando a alguien no eliminas la acción que hiso, si no ayudas a que en el futuro no la vuelva a cometer.

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