El Cuerpo Como Construcción Simbólica

Francis Johanna Sosa López

Cód.: 207223706

Historia del cuerpo I

Visualizaciones el cuerpo y las artes visuales

YVES MICHAUD

I. EL PESO DE LOS DISPOSITIVOS TÉCNICOS

La mutación fotográfica

A partir de los años 1840 y 1860, la fotografía inaugura una serie de mutaciones técnicas que persisten y que alteran totalmente la relación con el cuerpo.

La fotografía permitió enseguida mostrar a los modelos sin tener que recurrir a la maquinaria de poleas, correas y ganchos de los talleres de pintura, lo que transformo la pose, la volvió más natural, pero también dio lugar a otras ´puestas en escena mas complicadas.

El factor de novedad visual así introducido desempeña un decisivo en la perdida de influencia y pronto la descalificación de la pintura.

A finales del siglo XX, estos nuevos medios de comunicación se habrán impuesto totalmente y la pintura no será y más que un género antiguo al que se vuelve a veces como cuando se revisa una tradición

Conocimiento, exploración, vigilancia

En la década de 1910, este nuevo conocimiento visual esta en sus comienzos. Va a desarrollarse a continuación en numerosas direcciones, algunas previsibles y otras más sorprendentes.

Los rayos X, las fotografías en primer plano y la macrofotografía van a ser rápidamente utilizadas por el arte.

Todas las opciones fotográficas y cinematográficas serán explotadas desde una visión exterior: la pose y puesta en escena elaborada, el plano cercano, el montaje, el maquillaje y el trucaje, o por el contrario, la captación de los cuerpos en su estado natural y espontaneo.

El video abre un nuevo campo a la observación, el de la captación de la silueta, las fisonomías banales, los rostros corrientes y los gestos anodinos, de los desplazamientos de la multitud.

Estas técnicas de visualización, a medida que se vuelven más potentes e indoloras, se vuelven paradójicamente también más invasivas y agresivas. Desnudan al cuerpo, en sentido propio y figurado, incluso su interior. Lo persiguen hasta lo más íntimo.

II. CUERPO MECANIZADO, CUERPO DESFIGURADO, CUERPO BELLO

Tres grandes registros parecen organizar la imaginaria del cuerpo en el arte del siglo XX: el del cuerpo mecanizado, el del cuerpo desfigurado y el del cuerpo bello.

Trabajadores, atletas, bailarines, máquinas

La imagen del cuerpo mecanizado refleja la cultura del deporte y de la gimnasia, la racionalización del trabajo a finales del siglo XIX, las políticas de higiene de la población, y la política sin más, con sus muchedumbres organizadas y sus desfiles.

El hombre mecánico de los años treinta parece estar de vuelta, pero bajo unas formas durante unos tiempos en lo que la norma de la eficacia deportiva o práctica ha desaparecido y solo manda la lógica del espectáculo o del fantasma individual. Lo monstruoso se convierte en la manifestación de esta perfección sin norma.

La belleza, siempre, explosiva-fija

Al lado de estas imágenes de cuerpos calibrados, monstruosos o desfigurados, el arte del siglo XX nunca dejara de estar obsesionado al mismo tiempo con la seducción y la belleza. Ahí el tercer espejo del siglo.

La belleza vuelve al corazón del arte a partir de los años veinte, que no son solamente los años de la vuelta al orden, sino también los de la belleza surrealista.

La exhibición de lo íntimo y la pornografía banal

A partir de los años ochenta, la abundancia de medios técnicos de producción de imágenes y el carácter privado de la realización gracias a la supresión de la etapa del revelado, la producción digital fácil y, más aun, los potentes medios de difusión de las obras, hacen posible una pornografía popular.

La pornografía se encuentra al fin librada y banalizada en el arte como en

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