El Porfiriato- Resumen

“El Porfiriato”

Hace algún tiempo el 15 de septiembre de 1830 para ser exactos, en un pequeño pero bonito pueblito de la ciudad de Oaxaca, por fin nace aquel hijo tan esperado del señor José de la Cruz Díaz y la señora Petrona Mori, a este realmente precioso bebe sus afortunados padres decidieron darle por nombre Porfirio con sus respectivos apellidos Díaz Mori.

Desafortunadamente el de Octubre de 1833, a sus escasos 3 años de vida el pequeño Porfirio quedo huérfano de padre, ya que este fue víctima de esa terrible epidemia de cólera que asolaba la ciudad de Oaxaca en ese entonces, por fortuna a Porfirio no le sucedió nada. El inocente niño quedo bajo la tutela de su padrino de bautizo, el sacerdote José Agustín Domínguez.

Saltémonos hasta el año de 1845 cuando el joven Porfirio inicia sus estudios de bachiller en el Seminario Conciliar de Oaxaca bajo la tutela del maestro presbítero Macario Rodríguez. Y el 1 de julio del año siguiente, por influencia del maestro Pbro. Macario Rodríguez, decide enrolarse en el ejército para defender a su patria de la invasión norteamericana; nuestro chico se alista en los batallones Trujano y Constancia, que no llegan a tomar parte en la contienda. El 15 de noviembre de 1849, por influencia del licenciado Marcos Pérez, abandona el Seminario de Oaxaca.

El 4 de febrero de 1850, Porfirio ya decidido a alejarse de las actividades eclesiásticas se inscribe en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca para estudiar Leyes. Allí conoce a Matías Romero, quien será próximamente su condiscípulo. Es ahí donde adquiere su gran gusto por las actividades físicas.

Dos años más tarde el 2 de abril, ingresa a la masonería bajo la protección de Marcos Pérez en la Logia Cristo, del Rito Nacional, a la que también pertenece el licenciado Benito Juárez.

El 1 de diciembre de 1854 este gran joven, vota contra el gobierno de Santa Anna y en favor de Juan Álvarez en el plebiscito organizado por el primero para legalizar su gobierno. Fuera de la ley por dicha actividad, decide huir de Oaxaca y adherirse a la Revolución de Ayutla, bajo las órdenes de Francisco Herrera, levantado en la región de Huajuapan; su primera acción de guerra tendrá lugar en una localidad llamada Teotongo.

El 29 de agosto de 1855, al triunfo de la Revolución de Ayutla, Díaz es nombrado jefe político del Partido de Ixtlán, cargo que ejercerá durante un año y donde organizará una guardia nacional.

El 16 de enero de 1858, Díaz combate bajo las órdenes de Ignacio Mejía en la toma de Oaxaca, que entonces se encuentra en manos de los conservadores. Y el 25 de febrero, participa en la toma de la plaza de Jalapa, ocupada por el conservador José María Cobos.

Nuestro Porfirio ya no es un niño, se ha convertido en un gran hombre, pero aun después de todo lo que ya ha logrado, consigue más triunfos que a continuación eh de mostrar.

El 7 de abril de 1858, Díaz es nombrado gobernador y comandante militar de Tehuantepec. Asegura el escritor José López Portillo y Rojas que, por el aislamiento del Istmo en aquella época, Díaz es gobernador absoluto de la región con independencia del gobierno del estado de Oaxaca, lo que le permite desplegar sus dotes naturales de administrador y gobernante. Y el 13 de abril, derrota al jefe reaccionario José María Conchado en la batalla de las Jícaras y recibe ascenso al grado de comandante. El 28 de agosto, Díaz le escribe a Benito Juárez ratificando su adhesión a la causa liberal «ofreciendo a usted mi espada para la defensa de los sagrados derechos de nuestra patria».

Pero así como le suceden grandes cosas también algo malo tendría que ocurrirle, el 24 de agosto de 1859, su madre, Petrona Mori, muere en la ciudad de Oaxaca. Y el 21 de enero de 1860, en la campaña por la ciudad de Oaxaca, es derrotado en la batalla de Mitla. En sus memorias declara la terrible mortificación que le significó esta derrota, la primera en la carrera de las armas.

Después de esto las victorias y triunfos siguieron para este hombre.

El 13 de agosto de 1861, derrota en la batalla de Jalatlaco, bajo las órdenes de Jesús González Ortega, a las tropas facciosas de Leonardo Márquez. Díaz comanda a un ejército de 230 oaxaqueños y algunos efectivos zacatecanos. Y gracias a esto el 28 de agosto, por el triunfo obtenido en Jalatlaco, es ascendido a general de brigada. El 5 de mayo de 1862, participa en la célebre batalla de Puebla bajo las órdenes del general Ignacio Zaragoza. Y el 25 de julio del mismo año Porfirio es nombrado jefe de la división llave.

En 1863 Del 2 de abril al 17 de mayo, participa en la defensa de la ciudad de Puebla bajo las órdenes del general Jesús González Ortega; está a cargo de los fuertes de Santa Inés y San Marcos. Luego de la rendición de la plaza, es hecho prisionero, junto con otros 1800 jefes y oficiales del ejército. Sin embargo, logra escapar del convento de Santa Inés y evitar su traslado como prisionero a la Isla de Martinica. El 24 de mayo, Benito Juárez le ofrece la secretaría de Guerra o el puesto de general en jefe del Ejército republicano, la cual rechaza argumentando su juventud. El presidente Juárez lo reconoce permitiéndole formar sus tropas a su entero parecer. El 31 de mayo, forma parte de las tropas que escoltan al gobierno de Benito Juárez en su salida de la Ciudad de México; en esa travesía, primero es jefe de Operaciones del ejército con sede en Michoacán y en septiembre recibe el encargo del presidente de formar el cuerpo del Ejército de Oriente para defender al estado de Oaxaca, adonde avanza en octubre. El 6 de noviembre, camino a Oaxaca, Porfirio Díaz recibe el nombramiento de general de división. El 27 de noviembre, Porfirio Díaz, luego de atravesar los estados de Guerrero y Oaxaca, llega a la capital oaxaqueña. Allí se entrevista con el gobernador Ramón Cajiga, quien le manifiesta su inclinación por la causa imperial; ante la superioridad del ejército de Díaz, el gobernador decide renunciar al cargo. El 1 de diciembre, asume el gobierno provisional de Oaxaca, sin embargo, el 12 de febrero de 1864, delegará el cargo en el general José Manuel Ballesteros por las grandes responsabilidades de carácter militar que lo ocuparán por la defensa del territorio ante la inminencia de un ataque de los imperialistas.

No cabe duda que 1863 fuera un año con muchos acontecimientos para este hombre, pero, aquí no acaba su historia, a este gran hombre aún le quedan muchas cosas por vivir.

En mayo de 1867, en medio de la guerra y la defensa de la patria, se casa con su sobrina en primer grado, Delfina Ortega. Un año más tarde el 28 de mayo, nace en Oaxaca el primogénito de Porfirio Díaz y Delfina Ortega, quien es bautizado con

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