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Asesinas Nazis ensayo


Enviado por   •  12 de Junio de 2016  •  Ensayos  •  1.953 Palabras (8 Páginas)  •  3.845 Visitas

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                                    Asesinas Nazis

Introducción:

Los crímenes cometidos por los nazis no fueron consumados exclusivamente por hombres, hubo un grupo de mujeres dedicadas a defender la ideología del régimen con absoluto rigor.
Detrás de sus encantadores rostros se ocultaba la crueldad de las asesinas nazis. Conocidas como las “brujas de Hitler” aquellas mujeres fueron cómplices del holocausto y verdugos implacables. Las jóvenes carcelarias de los campos de concentración eran temidas por todos los prisioneros y admiradas por los líderes nazis debido
a sus salvajes métodos de tortura. Como es el caso de Irma Grese, el “Ángel de Auschwitz”, cuyo pasatiempo favorito era echar perros feroces a las prisioneras para que las devoraran. A lo largo de este libro se cuentan las historias de aquellas mujeres que fueron cercanas a la cúpula del poder de Hitler y de las cómplices de la máquina de guerra nazi.

En la historia de la humanidad se han preparado verdaderas atrocidades que por su brutalidad nos sorprenden y horrorizan. En las guerras nunca hay vencedores, la muerte de miles de personas no se justifica por defender las causas de un nacionalismo exacerbado. En la primera mitad del siglo XX hubo un acontecimiento que por su crueldad lo seguimos recordando: El Holocausto.

Comúnmente se cree que los crímenes cometidos en la Alemania nazi fueron cometidos exclusivamente por hombres, sin embargo, al repasar los hechos encontramos que hubo un grupo de mujeres que contribuyeron, de forma directa o indirecta, con el exterminio de miles de judíos. Sorprende además saber que algunas de ellas fueron tanto más sádicas y crueles que los hombres al llevar a cabo su matanza.

En este libro se exponen las historias de aquellas mujeres que pertenecieron al partido nazi, las que fueron amantes de Hitler, las que ayudaron a difundir los ideales del Tercer Reich, aquellas otras que fueron cómplices junto con sus esposos de cometer horrendos crímenes y de aquellas que fueron guardianes de los campos de concentración, mejor conocidas como las asesinas nazis.

Desarrollo:

Las mujeres del nazismo

En sus orígenes, el partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) estaba conformado por varones principalmente. Los ideales del nazismo no contemplaban a la mujer, sino únicamente como una fábrica de hijos, su deber era aumentar la tasa de población para tener más soldados nazis y educarlos bajo los mismos principios del régimen. El nacionalsocialismo fue un movimiento que se contrapuso a las ideas de la liberación femenina.

El papel de la mujer dentro de Nacional Socialismo, estuvo relegado al ámbito de lo doméstico y dedicado a la maternidad. La esfera de lo público sólo estaba permitida a los hombres. Pero si el movimiento nazi quería instaurarse como un nuevo orden mundial, tenía que aceptar, forzosamente a las mujeres dentro de sus filas.

La participación femenina inició con ser admitidas como militantes dentro del Partido Nacional Socialista. No se les permitió que ocuparan puestos importantes como dirigentes, sin embargo se crearon organizaciones especiales, como la Unión de Mujeres nacionalsocialistas (NSF), desde donde podían promover los ideales del Tercer Reich.

Hitler fue un gran orador, supo usar el don de la palabra para conquistar el poder. A sus discursos en público acudían miles de personas y no es de sorprender que hombres y mujeres quedaran cautivados por la contundencia de sus palabras, veían en el Führer una especie de Mesías que iba a llevar a Alemania a la prosperidad. Gracias a ello logró conseguir el apoyo incondicional de mujeres de familias poderosas con las que entabló amistad y en algunos casos fue más allá.

Las simpatizantes del nazismo tenían un rasgo en común, se sentían atraídas por la personalidad de Hitler. Su voz, su mirada profunda y sus modales lo hacían ver como un hombre ideal. Él era consiente de ese “enamoramiento” colectivo hacia su persona, por esta razón su imagen en público debía de ser la de un líder impecable y soltero para el bien de Alemania. En el ámbito privado hacía regalos a las jóvenes que estaban cerca de él para obtener sus favores. Otras veces se rodeaba de mujeres bellas o poderosas simplemente por estrategia política.

En 1933, cuando Hitler toma el poder, se comienza a organizar una campaña, a través del Ministerio de Propaganda del partido, para que las mujeres obedecieran y actuaran bajo los ideales de la mujer nazi. Para ello colaboraron desde actrices, cineastas, cantantes y las propias esposas de los altos dirigentes nazis.

El tipo de mujer que encarnaba esos ideales tenía que ser claramente de raza aria, rubia de ojos azul, el cabello atado y la cara limpia, debía ser sumisa y educada; ancha de caderas, por que representan partos con menos dificultades, lo cual significa más hijos y el busto grande para criarlos. No debían beber ni fumar para que los hijos fueran enteramente sanos.

Si no se lograba cumplir con estas condiciones, una mujer difícilmente podía casarse, entonces tenían que asistir a la academia para las esposas nazis, donde se les enseñaba cómo tratar a un esposo y hasta el modo adecuado de comportarse en sociedad.

Se estableció la ley de fomento al matrimonio en la que se estipulaba que todas las mujeres que dejaran su empleo para dedicarse a la maternidad recibirían un préstamo por hasta mil marcos, entre otros beneficios, según la cantidad de hijos que tuvieran.

Por otra parte, si las mujeres no podían tener hijos eran relegadas, o si estos venían con malformaciones se les practicaban abortos, incluso se deshacían de todas aquellas que pudieran contaminar la sangre pura de la raza aria.

Guardianas y asesinas

Durante la Segunda Guerra Mundial, más de cincuenta y cinco mil guardianes sirvieron en los campos de concentración Nazis, de estos, alrededor de tres mil fueron mujeres. La mayoría de los varones debía ir a combatir, por lo que empezó el reclutamiento de mujeres para formar parte de la SS y convertirse en Aufseherinnen o supervisoras de los campos de concentración.

El reclutamiento de las guardianas se hacía a través de anuncios en los periódicos, se solicitaban mujeres que quisieran mostrar su amor por el Reich. En su gran mayoría ellas eran jóvenes de clase baja y media, desempleadas y sin experiencia. Al entrar debían pasar un corto periodo de entrenamiento similar al que sus homólogos varones: las mujeres asistían a clases que duraban ente 4 semanas y 6 meses, impartidas por guardianas veteranas, sin embargo, cerca del final de la guerra, se formaban con guardianas sin experiencia.

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