El Mundo Árabe-Islamico

(López García) El mundo árabe-islámico

Cap.4: El nacimiento de los E-N en ½Oriente: Las Tanzimat (corriente renovadora dentro del imperio otomano) del S.XIX no lograron frenar la decadencia otomana. Los nacionalismos condujeron a la independencia de distintos países del Imperio porque lo único que unía a turcos y árabes era el islam, lingüística y culturalmente eran diferentes. El nacionalismo árabe (un nacionalismo étnico destinado a conformar una comunidad con derechos nacionales propios) nació primero como movimiento cultural de afirmación de una lengua y su cultura y luego se afirmó políticamente. Es lo que se conoce como la Nahda (inquietud renovadora), la afirmación cultural de lo local árabe dentro del otomanismo y del panislamismo. En la primera década del S.XX van a surgir las primeras asociaciones nacionalistas árabes que defienden la descentralización política y en las grandes capitales árabes como Damasco o Bagdad se van a organizar movimientos autonomistas. Pero este proceso va a ser frenado por el clima conflictivo internacional.

La rivalidad del Imperio otomano con Gran Bretaña y Rusia lo va a inclinar a tomar partido por Alemania en la 1°GM. Cuando el Imperio turco decide tomar partido en 1°GM por Alemania, Palestina se va a convertir en frente de batalla por su proximidad con Egipto, convertido en base británica.

El califa va a proclamar la yihad (obligación religiosa de los musulmanes, es un esfuerzo máximo no una guerra santa) en contra de los aliados (G.B, FyR) en un intento de utilizar al Islam como factor integrador, pero muchos árabes van a hacer caso omiso de este llamamiento aprovechando la situación para acelerar la secesión. El nacionalismo árabe sirvió de instrumento a los ingleses contra sus enemigos, incitando la independencia árabe frente a los otomanos.

Al romperse las hostilidades, los británicos emitieron un comunicado en el que se afirmaba que si la nación árabe se mantenía neutral o se colocaba de su lado Inglaterra le garantizaba la integridad del Imperio contra toda intervención exterior en Arabia y daba a los árabes toda la ayuda necesaria contra una agresión extranjera. El Emir Husein ofrecía sus ejércitos a cambio de la garantía y la concreción de las fronteras de un futuro reino árabe que comprendiera los territorios al sur del paralelo 37 (Siria, Líbano, Palestina, Iraq y la península Arábiga); luego de varias respuestas evasivas por parte de Inglaterra llegó una contrapropuesta que recortaba las pretensiones árabes. Con estas garantías, el Emir Husein se nombre en 1916 Rey de los Árabes tras proclamar la revuelta árabe con la idea de contrarrestar la acción del ejército turco-alemán que amenazaba desplazarse a Medina.

Los acuerdos de Sykes-Picot: Los obstáculos británicos impuestos a la reivindicación de un reino árabe provenían de las pretensiones de los aliados de repartirse las zonas estratégicas después de la guerra. Francia e Inglaterra habían diseñado un mapa futuro de la zona que se concretó en los acuerdos secretos de Sykes-Picot en 1916 (Sykes secretario de asuntos orientales en El Cairo y Picot cónsul de F en Beirut). El acuerdo tenía objetivos de ejercer hegemonía y control colonial: distinguía 2 zonas de influencia exclusiva para Francia y Gran Bretaña, una zona de influencia internacional y un área en la que se reconocía y protegía a una nueva Confederación de E árabes pero con derechos para las 2 naciones.

La marcha de la 1°GM en Oriente estuvo marcada por los combates entre turcos y árabes-aliados. Los árabes (con ayuda aliada de Lawrence) logró aislar a las fuerzas turcas, avanzar y ocupar Jerusalén en 1917 (1 mes después de la declaración Balfour que sostenía el establecimiento en Palestina de un E judío). El acuerdo secreto de Sykes-Picot va a quedar frustrado porque los bolcheviques que tomaron el poder en 1917 lo van a hacer público. Esto va a poner en peligro la relación entre los aliados (G.ByF) y los árabes. En 1918 se va a firmar el armisticio entre los aliados y el Imperio Otomano. Como producto de la 1°GM el Imperio Turco desapareció.

Los Mandatos: La idea de una tutela ejercida por los vencedores sobre estas nuevas naciones en gestación quedó expresada en el pacto de la Sociedad de Naciones en junio de 1919. La Conferencia de San Remo en 1920 va a reconfirmar el sistema de Mandatos: dejaban de existir las zonas definidas en el acuerdo de Sykes-Picot, se establecía el mandato inglés sobre Palestina, Irak y Transjordania, y el francés sobre Siria y Líbano. La península arábiga (bajo la dinastía saudí) e Irak y Jordania (bajo poder Hachemita) no quedaron bajo mandato.

