Análisis Documental "estado De Miedo"

El documental llamado “Estado de Miedo”, nos muestra la realidad vivida en Perú durante 20 años entre las décadas del 80 y 90. Una realidad que se muestra en un principio oculta para las clases más acomodadas de dicho país, pero que con el tiempo se transformó en uno de los hitos que marcó la identidad de su pueblo en el siglo XX y se logra conectar fácilmente con los sucesos que se desarrollaron a lo largo de Latino América en el mismo siglo, principalmente el movimiento zapatista y la dictadura militar chilena.

El conflicto se centra básicamente en el surgimiento de un movimiento llamado “Sendero Luminoso”, el desarrollo de éste y en la respuesta que obtuvo por parte del Estado peruano, involucrando a todos los grupos sociales, como la policía, agentes de gobierno y por sobre todo civiles que resultaron ser los más perjudicados. Es importante contextualizar en primer lugar, las circunstancias en las cuales surgió este movimiento para así entender los fundamentos de su lucha.

Para principios de la década del 80, Perú era un país que albergaba una gran división entre la población blanca (y mestiza), que residía principalmente en Lima, y la población indígena, la cual constituía según el documental casi la mayoría de la población nacional. Consciente de esto, un profesor de escuela llamado Abimael Guzmán, y con apoyo de sus estudios maoístas en China, se propone iniciar un movimiento para reivindicar los derechos de los indígenas y campesinos olvidados en los sectores rurales del país. A partir de ese momento, se empieza a extender rápidamente la agrupación que se denominó “Sendero Luminoso” a las afueras de la capital y sobre todo en sectores aislados de Perú.

Además de la exclusión social o incluso racial que se presenta como parte del origen del movimiento político – social del que hablamos, el documental trata los temas de la violencia, terrorismo, violación a los derechos humanos y abuso de poder por parte del Estado entre otros.

Llama la atención la rápida expansión del movimiento liderado por Guzmán y los actos violentos que sus adherentes llevaban a cabo en contra de civiles que no se mostraban dispuestos a seguir el camino que “Sendero Luminoso” proponía. Estas características que marcaron a esta organización terrorista (categorizada así en virtud de los actos que realizaban), pueden encontrar respuesta, a mi entender, en las condiciones en las que habían estado viviendo los campesinos e indígenas de Perú, en donde la falta de oportunidades en comparación con los habitantes mestizos y blancos de la capital, los llevaba a una inevitable exclusión social.

Dicha falta de oportunidades y situación de desamparo en la propia tierra de los grupos indígenas afectados, eran los elementos perfectos para mezclarlos con los ideales marxistas, leninistas y maoístas de “Sendero Luminoso” y obtener como resultado un movimiento popular contra los que consideraban como los “enemigos”, quienes vendrían siendo aquellos que se encontraban en poder del país y eran responsables de sus desgracias. A estos adherentes, se les presentaba finalmente la violencia como única forma posible de hacer caer a las clases más acomodadas y dejar el poder del país en manos de los campesinos indígenas. Como consecuencia de esto, se empezaron a producir un sinfín de violaciones a los derechos humanos de civiles que no querían pertenecer a esta lucha liderada por Guzmán o que simplemente les tocaba sufrir injustamente los actos de violencia de Sendero. Este último tema, ocupa gran parte de la trama del documental y se destaca el trabajo realizado por “La Comisión de la Verdad y Reconciliación” al buscar poner de manifiesto los actos ocurridos durante 20 años de conflicto y violencia.

Este último elemento, es lo que instantáneamente se puede vincular con la propia historia chilena en conjunto con la vulneración a los derechos humanos, los cuales fueron los fundamentos del origen de dicha Comisión.

Si bien el “Estado de Miedo” vivido en Perú tuvo fundamentos ideológicos distintos a lo vivido en 1973 en Chile y que dio paso a la violación de derechos fundamentales de muchísimas personas, ambas experiencias comparten diversas similitudes.

Por un lado, ambas experiencias se desarrollaron dentro de décadas cercanas entre sí. En el caso de Chile se abarcaron las décadas del 70 y 80 (desde 1973 hasta 1990 para ser más precisos) y en el caso de Perú se alcanzaron las décadas del 80 y 90. Adicionalmente, en ambos países se han propuesto proyectos para no olvidar la historia vivida y aprender de las experiencias traumáticas por las que tuvieron que vivir cada país. En el caso de Perú, la ya nombrada “Comisión de la Verdad y Reconciliación” surgió con el propósito de rescatar los relatos de los que no habían sido escuchados y de esta forma dar a conocer al país y al mundo los actos de lesa humanidad ocurridos en territorio peruano. En Chile por otro lado, diversos proyectos se han desarrollado con la intención de esclarecer lo sucedido en los 17 años del Régimen Militar en relación a las violaciones a derechos humanos también experimentados, destacando el “Museo de la Memoria”.

Pero eso no es todo, en los dos casos, tuvo participación el gobierno correspondiente a cada país, los cuales tuvieron características autoritarias en cuanto su forma de actuar, provocando una profunda sensación de temor dentro de la población. Por un lado, el documental trata el tema de abuso de poder del Presidente Alberto Fujimori al vulnerar derechos fundamentales en su intento tanto de terminar con el terrorismo llevado a cabo por “Sendero Luminoso” como por perdurar en el poder, en lo que muchos califican como un gobierno autoritario que duró 10 años. Una década anterior a dicho gobierno, Chile se encontraba también bajo un régimen autoritario desde el año 1973 en donde se impusieron los ideales de un sector político de forma contraria a la democracia, imponiendo reglas muchas veces arbitrarias y violando de forma clandestina derechos humanos de miles de personas, lo cual sin duda dejaba un ambiente de tensión, incertidumbre y

...