Economía Purhepecha

ECONOMIA

Los tarascos tuvieron una economía mixta basada en la agricultura, caza, pesca y recolección. Los tributos y el comercio suplieron la deficiencia de materias primas.

Cultivaron el maíz, frijol, chile, calabaza, tabaco, algodón, chía y otras especies. También fueron buenos pescadores, empleaban canoas, redes, anzuelos de cobre, por medio de los cuáles obtenían charales, truchas y pescado blanco.

Los bienes y servicios fluyeron a través de varios canales institucionales que podemos separar en dos clases: mercados locales y regionales; y agencias controladas por el imperio. Se cree que estas últimas incluyeron la red tributaria, los comerciantes oficiales dedicados al comercio a distancia, los campos agrícolas, bosques y minas imperiales y el intercambio oficial de regalos.

El comercio mercantil

Las fuentes primarias que mencionan las redes tarascas dicen poco acerca del mercado, aunque se sabe que los hubo y podemos localizar algunos centros de este tipo. La actividad comercial incluía el alquiler de servicios como acarrear agua, moler maíz, mendingar por comida. No hay evidencia que sugiera que los mercados fueran controlados o regulados por el gobierno. Aunque se sabe que el rey suspendió la actividad comercial solo dos veces: cuando murió un monarca y cuando los españoles llegaron a su capital, lo que quiere decir que de de todos modos el gobierno si intervenía.

El sistema tributario

La principal agencia del imperio en cuanto al intercambio económico fue su red tributaria centralizada y organizada. Los artículos provenientes de las diferentes zonas del imperio que pasaron por sus múltiples niveles acababa depositándose en los almacenes centrales de la capital en Tzintzuntzan. Que eran consumidos por la familia real, la burocracia política y los funcionarios religiosos de los templos imperiales, entregados como regalos o repartidos entre la población local en épocas de escasez, esos bienes representaron parte importante de la economía local. Además fueron utilizados para sostener el ejército, que en épocas de guerra habría reclutado a muchos hombres del centro de Michoacán.

El sistema tributario estaba bajo el control total de la familia real en Tzintzuntzan. Se recolectaba el tributo de forma regular en centros regionales, cada uno de los cuales tenía una seria de tributarios conocidos. El tributo podía pagarse en la forma de bienes y servicios.

Desde estos centros, se enviaba el tributo acumulado a Tzintzuntzan o también a las fronteras militares. Los artículos más comunes que se ofrecían como tributo de la capital son el maíz y las telas y prendas de algodón. Otros bien que también aparecen son servicios domésticos, objetos metálicos, armas, frutas tropicales, cacao, algodón, guajes, pieles de animales, plumas de aves tropicales, oro, plata y cobre. Otros artículos que circulaban en los mercados son: sal, frijol, chile, conejos, pavos, miel, pulque, plumas de pájaros locales y vasijas de barro.

Los recursos propiedad del imperio

Además de la red tributaria, el imperio controlaba las tierras de la cuenca de Pátzcuaro y de otros sitios, donde se producían los alimentos

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