El Discurso Filosófico

El discurso filosófico: el cuerpo-máquina

El padre de la filosofía moderna René Descartes, le permitirá ser testigo y actor central de uno de los momentos históricos mas importantes en la historia de la humanidad: la revolución científica de los siglos XVI-XVII, que genera un movimiento poderoso de reflexión.

El método y la duda cartesiana

La propuesta del método de Descartes es sencilla: “para él, el encuentro de un método preciso es la primera condición del pensamiento. Y este método no se contenta con la experiencia dudosa: quiere llegar a una certidumbre completa”, desterrar todo indicio de duda, con él va inaugurar una nueva época en la historia del pensamiento, va a proponer cuatro reglas, que aquí se presentan sintetizada:

1. Evidencia.

2. Análisis.

3. Deducción.

4. Comprobación.

Lo que busca con el método de manera obsesiva, es tener certezas, un elemento que es fundamental y es uno de los aspectos centrales de su filosofía: la duda metódica. Ella consiste en poner en tela de juicio todas las fuentes de saber habituales: a) los sentidos que nos engañan y de las cuales no podemos fiarnos; b) el sueño que no nos permite distinguir entre él y la vigilia; c) los errores del razonamiento; y d)la presencia del genio maligno.

La tarea que pretende, es dudar de todo aquello que se le ha enseñado como verdadero, pasar a revisión los saberes y doctrinas que se habían convertido en absolutas. Utilizando la duda no como una necedad, sino como un recurso metodológico, la duda se convertirá en una metódica.

La perspectiva mecanicista

Los pensadores de este tiempo se liberan (en cierta medida) de la visión religiosa, iniciando un rompimiento, situado a la naturaleza y al hombre en una nueva dimensión, son los sabios de los siglos XV y XVI (G. Bruno, N. Copérnico, L. Da Vinci, J. Kepler y A. Vesalio) los que iniciaron de manera frontal la batalla contra el dogmatismo eclesiástico, desarrollando nuevos planteamientos.

Uno de ellos será Galileo Galilei (1562-1642) considerado como el padre de la astronomía moderna y de la ciencia, planteara a la observación y la experimentación como dos herramientas fundamentales y a las matemáticas como la ciencia que nos permite comprenderla.

Galileo no se fía de los sentidos sino de la imaginación, ella le permite elaborar una hipótesis que procede a la experimentación y la observación. Galileo tiene plena concie3ncia de que ha llegado el momento en que el hombre mediante su accionar puede conocer y transformar la naturaleza. Las matemáticas se convertirán en la ciencia por excelencia que permitirá dar cuenta de los fenómenos naturales. Después de esta merced de la naturaleza, los hombres pasaran a convertirse en su dueños, “con la llegada del pensamiento mecanicista que le otorga a la creación una relación de dominio sobre el conjunto de las características del mundo, desaparecen los signos sobre la naturaleza que aparecían con la mayoría de los pensadores de las épocas anteriores, desde platón hasta los filósofos del Renacimiento”.

Galileo y Descartes, así como otros contemporáneos, creen plenamente que la naturaleza estaba escrita en un lenguaje matemático y confían de manera clara en el poder de la razón matemática para conocer la realidad.

El dualismo antropológico

Descartes es el artífice más importante de la concepción moderna dualista del hombre, sin embargo será Descartes el que la desarrollará con más ímpetu. El hombre nos dice, está compuesto por dos sustancia: la res cogitans y la res extensa, la primera corresponde al alma y la segunda al cuerpo. El alma es la sustancia pensante, la

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