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Como Era Mexico-tenochtitlan A La Llegada De Hernan Cortes

isabel20 de Abril de 2013

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La llegada de Hernán Cortés a México Tenochtitlán.

Hernán Cortés, en su marcha hacia México-Tenochtitlán, el ejército de Cortés (unos trescientos españoles) y el apoyo de unos 3.000 tlaxcaltecas avistó los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Y uno de los capitanes de Cortés, llamado Diego de Ordás fue el primer europeo en ascender a la cima del volcán Popocatépetl en compañía de dos compañeros de armas, causando una gran impresión entre los nativos que acompañaban la expedición de Cortés. Por tal hazaña y méritos militares, el emperador Carlos V le otorgó a Diego de Ordás mediante decreto expedido el 22 de octubre de 1523, el derecho de poseer un escudo de armas con una vista del volcán.

A la entrada de la ciudad, realizada el 8 de noviembre de 1519, se produjo el encuentro de Moctezuma y Cortés, haciendo de intérprete doña Marina. Moctezuma II creyó que los españoles eran enviados del dios que vendría del Este -este es Quetzalcóatl ó Serpiente Emplumada- y fue un espléndido anfitrión de estos, obsequiándole entre otras cosas, el Tocado del Dios Quetzalcóatl, mejor conocido como Penacho de Moctezuma y el cual, fue enviado junto con otros presentes a la Corte Imperial. Dado que Carlos V era un Austria -casa de los Habsburgo- al extinguirse la rama Española, este regalo terminó en Austria.

Mientras los españoles se quedaban en Tenochtitlán, Moctezuma los hospedó en el templo de su antecesor Axayácatl (en el palacio del padre de Moctezuma), pudiendo entonces admirar la grandiosidad de aquella ciudad. En los días siguientes, los españoles visitaron los palacios y templos de la gran capital azteca, así como el gran cú (templo) de la ciudad gemela del imperio, Tlatelolco, y su mercado: una plaza de más del doble de grande que la Plaza Mayor de Salamanca (tenida entonces por la más grande de la cristiandad).

Residiendo los españoles en el palacio, se les ocurrió que ya era hora de tener capilla propia y, puesto que Moctezuma se había negado a que la erigieran en el cú de Huitzilopochtli, resolvieron levantarla en su alojamiento, previo permiso del emperador.

Buscaban los capitanes el mejor sitio para emplazarla cuando un soldado, que era carpintero, notó en una pared la existencia de una puerta tapiada y encalada de pocos días. Recordaron entonces que se susurraba que en aquellos aposentos tenía depositados Moctezuma los tesoros que había ido reuniendo su padre Axayácatl.

Estudios recientes han determinado que, con toda probabildad, el conquistador extremeño y el tlahtoani mexica se encontraron en un sitio distinto al que señala el monumento.

Allí entraron Cortés y algunos capitanes y tras la vista de un enorme tesoro ordenó que se volviera a tapiar. Debido a advertencias previas de los tlaxcaltecas, les empezó a inquietar entonces la posibilidad de ser asesinados. Cuatro capitanes y doce soldados se presentaron a Cortés para hacerle presente la conveniencia de prender al emperador, manteniéndole como rehén, para que respondiera con su vida de la vida del ejército. No se tomó de momento ningún acuerdo, pero una noticia precipitó la resolución.

Mientras tanto en las cercanías de la Villa Rica de la Vera Cruz, aconteció la batalla de Nautla, entre los mexicas dirigidos por Cuauhpopoca y los totoncas aliados de los conquistadores españoles, en el conflicto mataron a Juan de Escalante, alguacil mayor, y a siete españoles lo que supuso un desprestigio para las armas españolas al ver que no eran semidioses y que podían ser vencidos. Un soldado llamado Argüello fue hecho prisionero, murió en el camino por las heridas de la guerra y su cabeza enviada al emperador azteca, quien no quiso colocarla en ningún templo.

Una vez que Moctezuma cayó en la celada de los españoles, Cortés lo tuvo como rehén so pena de muerte inmediata. Apaciguó a su guardia diciendo que

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