Economia Española
cintia23321 de Mayo de 2015
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TEMA 8: SECTOR FINANCIERO
1. Introducción
El sistema financiero es el conjunto de instituciones, intermediarios y mercados que canalizan el ahorro desde las unidades económicas que disponen de exceso de fondos y desean prestarlos a aquellas que no tienen financiación suficiente. Misión básico, ya que hace posible tres hechos para el buen funcionamiento de la economía: i. la transferencia de fondos entre agentes, ii. La transferencia del riesgo y iii. La transformación de plazos.
Nuevas teorías de crecimiento endógeno asignan al sistema financiero un papel relevante para el logro de mayores ritmos de crecimiento, con dos vías las cuales se concreta su influencia: posibilitar que mayor volumen de recursos se canalice hacia la inversión productiva, y garantizar que reciban financiación aquellas actividades que generan un mayor rendimiento, incrementando la productividad del capital.
2. Mercados e intermediarios financieros
Los mercados e intermediarios financieros evalúan las diferentes alternativas de colocación de recursos, reduciendo los costes de información que soportan los agentes económicos. Incentivan el uso de activos financieros, ya que fomentan su adquisición por agentes que no estarían dispuestos a hacerlos.
Las vías en las que los mercados y los intermediarios financieros desempeñan sus funciones son diferentes. La existencia de mercados permite a demandantes de financiación pedir fondos directamente a los ahorradores, para lo cual emiten activos financieros (acciones u obligaciones).
Tales ingresos son inciertos, la adquisición de los títulos implica un cierto nivel de riesgo. Los intermediarios financieros se sitúan entre los ahorradores y los demandantes de financiación, prestando a estos últimos los fondos que piden prestados a aquéllos. El intermediario asume un riesgo que intentará cubrir aplicando un diferencial entre el tipo de interés que cobra a los prestatarios y el que paga a los ahorradores por la cesión.
Mercados e intermediarios financieros no deben ser considerados comportamientos estancos; entre ellos suelen establecerse flujos de considerable magnitud.
La influencia que ha podido ejercer en la consecución de un mayor o menor grado de crecimiento económico la decantación por una u otra forma de instrumentación de los flujos financieros ha sido una cuestión largamente debatida, sin que se haya llegado a conclusiones definitivas. Países con estructuras financieras muy distintas han alcanzado niveles de desarrollo económico muy semejantes. Ambos modelos tienen ventajas e inconvenientes. Es cierto que el recurso al mercado reduce los costes de transacción, que puede abaratar la financiación, también puede condicionar la conducta de los demandantes de recursos, dada la elevada sensibilidad de los mercados. La financiación a través de los intermediarios coloca a las empresas en situación de dependencia del crédito bancario, pero permite allegar recursos a unidades económicas que carecen del tamaño suficiente para acudir a los mercados de capitales.
La preponderancia en cada país de uno u otro tipo de estructura financiera depende de múltiples factores: la tradición y la cultura económica, el tamaño de las empresas, las necesidades de financiación de sus agentes inversores, la actitud y preferencias de las autoridades. Es habitual diferenciar dos modelos:
a) El anglosajón, donde los mercados constituyen la principal fuente externa de financiación. Predomina el modelo de banca especializada, cada tipo de entidad lleva a cabo un determinado tipo de actividades, teniendo incluso prohibido realizar otras operaciones.
b) El continental, entidades bancarias son el principal proveedor de recursos. Predomina el modelo de banca universal, que permite a las entidades de crédito realizar un amplio abanico de operaciones sin que existan restricciones.
En España y Alemania las entidad bancarias tiene una estrecha vinculación con las grandes empresas industriales y de servicios, participando en su capital e involucrándose en su gestión. Las instituciones bancarias de EEUU son reacias a participar en el capital de empresas y también intentan evitar asumir riesgos industriales a L/P.
Hasta fechas recientes, en los dos modelos el crecimiento orgánico de entidades bancarias venia determinado por su capacidad para captar recursos de clientes. A partir 1990 las entidades bancarias empezaron a obtener recursos en los mercados financieros titulizando una parte de los activos que mantenían en su balance. Se trataba de transformar un conjunto de activos (poco líquidos y escasamente negociables) en una serie de títulos susceptibles de poder ser vendidos en los mercados. Dicho proceso tenía unas ventajas para las entidades emisoras (menor costes de financiación y mejor gestión de riesgos) como para los inversores (aumentaba las alternativas de inversión, diversificación de cartera).
