EL TRIENIO ADECO (1945-1948)
solhey10 de Febrero de 2014
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EL TRIENIO ADECO (1945-1948)
Cuando se analiza el período de la Democracia Civil en Venezuela (1958-1998) es imperativo agregar que existió un precedente breve en nuestra historia conocido como el Trienio Adeco, ya que fue un período de tres años en los cuales los dirigentes de Acción Democrática, encabezados primero por Rómulo Betancourt y posteriormente por Rómulo Gallegos, condujeron por primera vez el país. Esa fase de nuestra historia comenzó con el derrocamiento del presidente Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1945 y la llegada al poder de la Junta Revolucionaria de Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt, a quien los militares que derrocaron a Medina le pidieron que ocupara la primera magistratura y culminó con el derrocamiento de Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948, dando origen a la dictadura que presidieron sucesivamente Delgado Chalbaud, Suárez Flamerich y Pérez Jiménez. El trienio ha recibido múltiples visiones debido a los rápidos cambios que tuvieron lugar. Lo primero que habría que citar es la revolucionaria obra política que permitió materializar el voto universal ya que por primera vez en la historia de nuestro país votaron y fueron electas a cargos representación popular las mujeres venezolanas. Hay que aclarar que los críticos del trienio argumentan que en la reforma constitucional de 1945, auspiciada por el gobierno de Medina, ya se había establecido el sufragio femenino. Sin embargo, habría que hacer dos consideraciones, que el voto otorgado en la reforma medinista sólo era para las elecciones municipales y que quien la puso en práctica a todos los niveles fue el trienio. También se concedió el voto a los analfabetos, el cual afectaba a más de la mitad de la población sin distinción de sexo y se bajó la edad para votar de 21 a 18 años. El voto de todos los venezolanos eligió la constituyente de 1946, presidida por Andrés Eloy Blanco, el más brillante poeta de este país, la cual aprobó la constitución de 1947 que contenía, entre otras cosas, el voto directo para la escogencia del presidente de la república y del Congreso Nacional. Es conveniente expresar cómo fue elegido Medina y el congreso que lo acompañó. Los venezolanos antes del trienio se regían por la constitución lopecista de 1936 que impuso el sufragio restringido (sólo votaban los varones alfabetizados) para los concejos municipales y las asambleas legislativas (actuales consejos legislativos). Todos los concejos municipales del país se reunían para elegir a los miembros de la Cámara de Diputados y las 20 asambleas legislativas (sólo había 20 estados) en conjunto escogían al Senado, es decir, las dos cámaras del Congreso Nacional. Posteriormente, el Congreso Nacional elegía al presidente de la república; en esas condiciones era imposible derrotar al gobierno por la vía electoral. Con la constitución de 1947 fue electo el primer venezolano por voto universal y directo: Rómulo Gallegos, el más grande novelista de nuestra patria. Otro punto importantísimo fue la gigantesca labor de planificación que efectuó el trienio. Algunos de los muchos planes que se hicieron fueron: El Plan Nacional de Hospitales (1946) en el cual se previeron los establecimientos sanitarios que fueron inaugurados, mas no planificados ni comenzados, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. El Plan Nacional de Vialidad (1947) que diseñó entre otras vías las autopistas Caracas-La Guaira, Regional del Centro, Valencia-Puerto Cabello y del Este, atribuidas al mismo dictador. Hay que puntualizar que la Caracas-La Guaira y la del Este se comenzaron en el trienio. Otro importante fue el Plan Nacional de Irrigación (1948) que esbozó numerosos embalses para el suministro de electricidad, agua y regadío. El nacionalismo del trienio es indudable pues se impuso la política de no otorgar más concesiones petroleras y la aprobación de la ley conocida popularmente como “Fifty-Fifty”, que aumentó de 16,67% a 50% el impuesto para las transnacionales petroleras que aun controlaban esa estratégica industria. En cuanto a la obra material podemos establecer que en educación se crearon 335 planteles y se reaperturó La Universidad del Zulia, cerrada en el gobierno de Castro. En salud se inauguraron varios hospitales, entre ellos los de Barinitas, Dabajuro, Sabana de Mendoza y los antituberculosos de Barquisimeto, Maracaibo y Cumaná. Se puso en servicio el embalse El Corozo, se construyeron los de Guataparo, La Asunción, Agua Fría y La Mariposa y se dejaron en ejecución, terminándose posteriormente, San Juan y Taiguaiguay. Se construyeron 4826 viviendas de interés social en esos 3 años. Es indispensable tomar en cuenta que desde Gómez hasta Medina y en el lapso de los 18 años anteriores al trienio se construyeron sólo 1931 viviendas. Quienes no reconocen el gran avance político, social, económico y material del Trienio Adeco pertenecen a la élite desplazada del poder o a los eternos resentidos que sólo creen que las cosas son buenas cuando las hacen ellos, pero es indiscutible el progreso para las mayorías, antes excluidas.
