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Derechos Sociales


Enviado por   •  24 de Marzo de 2015  •  2.658 Palabras (11 Páginas)  •  192 Visitas

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Los Derechos Sociales: Una ética para nuestro tiempo

La Declaración Universal de los derechos humanos fue aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida entonces en Paris. Los 187 Estados miembros de las Naciones Unidas no ha dejado de certificar el valor de esta Declaración, que establece una nueva moral para nuestro tiempo, porque sus autores no se inspiraron simplemente en el idealismo, sino en un realismo firme, nacido en un íntimo conocimiento de las raíces de los conflictos y de las exigencias de la paz. Toda tarea debe responder al contenido de la declaración universal de los derechos humanos cuyo preámbulo divulga que será la educación ante todo, la que asegurara la aplicación efectiva del derecho a la vida, a la propiedad del trabajo, el derecho de reunión y asociación, a la información, a la educación y a la cultura, y al derecho a la democracia política.

Historia de los derechos humanos

Las declaraciones de los derechos humanos constituyen un conjunto de declaraciones liberales en el sentido de que sus autores demostraron siempre un espíritu amplio y tolerante. Estas declaraciones son una de las tareas más importantes del espíritu humano. Por medio de estas declaraciones de derechos humanos sería posible reponer al hombre en su papel supremo en sociedad, creando las condiciones que harían del ser humano imperfecto, el objetivo de todos los contratos sociales, poniendo el amor a la vida como pasión dominante, única fuerza capaz de vencer a la muerte y a la destructividad. A los 40 años de la última declaración, la mayoría de los derechos y deberes siguen incumpliéndose en casi todas partes. Estas declaraciones se han convertido en el blanco de la crítica y de la burla de las dictaduras en general que han constituido siempre una especie de anti derechos del hombre. Más de 187 naciones se han comprometido a su aplicación.

El discurso fúnebre de Pericles

Este discurso es considerado por los historiadores como la primera expresión pública de unos derechos que van a hacer repetidos en declaraciones posteriores. El primer catálogo hecho por Tucidides se defiende el mérito, la igualdad ante la justicia, el cuidado de los oprimidos, las posibilidades iguales sin referencia al grupo social. Pericles se vio obligado a este pacto social por la necesidad de contar con el apoyo de sus ciudadanos al comenzar la guerra del Peloponeso. Pericles se refiere solo al grupo de los ciudadanos, no a los esclavos ni a los extranjeros, aunque en ciertas condiciones los extranjeros podían adquirir los derechos de la ciudadanía. La minoría de la democracia ateniense quedo grabada en la memoria colectiva constituyendo la primera formulación de unas condiciones mínimas de libertad y disfrute de la vida, que será retomada por espíritus amplios de todos los tiempos en su intento de establecer condiciones mejores de convivencia social.

El Cristianismo

El cristianismo no es solo humanismo es una religión que conduce hacia la salvación eterna. Pero la continua insistencia en la biblia sobre la fraternidad, la igualdad y la dignidad humana, las repetidas veces que Cristo anuncia la llegada del reino de Dios como algo no ajeno a la historia cotidiana, han ayudado a formular y a desarrollar una doctrina social. Esta comenzó en una sociedad dominante que aceptaba una fundamental desigualdad entre los hombres libres y los esclavos, entre el ciudadano y el bárbaro, entre el hombre y la mujer. La doctrina de Jesús comenzó a quitar todo fundamento a esta idea de desigualdad. No se logra inmediatamente la abolición de la esclavitud. Pertenece a los hombres, a las comunidades, a ser que esta igualdad se vaya realizando, pero el mismo progreso de la democracia y la justicia social no son extraños.

Declaración de independencia de los Estados Unidos

El 1 de julio de 1976 se votó la independencia de los Estados Unidos de América y el día 4 se adoptó la declaración redactada Jefferson. Este reflejo a la felicidad refleja el optimismo de aquellos hombres empeñados en comenzar una etapa nueva, con la esperanza de que la tierra no fuera “un valle de lágrimas”. Poco más tarde, las diez primeras enmiendas completaban el texto constitucional. Estas enmiendas consagraban la libertad religiosa, las libertades de palabra, prensa y reunión, la seguridad personal, el derecho de propiedad y otras garantías importantes de carácter judicial. Fue un pacto también en el que los indios y los negros quedaron excluidos de estos derechos, el derecho al voto era solo masculino y se podía emitir únicamente a partir de ciertas condiciones económicas. La declaración constituyo un paso importante en el camino de proyectar el deber ser del hombre. Las instituciones norteamericanas han respondido bien, corrigiendo poco a poco las imperfecciones anteriores y conservando todavía suficientemente intactos sus fundamentos políticos, sociales y económicos, a pesar de que algunos de los principios de la declaración continúen siendo un deseo.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789

Hace 191 años que la “Asamblea Nacional” francesa aprobó generalmente la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano empeñados en dejar atrás la teoría de Hobbes de que el miedo es el fundamento de la autoridad. El siglo XVII había ido preparando el “Siglo de las Luces” que sintetizan el racionalista Diderot, la ironía indiferente y la maligna de Voltaire y Rousseau con su idea de la bondad de lo natural. Si el hombre nace bueno y la sociedad lo vuelve malo es posible comenzar de nuevo creando una civilización diferente. Por eso, la Asamblea Nacional se dedica a manifestar los derechos “naturales” cuyo desprecio, olvido e ignorancia son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos. Declaran bajo los auspicios del Ser Supremo todavía, los siguientes Derechos del Hombre y del Ciudadano:

I. Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales no pueden fundarse más que sobre la utilidad común.

II. El fin de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e inalienables de los hombres. Estos derechos son: la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión.

III. El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún cuerpo ni individuo puede ejercer ninguna autoridad que no emane expresamente de ella.

IV. La libertad consiste en poder hacer todo lo que no dañe a otro; por tanto, el ejercicio de los derechos naturales del hombre

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