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Desarrollo en paises industriales asia


Enviado por   •  9 de Abril de 2016  •  Resúmenes  •  10.118 Palabras (41 Páginas)  •  281 Visitas

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Capítulo III

La evolución económica y política reciente de los nuevos países industriales asiáticos

1. Corea del Sur

1.1. Evolución económica reciente

La evolución reciente de la economía de Corea del Sur se ha caracterizado por un calentamiento de la economía y por una pérdida de competitividad internacional desde 1989-90.

El calentamiento de la economía obedece al fuerte crecimiento de la producción y de la demanda interna en los últimos años.

En 1986-88, el PIB creció a una tasa superior al 12% anual. En 1989 el crecimiento se desaceleró hasta el 6,8 %, pero en 1990 y

1991 ha recuperado una expansión más que notable, con tasas del 9,2 y 8,4 % respectivamente, aunque en 1992 ha vuelto a reducirse hasta un 4,5 %. Por su parte, el consumo interno registró un incremento superior al 9,5 % en 1989 y 1990 y un crecimiento del 7,5 % en 1991.

Como consecuencia de esa evolución, la inflación se disparó hasta alcanzar el 8,6 % en 1990 y el 9,3 % en 1991. Las razones que explican ese proceso inflacionista son, además del elevado crecimiento de la demanda, las siguientes: un incremento de los costes laborales, al mantenerse una tasa muy baja de desempleo (2,5 % en 1990); la desaceleración del aumento de la productividad laboral, por los conflictos industriales cada vez más numerosos; el encarecimiento del suelo, debido en parte a la fuerte especulación inmobiliaria; y la ausencia, hasta finales de 1990, de una politica monetaria restrictiva, por el deseo del gobierno de evitar una apreciación de la moneda, que hubiese retraído las exportaciones.

Por otra parte, se registraron también desequilibrios en la Balanza de Pagos. Corea del Sur obtuvo en 1986, por vez primera en los dos últimos decenios, un superávit en su balanza tanto comercial como por cuenta corriente. Sin embargo, esa situación se mantuvo sólo hasta 1989. En 1990, volvieron a aparecer los déficits exteriores. El déficit corriente alcanzó un máximo de 3,1% del PIB en 1991.

La pérdida de competitividad internacional se ha manifestado, .en un menor crecimiento de las exportaciones hasta 1990 (35% en 1987, 29 % en 1988, 2,8% en 1989, 2,8% en 1990). En 1991 y 1992, las ventas al exterior aumentaron en un 10,2 y 8,1 %, respectivamente. Las razones que explican esa desaceleración del empuje exportador son muy diversas.

En primer lugar, el won se apreció en un 30 % respecto del dólar entre 1986 y 1989, al pasar el tipo de cambio de 846 won en 1987 a 666 won en 1989. Desde entonces, la moneda se ha depreciado ligeramente, pues en 1991 el dólar equivalía a 760 won.

En segundo término, el aumento del coste laboral fue especialmente intenso en 1987 y 1988, cuando los salarios se incrementaron un 12 % y 20 %, respectivamente. Además, coincidiendo con el inicio de la transición política, aumentó fuertemente el número de huelgas, que alcanzó un máximo de 1.600 en 1989.

En tercer lugar, Corea sufrió una creciente competencia de países asiáticos con menor coste laboral, como la RPCh y algunos miembros de la ASEAN, como Tailandia y Malasia.

Por último, el menor crecimiento y el auge del proteccionismo en la economía mundial y concretamente en los Estados Unidos, que recibía en 1987 casi el 40 % de las exportaciones coreanas, incidieron también en la desaceleración de la expansión exportadora. El crecimiento de los países desarrollados, como es sabido, descendió del 4,2 % en 1988 al 3,5 % en 1989 y al 2,3 % en 1990, con la economía estadounidense en recesión, ya que sólo creció un 1,0% en 1990. En 1991, la tasa fue incluso negativa (-0,7 %). Pese a que Corea ha disminuido la parte de sus exportaciones a los EE.UU., en 1990 esa proporción rondaba todavía el 30 %.

Una característica adicional de la evolución económica coreana en los últimos años han sido los cuellos de botella cada vez mayores en el sector de infraestructuras. A causa de la escasa atención prestada a ese sector por los gobiernos militares, especialmente en 1980-87, cuando evitaron incrementar el gasto público para combatir la inflación, y en razón del fuerte crecimiento general de la economía, especialmente hasta 1988, las infraestructuras han demostrado ser cada vez más insuficientes. La congestión del tráfico rodado ha hecho que el trayecto de 400 km entre Seúl y Pusan, que en 1980 podía hacerse en siete horas, exigiera en 1990 catorce horas. El número de automóviles en la capital se ha incrementado mucho (un millón de vehículos en 1990), con lo que la velocidad media apenas supera los 16 kilómetros por hora. Los puertos marítimos de Inchon, cerca de Seúl, y de Pusan, en el Sureste, por los que transita la mayor parte del comercio exterior del país, han alcanzado casi el punto de saturación. Las crecientes dificultades en el suministro de energía han provocado restricciones intermitentes en la distribución de electricidad.

Por añadidura, los problemas ecológicos se han incrementado. La deforestación masiva, el uso de pesticidas tóxicos en la producción de arroz y el alto consumo de fertilizantes químicos han provocado un notable deterioro en la calidad de la tierra.

La contaminación del agua es especialmente intensa en el río Han, que atraviesa Seúl. La contaminación del aire es aguda en la capital, en la zona franca de Masan y en el complejo industrial de Ulsan. El uso de petróleo barato, con alto contenido sulfúrico, ha acentuado la lluvia acida. En 1978, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que Seúl era la ciudad con mayor concentración atmosférica de dióxido de azufre. Diez años más tarde, la capital coreana seguía estando entre las cuatro ciudades del mundo más contaminadas por ese producto.

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Las soluciones aportadas por el gobierno han consistido en empezar a aplicar, desde mediados de 1990, una política de demanda restrictiva y una política de rentas basada en la contención salarial. El objetivo es mantener en los próximos años el crecimiento del PIB y la tasa de inflación entre el 7 y el 8 %. Los tipos oficiales de interés se sitúan ya por encima del 12 %, pero no es previsible que aumenten más, ya que ello desanimaría la inversión y las exportaciones.

Por otra parte, la automatización y la importación de maquinaria y bienes de equipo modernos han permitido un notable reequipamiento productivo de las empresas, con el resultado de que en 1991 la productividad del trabajo creció más que los costes laborales, lo que permitió un gran aumento (10,2 %) de las exportaciones, favorecidas además por la ligera depreciación del won

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