Del Milagro Economico A Las Reformas De Mercado (Mexico)

Interpretaciones del “milagro económico” de la posguerra.

Este periodo suele referirse como el famoso “Desarrollo estabilizador” de la economía mexicana, nombrado así por el ex Secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena; al cual podemos considerar desde los años 1940 hasta finales de los años 60’s. Es conocido con este nombre debido al empuje y crecimiento que tenía en ese momento la economía mexicana, con tasas de crecimiento del PIB anual, superiores al 6%, llegando a alcanzar tasas históricas del 8%, demostrando así un crecimiento sostenido, y no antes visto para los países de América Latina. Podemos encontrar a este periodo, como uno de los más importantes en la historia del país; siendo parte de este la idea prevalente de “la sustitución de importaciones”; el cual sería el modelo de desarrollo a seguir por los gobiernos mexicanos. Con lo que se buscaba, lograr crear en el país una industria capas y productiva, no solo de bienes de consumos o bienes intermedios, sino también de bienes de capital, para con ello lograr un desarrollo nacional que se viera reflejado en el aumento del ingreso, un elevado nivel de vida de la población y la diversificación de la capacidad productiva del país; pero esto no fue así.

Con el paso del tiempo, la situación que en ese momento se había buscado, resulto tener muchas, y serias complicaciones, ya que el país no era lo suficientemente capaz de desarrollar tecnología de punta que nos hiciera más competitivo; peor aún, gran parte de esta industria era importada principalmente, y todo esto era financiado por medio de la deuda, el país estaba logrando un lento y tardío proceso de industrialización y endeudamiento; y de igual modo, la meta anhelada de logar diversificar la industria nacional, se veía cada vez más alejada de la realidad.

Para este entonces; la política economía seguida por los gobiernos, no tenía como fin la “estabilidad económica”; esta no era percibida como un fin; tal como lo es hoy en nuestros días, sino como la base del mismo Desarrollo; es decir, se tenía la idea de que el déficit, bien podía ser solventado por la producción y exportación de los bienes básicos y primarios de la economía mexicana. Por ende el endeudamiento, no era la principal preocupación; se defiende esta postura de endeudamiento, y en este sentido, los años sesentas, son años solventados por deuda principalmente externa. En algún momento este modelo, tenía que llegar a su fin y agotarse. Esto debido a que el modelo de desarrollo, si bien, generaba altas tasas de crecimiento del PIB, también generaba altas tasas de crecimiento de inflación y descontento social, debido a la gran dependencia del exterior, el estancamiento del empleo y la producción, lo que termino por llevar al deterioro de la Balanza de Pagos. En términos finales se puede decir que la fase de expansión más prolongada que ha alcanzado la economía mexicana desde su independencia, comienza en el gobierno de Lázaro Cárdenas y concluye con la crisis de 1982.

Los años sesenta y la pérdida de la estabilidad Macroeconómica.

A finales de los años 60’s, se genero un gran crecimiento en el Déficit de la balanza de pagos; adicional a esto, existía mucho dinero circulante, por lo que también se genero un crecimiento de la inflación. En el marco internacional, en 1971 se rompe la relación Oro–Dólar y el Dólar queda como patrón de cambio internacional respaldado por su economía; en Estados Unidos se crea un nuevo modelo tecnológico con modos de funcionamiento distintos, donde la industria pasa a ser de mecánica a Eléctrica, y a sustituir las extensiones humanas por tecnología; en esta época, se internacionaliza la banca y en 1973 se da la crisis petrolera. Es esta crisis petrolera, la que marcaria el agotamiento del modelo mexicano conocido como “Desarrollo Estabilizador”.

Para los años 60’s, en México, se había dado un ajuste en la estructura y condiciones de las clases sociales; en este marco, habían crecido las clases medias, se dio un cambio de la sociedad rural a la sociedad urbana, una gran migración a las ciudades; con lo que a su vez, crecieron enormemente los reclamos sociales; pero también, la creación de mayores universidades y mayores medios de comunicación. Todo esto en un entorno donde se tenían pocas exportaciones y las mismas eran de bienes básicos, había mucha importación de bienes de industrialización, que acrecentaban la deuda; y por todo esto, se pedían nuevos préstamos para cubrir déficit y seguir importando. Estos factores crearon en México una serie de conflictos sociales, que estallarían con el inicio de la crisis petrolera del 73.

En 1970, empieza el gobierno de Luis Echeverría, con la desaprobación del modelo del “Desarrollo Estabilizador”; el nuevo gobierno, por el contrario, llama a su programa de desarrollo como el “desarrollo compartido”; el cual pretende:

a) Mejorar la distribución del Ingreso

b) Mejorar el desempeño de la industria

c) Mejorar la competitividad Industrial

d) Y Crear una Reforma Fiscal.

En esa época se buscaba generar competitividad para poder así generar exportaciones; y con ello como subsecuente la entrada de dólares, para en segundo tiempo poder comprar con esos dólares, los bienes de capital para el desarrollo de la industria y posterior impulsar a la competitividad en la industria. La agricultura, a pesar de su buen paso a principios de los años sesentas; a finales de la década, prácticamente estaba en quiebra; en parte por la política de “precios de garantía”, que no había generado, un motor de competencia para impulsar la competitividad e innovación suficiente para el desarrollo de la producción. Echeverría, por el contrario, busca el impulso de una nueva reforma agraria para acabar con los “precio de garantía”, y comienza a tomar medidas como la duplicación del precio del maíz, el cual se había mantenido por 10 años.

Para el año 1974, el presidente Echeverría, genera una Reforma Fiscal bastante agresiva, e incrementa los impuestos en algunos productos como los productos de lujo, entre otros impuestos. Esto genera una reacción de los empresarios y las cámaras, los cuales no aceptan las medidas de esta nueva reforma financiera; este debate duro varios años y llevo a la reforma a un término insignificante.

A pesar de esto, la Distribución del Ingreso si tuvo mejoras; pero no gracias a la reforma fiscal y de los impuestos propuestos en ella; sino, por la deuda interna y externa que seguía adquiriendo el estado por medio de préstamos y la emisión de bonos de deuda. Pero todo este

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