Milagro Economico De Irlanda

Irlanda

Irlanda es un país reconocido mundialmente por su sorprendente crecimiento económico que lo transformo de un país pobre a ser uno de los más desarrollados, aunque en la actualidad ese crecimiento la llevo a una burbuja que la tiene sumida en una serie crisis económica.

Su independencia fue relativamente reciente, sucedió en 1922 al separarse del Reino Unido, gracias a la guerra que termino con la firma del tratado anglo-irlandés, concediéndole el estatus de país libre.

Ya siendo autónomos, el país tomo la decisión de tener una economía proteccionista, teniendo poca interacción con su países vecinos, y una política reacia a la inversión extranjera, manejando unos elevados aranceles, muchas empresas fueron controladas por el Estado buscando de esta forma una autosuficiencia, que nunca pudo concretarse.

La población se vio perjudicada sometiéndola a enormes hambrunas, haciendo que parte de esta emigrara a otros países especialmente a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.

A mediados de los años 50 el país tomo acciones para contrarrestar esta tendencia, creando incentivos para la inversión extranjera como la reducción de impuestos, y la posibilidad que estos fueran socios de empresas irlandesas. Sin embargo estas políticas no fueron lo suficiente fuertes ya los aranceles todavía eran muy altos y tenía una pésima infraestructura para competir.

El verdadero cambio surgió al integrarse a la Comunidad Económica Europea en 1973, ya que le habría a una economía con consumidores con un alto grado adquisitivo y de poder recibir ayuda monetaria.

Además de este cambio de posición se le sumo varios factores como los “pactos sociales” que eran unos tratos con los sindicatos para que los salarios tuvieron un incremento pequeño siendo recompensados en futuro con mejores sueldos. Además la población se caracterizaba por ser joven lo cual no tenían muchas cargas sociales y por lo contrario disponía de una población activa relativamente grande. Además de hacer grandes inversiones en capital humano para tener un personal cualificado y una reducción del impuesto a las sociedad que se estableció al 10% para atraer la inversión extranjera.

El plan tuvo una gran acogida por parte de los extranjeros, donde invirtieron de forma masiva convirtiendo a Irlanda en una plataforma exportadora al mercado europeo y estadounidense, especialmente en el sector tecnológico, haciendo que este sector fuera más relevante en el pib pasando a representar el 40%, en detrimento de la agricultura que perdía cada vez más participación terminado en 5% para los años 90.

Toda la influencia de estos factores Irlanda se convierte en una economía altamente competitiva, dejando en el año 2000 las ayudas que recibía de la Comunidad Europea, pero teniendo una preocupante dependencia con el exterior.

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