De Diaz A Madero

Friedrich Katz. De Díaz a Madero. México; Ediciones Era, 2004, 7- 71 pp.

Friedrich Katz, nació en 1927, durante tu infancia emigro a México, Inició sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en el 2004, saco su libro “De Díaz a Madero” donde te va explicando, como es que empieza o qué es lo que ocasiona la revolución mexicana.

Dónde menciona que las causas fueron sociales, económicas y políticas, el autor nos va comentando, como es que empezó la revolución, cuáles fueron las causas, ya que nos va diciendo que en realidad Días no era tan odiado como la mayoría de los dictadores latinoamericanos; ya que era popular por su valor personal durante la invasión napoleónica de México.

En su esfuerzo de modernizar el país, el régimen de Díaz se embarcó en una política agraria, lanzo una gran campaña de expropiación de las tierras comunales y de sometimiento político. Esta política tuvo profundas consecuencias en regiones del sur y centro del país. Hubo un aumento en los ferrocarriles y la producción en el mercado.

Habían hecho aumentar el valor de la tierra, claro está que los únicos beneficiarios fueron los hacendados, se les dejo conservar cierta autonomía política. La densidad de la población impedía la fragmentación de las fuerzas campesinas. Las expropiaciones no sólo ocasionaron rebeldía sino que lo hicieron regiones donde resultaba peligrosa.

Ante de que Díaz obtuviera el poder los estados de Sonora y Chihuahua gozaban de una existencia prácticamente autónoma. Hubo una transformación política donde al comenzar Díaz los feudos, prácticamente independientes eran caudillos regionales como Ignacio Pesqueira en Sonora y Luis Terrazas en Chihuahua.

Fue necesaria una intervención mucho más agresiva, la economía fue principalmente obra de las inversiones estadunidenses que empezaron a volcarse todo México durante la década de 1880.

La persecución de esta doble transformación de la zona fronteriza golpeó a primera estancia, la misma gente que más había contribuido a hacer de la frontera una región habitable.

Una vez que los ferrocarriles fueron enlazados al norte de México con las regiones centrales del país y con Estados Unidos en 1885. El creciente valor de la tierra de los campesinos provocó una ola de expropiaciones. La pérdida de la autonomía municipal despertó casi tanta pasión como la pérdida de las tierras. Si bien el descontento campesino no alcanzó proporciones revolucionarias sino hasta 1910. Los únicos aliados que pudieron encontrar antes de 1900 fueron los antiguos caudillos del poder político.

El derrocamiento por Díaz, brindó refugio a los rebeldes yaquis fugitivos. Para muchos mexicanos, la guerra con Estados Unidos en 1847, donde México perdió la mitad de su territorio era un recuerdo vivo aún, ya que durante el gobierno de Díaz, México había recibido un abundante capital estadounidense que se concentraba en los ferrocarriles, las minas, el petróleo y las tierras. Para 1910, había sólo un grupo mexicano que en resumidas cuantos se habían beneficiado con las transformación de la zona fronteriza.

Cualquiera que quiera tener un cargo en el gobierno, tenía que ser aprobado por los nuevos administradores del poder. Si necesitaban un crédito debía acudir a los bancos controlados, si perdían sus tierras por haber pasado éstas a manos de una compañía deslindadora, podía culparlos a ellos. Francisco Madero durante años quería hacer una oposición política al gobierno de Díaz.

En la década de 1930, la segunda y tercera generación de peones, organizó el movimiento campesino más militante de México y, en consecuencia lograron la reforma agraria más radical de esta década.

Algunas de las características de la zona fronteriza del norte fue México, una de ellas fue la trasformación económica acelerada, y en gran parte indiciada desde el extranjero; tuvo lugar en el norte de México, donde produjo un grave desajuste económico y social.

La rebelión zapatista estalló en Morelos en 1910. Fue la única parte del país, donde hubo un estrato relativamente numeroso, cuyo apoyo a los movimientos políticos contrarios a Díaz los llevó a aliarse con las clases medias, e incluso las bajas de la sociedad. Existía en la mayor parte de México una clase media insatisfecha, que resentía de verse excluida de la política, y que los extranjeros desempeñaran un papel más importante en la estructura económica y social del país. En el siglo XIX, esto habían gozado de una autonomía municipal y regional; allí su poder el gobierno federal, esta clase perdió parte de sus derechos tradicionales, pero en un momento en el régimen de Díaz lo compenso con dos ventajas: el crecimiento económico acelerado y la construcción de ferrocarriles.

La población agraria del norte, se caracterizaba por su heterogeneidad, debido a las luchas contra los apaches, tenían una tradición guerrera y más armas

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