El Consejo de la Sociedad de Naciones aprobó en 1922 los Mandatos francés y británico. En la carta reguladora de los mandatos se distinguían 3 apartados: en uno se definían los derechos de las poblaciones autóctonas y se fijaba un plazo de 3 años para la elaboración de una Constitución, el otro apartado permitía al Mandatario establecer tropas en el territorio y ejercer la protección diplomática sobre sus ciudadanos y el 3°aseguraba a los países, perteneciesen o no a la Sociedad de Naciones, iguales derechos tanto en cuestiones $ como culturales.

Sin embargo una cuestión no se tuvo en cuenta: el respeto a la voluntad de las poblaciones a la elección del mandatario. Las poblaciones de la región se oponían a la partición y a las pretensiones sionistas sobre Palestina.

El Mandato británico sobre Palestina: a comienzos del S.XX la población palestina ascendía a 700.000 habitantes (el 80% musulmanes, el 10% cristianos y un 8% judíos). Los musulmanes eran campesinos mientras que los cristianos y los judíos residían en las ciudades. Los judíos poseían el 3% de la tierra.

El objetivo sionista de un E judío en Palestina como consecuencia del incremento del antisemitismo va a cambiar el destino de la zona. La creación del E judío concebido por Herzl estaba impulsado por un proyecto de retorno a la Tierra prometida. Esto se llevaría a cabo por medio de la Compañía Judía de colonización, con sede en Londres, que era la encargada de organizar la actividad económica y la inmigración, y de programar la compra de tierras, la construcción de inmuebles y de poblados. El proyecto sionista se apoyaba en el slogan de “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. El obstáculo del proyecto fue que Palestina no era una tierra sin pueblo.

El proyecto del E judío comenzó a tomar cuerpo y se inició una corriente migratoria de judíos orientales rusos y polacos hacia Palestina. Éstos encontraron cierta hostilidad por parte de los otomanos que considerándolos súbditos rusos les prohibieron la compra de tierras.

Si bien durante los 40 años anteriores a la presencia británica (1880-1920) las migraciones judías se triplicaron sólo lograron representar el 10% de la población total de Palestina. Gracias al establecimiento del Mandato, la tolerancia británica y el riguroso control de la inmigración en EE.UU se afianzó la llegada de 10.000 inmigrantes por año entre 1920-30. Este ritmo anual se triplicó en 1935 debido a las persecuciones nazis. Sin embargo el ritmo inmigratorio no fue constante y ante el crecimiento continuo de la población judía en 1935 los jefes de diferentes partidos árabes palestinos exigieron la inmediata suspensión de la inmigración, la prohibición de la venta de tierras a extranjeros y un gobierno democrático con un Parlamento de representación proporcional. Ante la imposibilidad de una solución política al conflicto, un sector de la población palestina consideró la insurrección armada como única vía de resolución. En 1936 estallaron una serie de protestas encabezadas por el Alto Comité Árabe que fueron rápidamente aplastadas.

Aprovechando la aparente calma los británicos enviaron la Comisión Peele que sugirió como única solución a la incompatibilidad de los proyectos sionista y palestino y a la impracticabilidad de la misión mandataria, la partición del territorio devolviendo a cada una de las partes un gobierno propio. El proyecto de división del territorio relanzó la revuelta palestina y los miembros del Alto Comité Árabe fueron deportados. En 1938 se dio a conocer un 2°proyecto de división de Palestina en el que sin perder su unidad $ se establecía una federación controlada por los británicos; pero tanto sionistas como palestinos rechazaron la propuesta.

La prolongación de la insurrección palestina y el temor de que ésta se transformara (por ser anti-británica) en un apoyo a los nazis condujo a Inglaterra a redactar el Libro Blanco en 1939 y a tomar una postura favorable a las posiciones árabes: en libro se declaraba que la creación de un E judío en la zona contradecía los compromisos contraídos con los palestinos, se prohibía la compra de tierras por los judíos y se limitaba la inmigración para evitar que los judíos superasen el tercio de la población total. Se cifraba en 10 años la permanencia de Gran Bretaña en el territorio y su partida se consideraba como punto de arranque de un E binacional en el que los derechos de ambas comunidades fueran respetados por un gobierno compartido. El Libro Blanco contradijo la Declaración Balfour, generó desconfianza en los palestinos y un sentimiento de traición en los sionistas.

Al principio de la 2°GM se produjo en Palestina una situación de tregua donde Inglaterra buscó un difícil equilibrio basado en la limitación de la emigración judía y el acuerdo con las árabes (Egipto e Irak). Las organizaciones sionistas quebraron esta tregua con una serie de acciones terroristas contra la política inglesa. Con estas acciones la Agencia Judía mostró su disconformidad y exigía

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