DEMOCRACIA SUSTENTABLE

CAPITULO 2. DEMOCRACIA, CIUDADANÍA Y ESTADO

Democracia y ciudadanía fueron coextensivas en varios países europeos del siglo XIX porque la pertenencia a la comunidad política estaba restringida por ley a quienes cumplían ciertos prerrequisitos sociales y económicos –propiedad, ingreso, educación. Con el advenimiento del sufragio universal, una condición definitoria de la democracia fue que todas las personas pudieran tener como ciudadanos los mismos derechos y obligaciones. En particular, la seguridad material y la educación, así como el acceso a la información, necesarios para ejercer la ciudadanía, no están garantizados a toda la población por la mera existencia de instituciones democráticas.

El Estado debe cumplir tres condiciones para que la ciudadanía sea efectiva en un régimen democrático:

1. Los gobiernos y funcionarios tienen que actuar de acuerdo con la constitución y las leyes.

2. Sólo un estado que hace cumplir las leyes con previsibilidad permite el desarrollo de relaciones privadas pacificas.

3. Si bien la democracia ofrece a todos el derecho de no ser sometido a la violencia arbitraria, así como de formar e intercambiar opiniones, el ejercicio de la ciudadanía sólo está al alcance de aquellas personas que disfrutan un mínimo de seguridad material, educación y acceso a la información.

Durante los períodos autoritarios el Estado podía ofrecer beneficios a grupos selectos de forma discrecional. Bajo la democracia, los ciudadanos ya no pueden tratar a las obligaciones como imposiciones de una fuerza hostil sino como exigencias de la cohesión social.

En la actualidad, la combinación de transición de régimen y crisis económica plantea grandes inconvenientes:

1. Muchas de las apelaciones de los ciudadanos al sistema legal para proteger sus derechos garantizados por la constitución, y los consiguientes fallos judiciales, fuerzan a los gobiernos a elegir entre obedecer las restricciones de la situación económica o actuar de acuerdo con la legalidad.

2. Estados inefectivos coexisten con esferas de poder autónomas: éstas operan bajo reglas diferentes y suelen degenerar en sistemas de violencia y dominación privada, como el familismo, el regionalismo, el prebendismo o el personalismo. La quiebra social y territorial de las responsabilidades públicas del Estado es evidente no sólo en el Nordeste de Brasil o en las sierras de Perú, sino también en la periferia de muchas ciudades de América latina donde el Estado no tiene presencia efectiva.

3. En muchos países, los servicios sociales básicos están siendo privatizados de facto o están desapareciendo lisa y llanamente.

Los menores niveles educativos están relacionados

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