El problema surgió en los grandes bancos de inversión de EEUU, cuando empezaron a considerar la titulación no forma de obtener recursos sino una fuente de generación de ingresos que permitía además transferir el riesgo a terceros. Aparecieron estructuras financieras cada vez más complejas y opacas que están en el origen de la crisis financiera internacional
3. El sistema financiero español. Rasgos básicos.
El sistema financiero español cambios significativos en los últimos 25 años, el primero es el intenso crecimiento de la actividad financiera. Los activos financieros han pasado a un 700% del PIB a comienzos de siglo frente a un 424% en 1985. El mayor grado de desarrollo económico, la creciente apertura al exterior y la propia modernización del sistema financiero son las causas de la mayor profundidad financiera de la economía española.
Parte considerable del crecimiento de la actividad financiera refleja el notable desarrollo que han experimentado los mercados financieros. Los factores principales que han impulsado el desarrollo de los mercados financieros son:
- La creciente sofisticación de la política monetaria
- La búsqueda de fuentes de financiación alternativas y más baratas que el crédito bancario por parte de las grandes empresas
- Las necesidades crecientes de recursos que desde mediados de los ochenta registró la hacienda pública
- La mayor renta y cultura financiera de la población
- La propia mejora de los sistemas de negociación
La expansión de los mercados ha impulsado a su vez el desarrollo de los intermediarios financieros no bancarios y sus tres modalidades más significativas: los fondos de inversión, los fondos de pensiones y las compañías aseguradoras. El fuerte auge de los intermediarios financieros no bancarios es un hecho dado en la mayoría de los países de Europa favorecido por factores como la mayor cultura financiera de los ahorradores, el progresivo envejecimiento de la población y las dudas crecientes sobre la viabilidad de los sistemas públicos de pensiones. Su importancia relativa en España sigue siendo muy reducida en comparación con los países anglosajones.
Desarrollo de los mercados financieros y de los intermediarios no bancarios ha reducido la importancia de las entidades bancarias como proveedores de financiación y como destinatarias del ahorro. El efectivo y los depósitos bancarios suponen en la actualidad el 27% de los activos financieros de la economía española, frente al 35% en 1980. Los intermediarios bancarios siguen desempeñando un papel crucial en la canalización de los flujos financieros porque el crédito bancario sigue siendo la principal vía de financiación de que disponen familias y pequeñas empresas. Además la importancia de esas entidades va mas allá ya que contribuyen al funcionamiento eficaz del sistema de pagos del país, proporcionando un medio de pago universalmente aceptado: los depósitos bancarios.
4. El sistema bancario.
La banca, cajas de ahorra y las cooperativas de crédito son los tres tipos de entidades que han conformado históricamente le sistema bancario en España. Los bancos revisten la forma de sociedades anónimas y destinan sus beneficios al pago de dividendos. Las cajas de ahorro son entidades sin ánimo de lucro que emplean sus excedentes en la realización de obras de carácter benéfico-social. Las cooperativas de crédito (cajas rurales) son sociedades de carácter cooperativo que distribuyen entre sus socios los posibles beneficios.
Tales diferencias en la naturaleza jurídica condicionaron las vidas que cada tipo de entidad podía seguir para aumentar sus niveles de capitalización. Los bancos podían elevar sus recursos propios por ampliación de capital, las cajas solo podían hacerlo hasta fechas recientes reduciendo los fondos aplicados a la obra benéfico-social. Esto se intentó resolver primero permitiendo a las cajas la emisión de cuotas participativas, títulos semejantes a las acciones de los bancos, pero que no otorgan derechos políticos propios de los accionistas. En 2010 para facilitar que pudieran captar recursos propios de primera calidad, se impulsó que las cajas pudieran ejercer su actividad financiera a través de un banco al que cederían todo su negocio financiero.
4.1. Desregulación y competencia
A partir de mediados de 1980 el sistema bancario español experimentó una transformación radical impulsado por tres factores. Primero, se desmantelaron las restricciones como la regulación de los tipos de interés que dificultaban la competencia entre propias entidades bancarias. El desarrollo de los mercados amplió las alternativas de los usuarios de servicios bancarios (tanto de colocación de sus excedentes como de financiación
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