Armas, germenes y acero (documental)

Jared Diamond, es profesor en la UCLA, biólogo por formación y especialista en fisiología humana, el estudio de las aves es su pasión. A sus 26 años viajo a Nueva Guinea y le encanto observar a las aves en ese lugar, al mismo tiempo en el que se fue interesando por la gente que ahí habitaba. Cada vez conocía más sobre su cultura y forma de vida, se dio cuenta que esa gente tiene habilidades para sobrevivir en lugares como la selva con sus propias manos y uno de los habitantes de nombre Yali le hizo planteo a Diamond la pregunta de qué ¿Por qué los hombres blancos tienen tanto cargo y los guineanos tan poco? Diamond en un principio creyó que la respuesta seria simple, sin embargo le tomo 30 años contestarla. A partir de ese momento se adentró en la investigación sobre el origen de las desigualdades en la humanidad.

Para Diamond todo comenzó cuando las primeras personas que habitaron la tierra pasaron de ser nómadas a crear las primeras civilizaciones establecidas en donde en vez de buscar el alimento, ellos lo traían a sí mismos, todo esto con el descubrimiento de la agricultura, en un principio, la cual se concentraba en trigo y cebada ya que eran las plantas con mayores nutrientes para las personas, esto es claramente crucial para para la desigualdad y después con la ganadería pudieron complementar esta nueva forma de vida, y no era necesario ir a cazar, además que ambas actividades se beneficiaban entre sí, cuando se terminaba la cosecha, los animales podían comer de los sobrantes y los deshechos de estos servían como estiércol a las plantas para fertilizarlas, los animales que servían como fuerza muscular ayudaban a los arados en la tierra y así a aumentar los cultivos, igualmente utilizaban la piel, la lana y su carne de estos animales que podían ser domesticados, que bien, solo podían ser animales herbívoros ya que los carnívoros significaba la crianza de más animales para poder alimentarlos, y tenían que ser animales dóciles para facilitar la domesticación, y la gente tomaba el control de la alimentación de estos animales, donde vivían y su reproducción. Esto inició en el Medio Oriente el cual fue denominado como el Creciente Fértil, con sus animales nativos como el borrego, los bueyes, las ovejas, cabras, y por razones geográficas estos conocimientos se fueron expandiendo hacia el este desde la India y el oeste en Europa y África del Norte ya que compartían la misma latitud y esto significaba que tienen el mismo clima, vegetación y duración del día.

En Papua Guinea también practicaban la agricultura pero a diferencia de Euroasia, debido a la suerte geográfica, únicamente podían tener en sus tierras Palmera Sagu Silvestre, la cual no proporciona las calorías suficientes, es bajo en proteínas y no puede ser almacenado por mucho tiempo, además que el trabajo de extracción  es muy duro por tan poco alimento. También tenían taro y cultivaban bananas pero también tenían deficiencia proteica. Así que para compensar un poco las proteínas, algunos habitantes optan por alimentarse de arañas gigantes que hay en la zona, entonces según Diamond, la gente de Nueva Guinea seguía siendo pobre a pesar que llevaba el mismo tiempo de cultivo que la gente del Medio Oriente por simples factores geográficos, ya que ellos al no estar rodeados de cereales y animales no pudieron aumentar su civilización. Y la expansión no llego a estas zonas montañosas por no compartir la misma latitud.

Las culturas europeas llevaron parte de estos materiales a América durante las colonizaciones. Francisco Pizarro fue uno de los más importantes conquistadores de América, ya que el queria apoderarse de las tierras del sur de este continente, en Perú. Antes de esto, el paso su niñez en Trujillo, España trabajando como cuidador de cerdos en los campos cercanos.

Pizarro y sus hombres en busca de territorios desconocidos logro encontrarse con el gran imperio de los Incas, para estos últimos, los hombres blancos eran totalmente desconocidos no sabían que era lo podían hacer y creían que eran dioses, al informarle al emperador sobre la llegada de estos hombres, decide verlos en la plaza pero llega con sus hombres desarmados ya que creía que podría derrotarlos y entonces su gente lo adoraría más, y aunque los incas superaban a los españoles en número, Pizarro y sus hombres lograron vencerlos con las tecnologías que llevaban desde Europa que eran los caballos, las espadas y las armas de fuego, ningún inca tenía conocimiento de alguna de estos armamentos, para ellos todo era muy novedoso.

 Incluso la escritura era desconocida para los Incas, a pesar de que en culturas de América del Norte, como la maya,  ya habían creado un tipo de escritura, esta no pudo ser expandido porque de acuerdo a Diamond, la forma de los continentes era la que afectaba. En Eurasia se logró la expansión de este-oeste y en América eso no podía ser posible porque la extensión era de norte a sur, entonces las latitudes no eran las mismas, así que no compartían clima, vegetación o duración de los días así que según esta explicación, esa es la razón por la cual no se pudieron expandir las culturas y sus conocimientos entre el continente.

La estrategia también fue uno de los factores del éxito en la conquista del territorio de los Incas por parte de Pizarro, la cual fue inspirada en un libro que relata la historia de la conquista de Hernán Cortez en México y que había funcionado, entonces Pizarro quería ensayarlo con los Incas.

Además de esas letales armas para las personas de Sudamérica, la gente de Europa llevo consigo otra arma que le ayudo mucho para poder derrotar a muchos indígenas nativos, que eran los virus, especialmente el de la viruela. Los europeos al convivir con sus animales del ganado fueron desarrollando una especie de inmunidad ante esta enfermedad y cuando se dio el primer brote de epidemia por viruela fue en el nuevo mundo, ya que ninguna persona había estado cerca de esos animales y a su vez con el virus. Esa fue una gran ventaja para los europeos y se piensa que pudo haber habido una población de 20,000,000 nativos americanos y tal vez el 95% murió a causa de las enfermedades, pero aún sigue el debate del número de indígenas fallecidos durante la conquista de España en el Nuevo Mundo.

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