Constitucionalismo Social

Qué es el Constitucionalismo:

El constitucionalismo es el sistema de gobierno que trata de racionalizar el poder político sometiéndolo a la Ley. Y que surgió tratando de frenar los poderes Monárquicos Y Eclesiásticos gobernantes durante la Edad Media.

El fundamento de este poder es la Ley, que regula, transforma las fuerzas coercitivas en una facultad regulada por Normas Jurídicas, es decir quienes gobiernan solo pueden actuar cuando la Ley los autoriza de la manera, con los efectos y para los fines en ella previstos, dado el supuesto, que también los gobernados únicamente pueden obrar dentro de la Ley.

Se procura, con ello tanto eliminar tanto el capricho como la discrecionalidad de los gobernantes como la situación privilegiada de los poderosos, al implantar la igualdad de todos ante la Ley.

Orígenes:

Dentro del contexto histórico enunciaremos brevemente algunos pasajes que dieron o coadyuvaron con el desarrollo de este sistema de gobierno.

La Carta Magna (Inglaterra 1,215).

Fue un documento firmado por la Nobleza de la época y el Rey Juan I (Juan Sin Tierra) en la que los primeros trataban de regular el poder del Rey para no aumentar los impuestos, además de los graves problemas sociales.

Con el devenir del tiempo surgieron muchas manifestaciones o expresiones en contra del poder absoluto y la principal características era la concentración de poder en una sola persona.

Luego surgió una corriente doctrinal que trató el tema y hablaba de la separación de los poderes y que no debían estar controlados en una sola persona.

Fueron muchos los filósofos que aportaron al desarrollo del constitucionalismo y mencionamos algunos John Locke (XVII) aportó al BILL OF RIGHTS (1,689), Alexander Hamilton uno de los líderes de la Revolución Norteamérica (1,775 – 1,783), Montesquieu en el ESPÍRITU DE LAS LEYES inspirado en tratadistas de la antigüedad, Juan Jacobo Roseau CONTRATO SOCIAL ayudaron con ideas a la Revolución Francesa (1,789) con su enunciado Liberté, Equalité, Fraternité, basados en sus dos más importantes premisas la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Y de las Constituciones revolucionarias, que ofrece su trilogía en los años 1791, 1793 y 1795, y su Conclusión en la Constitución napoleónica de 1799.

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (1,850).

A pesar del título y luego de haber trasegado el título anterior está no se enmarca en conflagraciones armadas, sino que hace referencia a que rompe con lo tradicional en cuanto a los sistemas de producción, existentes hasta ese momento.

Y esto fue así por uno de los inventos que ha marcado un hito en la historia de la humanidad, como lo ha sido la MÁQUINA A VAPOR James Watt, Inglaterra.

A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal siendo estos sustituidos por maquinaria para la fabricación industrial y el transporte de mercancías y pasajeros.

El paso de una economía fundamentalmente agrícola a una economía industrial influyó sobremanera en la población, que experimentó un rápido crecimiento sobre todo en el ámbito urbano. La introducción de la máquina de vapor de James Watt en las distintas industrias fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción.

Consecuencias

Como resultado del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales encabezadas por el proletariado, los trabajadores industriales y campesinos pobres y la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la renta y el capital.

Esta nueva división social dio pie al desarrollo de problemas sociales y laborales, revoluciones y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una mejora de las condiciones de vida de las clases populares como el sindicalismo, el socialismo, el anarquismo o el comunismo.

Estábamos ante lo que se conoce en la historia como el LAISSEZ FAIRE – LAISSE PASSER, LE MONDE VA DE LUI MEME (Dejar hacer, dejar pasar el mundo marcha por si solo), obviamente haciendo referencia al Sistema Económico, imperante El Capitalismo y la mano invisible que hacía referencia Adam Smith.

La gran empresa capitalista engendró en las ciudades un inmenso ejército de proletarios unidos al yugo esclavizante de largas jornadas de trabajo y exiguos salarios.

Ese espectáculo hirió la sensibilidad de teóricos políticos y economistas, que fueron los primeros en proclamar los derechos de esos hombres, mujeres y niños sometidos a la más cruel explotación, que dejaban la vida en los sótanos de las fábricas para que otros se enriquecieran.

Esos fueron los derechos sociales que, aunque formalmente asignados a todos los seres humanos, sociológicamente considerados eran los derechos de la clase trabajadora.

Constitucionalismo Social:

El constitucionalismo social es la ideología por el cual el Estado ejecuta determinadas políticas sociales que garantizan y aseguran el ‘bienestar’ de los ciudadanos en determinados marcos como el del trabajo, la sanidad, la educación y, en general, todo el espectro posible de seguridad social.

El Constitucionalismo social propugna reivindicaciones y dar prevalencia a los derechos sociales y colectivos

Orígenes del Constitucionalismo Social:

Para puntualizar en nuestro tema propiamente dicho cabe mencionar que este nuevo Derecho o su reconocimiento nace de la exaltación de los derechos sociales, recordemos que con las Revoluciones e Independencias se dieron de manifiesto, más que todo los derechos individuales.

El desarrollo del Derecho hasta ese momento no contemplaba solamente los Derechos Privados (Civil) y Derecho Público (Estado).

Es decir no se reconocían los derechos colectivos, existía el Individualismo Jurídico y Liberalismo Económico.

El individuo no contaba con protección ante la Relación de Trabajo, era considerado como una relación contractual del derecho

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