JUNTA MILITAR DE GOBIERNO 1948 - 1950
El 24 de noviembre de 1948 se conoce en la historia contemporánea de Venezuela como la fecha del golpe militar que las Fuerzas Armadas Nacionales perpetraron contra el gobierno constitucional presidido por Rómulo Gallegos, quien el 15 de febrero de 1948 había asumido la presidencia de la República, luego de triunfar en los comicios de diciembre de 1947 con un 74.4% de los votos escrutados, siendo además la primera vez en el siglo XX que el pueblo elegía por vía universal, directa y secreta a sus representantes. Múltiples fueron los factores que incidieron en la crisis política e institucional que derivó en la caída de gallegos. Por un lado, el partido de Gobierno (AD), quien se estableció en el poder luego del derrocamiento de Isaias Medina Angarita (18.10.1945) y en el que se sustentaba gallegos, comenzó a ser tildado de sectario al ocupar los principales cargos de la administración pública con sus partidarios. En tal sentido, en poco tiempo AD creció rápidamente como organización, creando un grupo monopolista del poder, denunciado por la oposición. Asimismo, los niveles de intolerancia de la militancia llegaron a extremos tales de sabotear los mítines de los partidos de la oposición-en especial de COPEI-y de asambleas sindicales, que en muchos casos llegaron a las agresiones físicas. Por otra parte, la unión cívico-militar instalada el 18 de octubre de 1945 se empezó a debilitar, una vez que los miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a verse como los socios minoritarios de un proceso político que ellos mismos habían iniciado. Esta situación empeoró con las acusaciones de los jefes militares de que AD estaba organizando milicias partidistas armadas e intentaba conquistar adeptos en las filas del ejército, además de querer penetrarlas, al hacer que jóvenes de su confianza se inscribieran en las academias militares. El descontento provocado por la penetración de los adecos en la institución castrense, produjo por tanto diversos intentos localizados de alzamientos cuartelarios, que los mandos militares debieron sofocar para mantener la unidad y la disciplina de dicha institución; sin embargo, las presiones castrenses por el derrocamiento del gobierno continuaron. Por tal motivo, los principales jefes militares (Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez) se erigieron en negociadores para tratar de aliviar las tensiones. Con esta finalidad elaboraron tres puntos que propusieron al Gobierno de Gallegos:
Que Rómulo Betancourt, el gran estratega y organizador del partido AD, a quien se responsabilizaba del estado al que había llegado saliera del país por tiempo indefinido.
Que las milicias de AD fueran desarmadas.
Que se reorganizara el gabinete, sustituyendo a los ministros militantes de AD por personas sin disciplina partidista.
Según testimonios de personas que participaron en las negociaciones, Betancourt se mostró dispuesto a viajar al exterior e intervenir en lo que fuera necesario para llegar a un arreglo conciliatorio; pero Gallegos se mantuvo en posiciones principistas, secundado por el CEN del partido. Debido a la intransigencia de Gallegos, desde mediados de noviembre de 1948 corrían rumores acerca de un golpe de Estado; motivo por el cual el 23 de ese mes, el Gabinete Ejecutivo renunció en pleno para facilitarle a Gallegos las decisiones que debía tomar, pero éste lo ratificó íntegramente, cerrando cualquier posibilidad de entendimiento con los militares, quienes en una actitud conciliatoria, ya no exigían la sustitución de todos los ministros adecos, sino de una parte. Finalmente, ante la presunción de que la dirigencia de AD y la CTV convocarían a una huelga general para hacer una demostración de fuerza, los militares decidieron actuar y el 24 de noviembre de 1948 derrocaron al gobierno, poniendo fin a la alianza concertada con AD para la obtención del poder en octubre de 1945. Formando luego una Junta Militar de gobierno integrada por los Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez.
El grupo de oficiales que derroco a Gallegos el 24 de noviembre de 1948 bajo el nombre de unión patriótica militar, constituyó una nueva junta presidida por Carlos Delgado Chalbaud e integrada por los tenientes coroneles Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez, quienes asumieron los ministerios de la defensa y relaciones interiores respectivamente.
Las primeras medidas decretadas por la junta de gobierno fueron: suspensión de las garantías decretadas por Gallegos; deportación del presidente y sus colaboradores, ilegalización de AD y detención de sus líderes; disolución del congreso nacional, de los concejos municipales,
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