Cristobal Colon Y Sus Aportaciones A La Geografia

Cristóbal Colón y sus aportaciones a la geografía

Por: Rivera Lorenzo Uriel

Introducción

La geografía desde los tiempos antiguos cuando el hombre se empezó a desarrollar tecnológicamente fue muy importante para la comprensión de la esfera terrestre, ya que con esta ciencia podían apoyarse para realizar distintos trabajos con diferente fines, como navegar en el mar, ubicar puntos y lugares exactos en la tierra, conocer a detalle los sitios o lugares importantes. El presente ensayo trata de reunir la historia de Cristóbal Colón enfatizándose en sus descubrimientos y aportaciones a la geografía de aquella época. Se escogió este personaje porque es uno de los primeros precursores de la geografía en la edad media aportando conocimientos a la geografía universal con múltiples viajes y descubrimientos. Durante muchos años se emplearon muchos conceptos erróneos en la vida cotidiana de aquellas épocas como en la edad media, esto hace énfasis de cuando las personas creían que la tierra era plana, y que si se adentraban a mar abierto caerían al abismo, y entre otros más. Pero gracias al desarrollo de la capacidad del hombre pudo razonar y crear conocimientos sobre toda cosa que lo rodea. Por tal motivo se decidió desarrollar este tema porque es de suma importancia conocer las raíces y de donde proviene lo que conocemos actualmente como ciencia exacta o ciencia moderna.

Desarrollo

“Cristóbal Colón Nació en Génova en 1451 (algunos autores refieren a colon como: catalán, castellano, francés, griego pero es más reconocido como español) fue hijo de un matrimonio de humildes tejedores: Diego Colón y Susana Fontanarrosa, su interés desde niño era la navegación.”1 (Ramón Gómez J. 2002) Parece ser que Cristóbal Colón empezó como artesano y comerciante modesto y que tomó contacto con el mar a través de la navegación con fines mercantiles. En 1476 naufragó la flota genovesa en la que viajaba, al ser atacada por franceses cerca del cabo de San Vicente (Portugal); desde entonces Colón se estableció en Lisboa como agente comercial, para la que realizó viajes a Madeira, Guinea, Inglaterra e incluso Islandia (1477).

Luego se dedicó a hacer mapas y a adquirir una formación autodidacta: aprendió las lenguas clásicas, que le permitieron leer los tratados geográficos antiguos (teniendo así conocimiento de la idea de la esfericidad de la Tierra, defendida por Aristóteles), y empezó a tomar contacto con los grandes geógrafos de la época (como el florentino Toscanelli). Pero con el paso del tiempo Colón fue interesándose más en la navegación lo que lo obligo leer muchos artículos que decían de que la Tierra era esférica y de que la costa oriental de Asia podía alcanzarse fácilmente navegando hacia el oeste: una serie de cálculos erróneos le habían hecho subestimar el perímetro terrestre y le llevaron a suponer, en consecuencia, que Japón se hallaba a 2.400 millas marinas de Canarias, distancia que, en realidad, es la que separa las Antillas del archipiélago canario.

1.- Ramón Gómez J. Breve historia de Cristóbal Colón. 2002: pág. 13.

Por otra parte, algunos marineros portugueses interesados en la navegación atlántica le informaron seguramente de la existencia de islas que permitían hacer escala en la navegación transoceánica; e incluso es posible que, tuviera noticia de la existencia de tierras por explorar al otro lado del Océano, procedentes de marinos portugueses o nórdicos, incluso de vikingos que habían estado ahí. Con todo ello, Colón concibió la ambición de abrir una ruta naval por Asia rumbo al oeste, basado en la acertada hipótesis de que la Tierra era redonda, aun desconociendo el doble error de suponerla más pequeña de lo que es y de ignorar la existencia del continente americano, que se interponía en la ruta proyectada.

El comercio europeo con Extremo Oriente, basado en la importación de especies y productos de lujo era extremadamente lucrativo; dicho comercio se realizaba por tierra a través de Oriente Medio, controlado por los árabes. Pero los portugueses llevando años intentando abrir una ruta marítima a la India rodeando la costa africana. Es posible que durante la Edad Media llegasen algunas expediciones nórdicas a la costa de Norteamérica, pero ya desde comienzos del siglo XV, portugueses y castellanos habían iniciado un intento de llegar a Oriente (las Indias), proveedor de especies y de productos de gran valor, mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del Mediterráneo oriental. Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzados a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia.

A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana. Pero también hay que recordar que en estos momentos los turcos habían conquistado a la parte de Constantinopla lo cual hacia que las rutas comerciales se cerraran por ambos lados, por toda las costas africanas ocupadas por Portugueses y la parte de Constantinopla ocupada por turcos, lo cual se dificultaba para hacer intercambio comercial económico con el conteniente Asiático. En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de rodear todo el continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión completamente ridícula para su época porque se tenía la creencia de que la tierra era plana y aquel que navegara mar adentro nunca regresaría y caería al abismo. Colon se basó principalmente por los informes del matemático y medico Paolo Del Pozzo Toscanelli sobre la existencia de alguna posibilidad de llegar a las indias por el oeste, que fue el principal lugar donde se quería llegar en Asia por porque fue el punto de intercambio comercial. En 1479 Colon recibe una carta por parte de Toscanelli, en donde “…calculaba que la distancia entre las costas occidentales de Europa y las orientales del Asia era de 230º de longitud geográfica, o sea aproximadamente 2/3 de la circunferencia terrestre, y por tanto faltaban solamente 130º, navegando en el sentido opuesto”. 2 (de Altolaguirre Davale A. 2006). Lo cual en ese entonces no era ampliamente aceptado y claramente no se tenía una rigurosa comprobación, porque de eso se trata la expedición que estaban apunto de desarrollar.

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