Ecología Y Capital. Racionalidad Ambiental, Democracia Participativa Y Desarrollo Sustentable. Capítulos 9 Y 11.

En el apartado 9 Enrique Leff pretende describir como la intranquilidad plasmada bajo el panorama de la degradación socioambiental causada por la lógica basada en procesos tecnológicos y un máximo beneficio económico, logra despertar la búsqueda de un desarrollo sustentable; sin embargo, este campo de acción ha sido diferenciado bajo los distintos panoramas territoriales que dependen de la prioridad de sus posturas ideológicas, políticas y teóricas que concluyen en resolver la problemática que atañe su área de manera variada.

Para esbozar el panorama el autor ejemplifica el manejo de los problemas de contaminación en los países industrializados, enfocados en los instrumentos de control mediante la internalización de las externalidades ambientales las cuales bosquejan una serie de complicaciones, debido a que estas acciones dependen de la posibilidad de incorporar a sus procesos productivos una serie de procedimientos en el manejo integral de sus desechos, además de tecnología limpia y descontaminante. Esto solo reestructura la forma en la que se pretende maximizar el beneficio económico, pero no cambia el propósito original.

Por otro lado revela que en los países subdesarrollos su problema ambiental se expande más allá de la integración de métodos de control, además del costo que esta representa y que merma su desarrollo. Esto es que, el ambiente en estas regiones comprende un “sistema de recursos” como una potencia productiva que impulsa en este caso la incorporación de instrumentos operativos enfocados en promover una gestión ambiental del desarrollo.

Así que de forma engañosa se han diseñado herramientas de evaluación ambiental y económica que equilibren las conductas monetarias y las reglamentaciones de los proyectos, para que incluyan el valor de los recursos naturales a sus procesos productivos, debido a que estas formas de evaluación son tomadas en cuenta en un segundo tiempo, es decir, después de que ya se ha decidió la operación y la localización del proyecto, dejan muy poca oportunidad para que en realidad se conciba desde un inicio operaciones alternativas de aprovechamiento de los recursos naturales.

De esta manera el enfoque que permanece como solución a los problemas ambientales, es la introducción de tecnología ya sean limpias o de descontaminación que finalizan en la misma racionalidad económica de maximización productiva, dejando de lado las alternativas enfocadas en procesos sustentables y ecuánimes bajo conocimientos ambientales.

En el drama de la ilusión de un crecimiento económico sostenible; la creencia de la solución tecnológica juega un papel muy importante en la invalidación de la segunda ley de la termodinámica, ya que de manera diferenciada en el proceso tecnológico se supone que es posible que la dirección de los procesos termodinámicos puedan ocurrir en sentido contrario y que no haya perdida de energía en los procesos de convergencia de todo la energía de un tipo en otro.

Es así que el razonamiento tecnológico se ha apoderado de las practicas de aprovechamiento de los recursos naturales, desplazando el trabajo humano, el cual sirve de condicionante entre una apropiación excesiva sobre una sostenible.

Ya dejado en claro el panorama diferenciado de los países bajo el cual se dirige la planificación ambiental y la necesidad de una “racionalidad productiva alternativa”, el autor exime como causa predominante de la crisis ambiental la presión creciente de la población sobre los recursos escasos, desenmascarando como causa principal

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