Autos De Fe Ensayo

ENSAYO SOBRE EL AUTO DE FE

POR MARCELINO CONTRERAS REYES

Introducción

En este ensayo se tratara de explicar el auto de fe, procedimientos y fines que

esta tenía en relación a lo que es en materia penal, y él como la iglesia tenia

cierto control en este proceso de custodia y condena, que no era más que un

espectáculo para que sirviera de escarmiento para no cometer pecado

Desarrollo

Primeramente debe quedar claro que es un auto de fe de que trata para poder

extender mi opinión del tema, así que por el auto de fe era un acto público

organizado por la inquisición española el cual los condenados por el tribunal se

arrepentían de sus pecados, lo que hacía una reconciliación con la iglesia católica,

para que sirviera de lección a todos los fieles que se habían congregado en la

plaza para que sirvieran de lección a todos los fieles que se habían congregado

en la plaza pública o en la iglesia donde se celebraba y a quienes se invitaba

también a que proclamaran solemnemente su acercamiento a la fe católica

buscando de esa manera al ver el maltrato y las suplicas de los condenados

generar miedo.

En el caso de los reincidentes, eran entregados a los tribunales reales que eran

los encargados de pronunciar la sentencia de muerte, por lo que la Inquisición era

un tribunal eclesiástico solo podían condenar a la pena capital o de conducir a los

reos al lugar donde iban a ser quemados o estrangulados previamente si eran

penitentes, y quemados vivos si eran impenitentes, es decir, si no habían

reconocido su herejía o no se arrepentían.

Una vez explicado que es un auto de fe debe de saberse desde cuando se inicio

estos acontecimientos por lo que los primeros autos fueron hechos por la

inquisición pontificia medieval, bajo el nombre de Sermo Publicus o Sermo

Generalis Fide llamado así porque comenzaba con un sermón, pero se realizaron

sólo en la región de Toulouse con motivo de la represión de la herejía. El primer

auto de fe de la Inquisición española tuvo lugar en Sevilla el 6 de febrero de 1481,

y estos eran actos muy duros y austeros

Pero ahora, es necesario saber qué finalidad tenían ¿si eran tan duros y

sanguinarios? pues bien el propósito de los procesos de la Inquisición no era

salvar el alma de los condenados sino garantizar el bien público la herejía. De ahí

que la lectura de las sentencias y de las abjuraciones tuviera que hacerse

públicamente Así pues, era esencial que el condenado afirmara ante el público

congregado que había pecado y que se arrepentía, para que sirviera de lección a

todos los que le escuchaban, y a quienes se invitaba también a que proclamaran

solemnemente su fe. Ésa era la finalidad del auto de fe. A la popularidad de los

autos de fe también contribuyó el prestigio que alcanzaron a partir de los autos de

fe de 1559 porque asistió el rey hasta entonces los reyes de la Monarquía

Hispánica no habían participado, excepto uno celebrado en Valencia en el que

estuvo presente Carlos I, y los cambios que introdujo la Inquisición a partir de esa

fecha para aumentar su solemnidad y magnificencia con el fin de deslumbrar a los

fieles.

¿Pero cada cuanto se realizaban? estos autos de fe los inquisidores fijarán un día

festivo para celebrar el auto de fe; se comunicará la fecha a los canónigos y a las

autoridades municipales y, si se da el caso, al presidente y a los auditores del

tribunal de justicia, para invitarles a asistir a la ceremonia. Los inquisidores

procurarán que no empiece demasiado tarde, a fin de que la ejecución de los

relajados pueda llevarse a cabo de día y sin incidentes Los autos de fe se

realizaban en domingo o en día festivo porque, según el Manual de inquisidores

de Nicholas Eymerich, "conviene que una gran multitud asista al suplicio y a los

tormentos de los culpables, a fin de que el temor les aparte del mal".

También este afirmaba que los preparativos comenzaban un mes antes de la

fecha fijada porque había que construir el estrado en una plaza pública o en un

templo, con bancos para los condenados para que pudieran ser vistos por la

multitud, una tribuna para las autoridades, y gradas para los espectadores.

También había que preparar los sambenitos que llevarían los condenados, las

efigies de los que habían huido o habían muerto, los estandartes y las urnas que

contenían las sentencias. Además había que disponer las colgadura y en

ocasiones los toldos para dar sombra a los asistentes.

Todo ello suponía una suma importante de dinero

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