Cultura De Coloombia

La filosofía siempre se mueve, se oculta y vuelve a aparecer empezando de cero. La compara con lo que llamó “actos fallidos”, porque estos actos (al igual que la filosofía) es la ocultación de una situación para la conciencia y una discontinuidad. Si la filosofía no siempre esta presente, porque no necesitamos de ella para vivir, entonces ¿por qué filosofar?. Pero al hacer esta pregunta se destruye lo que se cuestiona, es decir, se acepta la ausencia, y al mismo tiempo también se admite que hay una existencia de ella, esta estructura presencia-ausencia está ligada al deseo ¿Cómo es el deseo? Como nos acostumbramos a mirar al deseo como una dualidad entre el que desea y lo deseado (relación objeto-sujeto), esta mirada nos crea un falso ángulo: no sabemos si lo que deseamos es la causa del deseo, o el deseo es la causa de lo deseable. Hay que ver el deseo como la presencia de la ausencia, para que se desee algo hay que tenerlo, pero tiene que estar presente. Entonces el deseo se convierte en la fuerza que mantiene juntas a la presencia y ausencia, y la filosofía siempre la está buscando. Para explicar el deseo, Lyotard da como ejemplo el mito de Eros: engendrado el mismo día que el nacimiento de Afrodita; él se convierte en acompañante de la diosa. Eros es un amante de lo bello, y Afrodita es bella: el deseo y lo que se desea nacen juntos. Eros tiene una doble naturaleza: es dios por parte de padre y es hombre por parte de madre, no se mortal ni inmortal, lo que el filósofo asemeja con la presencia-ausencia del deseo. Eros simboliza que él es hombre y mujer a la vez que vida y muerte (la dualidad), el deseo (desear algo) nos hace amar lo deseado.

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