Cuentos Y Leyendas
Alecarrasco1225 de Enero de 2014
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El Cerro de la Maroma y la construcción del Puerto Henecán.
Entrevista realizada a: José Ortez
Fecha: 07/12/2013
Autor: Alejandro Carrasco
Cuentan nuestros antepasados y entre ellos Don José Ortez (Don Chepe) Que hace muchos años más o menos en el año de 1978 cuando se hacia el relleno para la construcción del ahora Puerto Henecan en el pacifico de Honduras, exactamente en el municipio de San Lorenzo, departamento de Valle; sucedieron muchos acontecimientos que según los pobladores de la zona se decían eran cosas malas.
Con esta construcción, una de las obras más grandes realizadas en la zona, se conto con la presencia de muchos trabajadores entre ellos la firma constructora Columbus que agrupaba especialmente Italianos, además estadounidenses, guatemaltecos y también lugareños.
Para el relleno se utilizo material que de día y de noche dinamitaban del cerro la maroma, que se encontraba muy cerca del lugar de trabajo, pero con todo esto del uso de la dinamita comenzaron a suceder algunos accidentes en donde llegaron a perder la vida alrededor de tres trabajadores y un niño que por desgracia murió atropellado por una de las pesadas volquetas.
Entonces los vecinos de San Lorenzo comenzaron a susurrar que lo que estaba sucediendo era que estaban entregando almas al demonio por eso estaba muriendo mucha gente.
Uno de los trabajadores muertos fue René Moran, según cuenta Don José parece ser que estaban almorzando al pie del cerro, bajo un gran árbol que les proporcionaba un agradable sombra cuando de repente hubo un derrumbe que nadie se lo esperaba y una roca de gran tamaño le cayó encima dejándolo sin vida al instante, fue triste ver aquella escena, porque al pobre hombre se le salieron los cesos, y los demás como decían ellos mismos se salvaron de puro milagro, aunque con algunos golpes, moretones y raspones pero vivos.
El segundo trabajador muerto llamado Santos Martínez, este era un mecánico del equipo pesado que se encontraba realizando una reparación a una cargadora, cuando de repente se le des embancó y le cayó encima solamente la gran pala, inmediatamente lo trasladaron a la clínica ya que aquí todavía no existía el Hospital de San Lorenzo, pero el doctor solo le dio los primeros auxilios prácticamente y lo remitió al Hospital Escuela ya que santos estaba echando sangre por los oídos, nariz, boca, prácticamente se había reventado por dentro, y lamentablemente murió en el trayecto al hospital.
Mientras sucedieron estas muertes, como es del conocimiento de los sanlorenzanos, la mayoría de sus habitantes son católicos, estas personas llegaron a la conclusión que tenían que ir a rezar y a bendecir el cerro, la carretera que lleva al muelle y el muelle en sí. Y asi sucedió el sacerdote Bernardo se hizo acompañar por algunos feligreses y pariente de los fallecidos e instalaron una mini vigilia con canticos, oraciones, peticiones y agua bendita para regarla por toda esta zona de trabajo.
Asi trancurria el tiempo y seguían los trabajadores en el muelle en relativa tranquilidad cuando sucedió el tercer accidente que dejo como saldo un niño de 8 años muerto.
Este pasaba con su mama quien se llamaba Bertha. Doña Bertha se había instalado en la entrada al muelle a un costado de la calle a vender agua helada, refrescos, yuca, enchiladas, cigarros y dulces.
El niño lo acompañaba de vez en cuando ya que asistía a la escuela y lamentablemente ese dia se cargo con un balde llevando agua y refrescos, pero al cruzar la calle no se fijo bien al cruzar la calle ya que había un gran vendaval que dejaba ciego a cualquiera y mas con esa calle polvorienta pasando tanto como camión, volquetas, maquinas etc. Siendo atropellado por una volqueta, Doña Bertha salió corriendo al escuchar el frenazo pero todo fue inútil Monchito había muerto.
Doña
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