El Nigromante Aportaciones

Ignacio Ramírez fue un hombre mexicano indígena icono del liberalismo mexicano, apodado el ¨Nigromante¨ nació el 22 de junio de 1818, en San Miguel el Grande, Guanajuato, hijo de José Lino Ramírez, y de Ana María Guadalupe Sinforosa Calzada, su padre, jurisconsulto e Insurgente y de estirpe criolla; su madre, de estirpe indígena pura, descendientes de caciques aztecas y tarascos, se decía que era del linaje de Cuitlateca y Auelitoc, así como de los últimos señores tarascos de Michoacán.

llego a la ciudad de México en 1834 y 1835 ingresó al Colegio de San Gregorio, donde visitó las bibliotecas y devoró volúmenes de todas las ciencias y doctrinas, jurisprudencia, latín, sánscrito, francés, náhuatl, botánica, astronomía, economía, filosofía, liberalismo progresista, historia, álgebra, teología, literatura, y otro, titulándose de Abogado, contemporáneo de una generación de liberales mexicanos, entre ellos Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Santos Degollado, Sóstenes Rocha, Andrés Quintana Roo y Francisco Zarco.

Dentro de las aportaciones que veremos con profundidad más adelante destacan mucho lo que es la educación laica y gratuita, fue un personaje que siempre causo polémica por ir en contra de los ideales de los conservadores, destaco por su vocación política, la cátedra de derecho era su especialidad. Fundó el periódico Temis a la cual denunciaba injusticias a los cuales se les destacaba a los liberales. Lucho por que los principios democráticos fueran puros, defendió la libertad de expresión, genero y por ultimo pero menos importante defensor de los derechos humanos.

El Nigromante fue uno de los abogados más destacados y hoy en día más seguido por sus ideas de hacer una constitución de progreso.

Ignacio Ramírez fue la conciencia libre e intransigente n contra de todo exceso de poder y un hombre de una sola pieza durante toda su vida. Era un prodigo intelectual, de talla colosal. Brillante abogado y ensayista, ocupo todos los lugares públicos inimaginables al servicio del país. En mi opinión me sorprende demasiado como tuvo vida y tiempo para hacer todas esas redacciones y participar en tantos proyectos y más aun que sus aportaciones no hayan perdido vigencia y aun es fuente de inspiración para los mexicanos.

Dentro de sus aportaciones del Nigromante fue el diputado más notable que participo en forma brillante y decisiva en la redacción de la Constitución de 1857. Reforma la ley hipotecas y juzgados; puso en práctica las leyes sobre la independencia entre el estado y la iglesia; reformo el plan de estudios que lo redacto en 1847 la ley de educación del Estado de México, el antecedente tangible de uno de sus logros más grandes, plasmado en la constitución en 1857 impulso la educación laica y gratuita.

La ley educación pretendía ayudar a la raza indígena y a los niños de escasos recursos, permitiendo que los municipios de estado de México becaran a los alumnos más aptos, asumieran los gastos de manutención y los enviaran a estudiar a Toluca. Ser un niño indígena y con escasos recursos era un requisito indispensable para ingresar al Instituto Científico y Literario de Toluca.

Ignacio era un hombre que tuvo muchas dificultades en su libertad de expresión por que quería separar a la iglesia del estado por eso fundo un periódico llamado Themis y Deucalion, que adquirió un explosivo éxito en la sociedad del estado de México. Allí escribió sobre la completa reorganización política y social de la República basada en municipios libres y entidades federativas, ataco al clero de los fueros y privilegios y a la supuesta democracia feudal.

Rindió tributo al pueblo pobre de México.

Ignacio Ramírez le apostó siempre a la educación y gran parte de su talento lo encausó a la liberación de las conciencias ciudadanas y a establecer su gran proyecto nacional: el libro de texto gratuito, las becas para estudiantes de escasos recursos y la educación laica y gratuita, que terminaría con la funesta trilogía infernal del poder en México, los centralistas, los grupos conservadores y el clero. Sobre la supuesta educación religiosa, El Nigromante expresaba que "Debemos llevar la educación pública a un nivel de realidad social y no dejarla como Juárez indicaba, a nivel de un decreto de buenas intenciones.

La ley la proclama y debemos implementarla sin ningún dogma religioso. La educación religiosa tiene una contradicción distorsionante para el ciudadano común, porque no le permite la libertad absoluta de pensamiento, y el catecismo del padre Ripalda, base del temperamento teocrático sólo logra en el pueblo la cesa ración del conocimiento científico y del progreso nacional. México ya no necesita de más dogmas para evolucionar, ya fueron suficientes tres siglos de inquisición.

El catecismo sólo le importa al clero en tanto herramienta eficaz para la explotación del pueblo ingenuo, generando hordas de fanáticos devotos que han sido capaces de vender a la patria, su bandera y su nación por servir a intereses que no tienen el mismo objetivo de progreso nacional; por el contrario, en tanto la educación en México no sea laica y gratuita se seguirá usando la fe de cada ciudadano para los fines políticos de la Gran Sociedad Mercantil, el clero".

Cuando Ignacio Ramírez recibe el nombramiento de Ministro de justicia de instrucción pública en el año de 1877 donde crea la pensión nacional para niños sobresalientes de escasos recursos, reestructura la educación elemental y el calendario oficial, reorganiza la escuela Nacional Preparatoria y constituye el primer hospital para gente pobre en la Ciudad de México mediante la subvención de rifas y loterías (2 de mayo).

El gobierno de la República nombra

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