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El movimiento urbano popular en la Ciudad de México

migoesReseña12 de Marzo de 2021

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Alumno: Ventura Medina Ricardo

Profesora: Ana Treviño

Actores sociales y participación en la ciudad de México

El movimiento urbano popular en la Ciudad de México

9 - diciembre – 2016  

2016B

Movimiento Urbano Popular En La Ciudad De México

El movimiento urbano popular obedece a un cambio en las formas de concebir la ciudad como un fenómeno de la globalización que da la pauta central. La falta de infraestructura en la CDMX, las precarias condiciones de vida en zonas populares, una expansión  exponencial demográfica que básicamente rebaso las expectativas de la ciudad.

“Para los integrantes del MUP, el derecho a la vivienda pasa por una lucha que se reinicia cada jornada. Y lo hace efectivo no solo como urbanizadores de terrenos inhóspitos y constructores de la mayor parte de la ciudad, sino también como defensores de un proyecto urbano de masas en el que la solidaridad, el ejercicio real de las libertades democráticas, la cultura y la festividad populares sean posibles”. (Ramírez, 15, 1999).

El MUP  es un actor social que se mantiene presente desde una vecindad hasta en grandes colonias donde el derecho a la vivienda y de servicios  es la pugna diaria del movimiento.

El objetivo en este trabajo es analizar las principales formas de acción del movimiento así como los fines que persigue y como fue el nacimiento del movimiento, su antecedente histórico y el contexto en el que se desarrolló.

Origen del movimiento

El origen del movimiento esta asociados a las reivindicaciones urbanas en México y en la ciudad. En la época del Cardenismo (1934-1940) se levantaron distintas protestas y de distintas demandas urbanas inquilinarias, aunque a su vez hubo huelgas importantes en Veracruz, Jalapa, Orizaba, Guadalajara, Mérida y Pueblas. Distintas corrientes anarquistas y del PRM alcanzaron una amplia influencia política en las prácticas sociales conforme a la vivienda.

Los sectores urbano-populares enfrentaron múltiples obstáculos para la obtención de una vivienda. Unido al proceso acelerado de urbanización que sufrió la ciudad. Las vecindades fueron la solución antes este proceso de transformación y principalmente estaba asentadas en el centro de la ciudad.

“La ciudad de México en particular comienza a concentrar actividades económicas y la población sin que a este proceso corresponda la inversión oficial de las vivienda” (Ramírez, 37, 1999)

Todas estas demandas en el periodo de Cárdenas fueron apaciguadas de una manera poco convencional y esto trajo como consecuencia que se agravará el problema: La tolerancia a las invasiones en áreas periféricas (normalmente de origen ejidal y comunal), el surgimiento en ellas colonias populares y la presencia en estos mecanismos de las instancias de masas del partido oficial (PRM).

Para poder seguir entendiendo el MPU al pasar del tiempo, el año de 1968 es un punto clave o de ruptura. La trágica muerte de los estudiantes el 2 de octubre trajo una corriente ideológica de izquierda avanzada donde muchos grupos afines poco a poco impulsan una organización social,  a su vez sindicatos, organizaciones campesinas, instituciones de educación superior y media superior y por supuesto colonias populares. Este gran desarrollo de ideales progresistas es llevado de la mano con discusión política y de formas de lucha que va queriendo protagonizar un cambio de concebir el espacio público.

“Por otra parte, el modelo de desarrollo capitalista en México no lograba aminorar la crisis que lo envolvía; en lo agrario, el desastre del campo desplazaba grandes masas campesinas hacia las ciudades, que en lo urbano se consolidan y con ellas los altos niveles de marginalidad de la mayoría de la población y la precariedad de sus condiciones de vida; en lo político, el control del régimen priista hacia la sociedad se desgasta, se reconoce una mayor independencia de los pobladores urbanos y de autonomía de sus organizaciones, no obstante el gobierno represor y autoritario se mantiene y endurece”. (Bautista, 10, 2015).

Para la década de los ochenta es la consolidación del movimiento el terremoto del 19 de septiembre de 1985 fue la condición esencial de las demandas del movimiento pero lo explicaremos más a detalle en los siguientes puntos.  

Recordemos que el movimiento se da en dos fases distintitas de modelo económico. en México por un lado estaba el estado interventor que protegía y ayudaba a la inversión nacional y protegía al mercado interno con aranceles altos a producciones extranjeras. Y por otra parte el programa de estado neoliberal donde se reduce el los aranceles a productos extranjeros, se limita el poder ejecutivo y esta la libre competencia es su virtud de la globalización.

Forma organizativa

La organización del MPU, se dio en gran parte a las oportunidades políticas, a la acción colectiva y de participación constante de cada una de sus brigadas y siguiendo la teoría de los movimientos sociales según Tarrow:

“La acción colectiva surge en respuesta a los cambios en las oportunidades y restricciones políticas, y sus participantes responden a una variedad de incentivos: materiales e ideológicos, partidistas y grupales, prolongados y episódicos. Las personas que poseen limitados recursos pueden actuar colectivamente, aunque sea de forma esporádica, aprovechando estas oportunidades mediantes repertorios de acción conocidos”. (Tarrow, 33).

La asamblea de barrios fue la principal forma de organización de los colonos. Principalmente grupos o personas afiliadas al PRI de su confederación correspondiente.

“Esta iniciativa de sumar a los demandantes de vivienda, más allá de ser o no damnificados del terremoto, fue debatida al interior de la CUD casi al final de la reconstrucción, sin llegar a acuerdos. Las organizaciones que rechazaban esta propuesta argumentaron que el gobierno ya no iba a dar atención a la demanda habitacional después de la reconstrucción y eso era como engañar a la gente. Otras organizaciones no compartieron esta posición y en abril de 1987 crearon la Asamblea de Barrios y Organizaciones Vecinales (AB)”. (Bautista, 26, 2015).

Antes del sismo de 1985, en 1983 varias organizaciones se reunieron con el fin de organizar un proyecto autogestionario utilizando los recursos de FONHAPO, que en ese tiempo era un recurso de carácter federal que se destinaba para acciones habitacionales para personas de bajos recursos y que no tenían acceso a la vivienda propia.

“Pero lo más innovador de este organismo era el de no otorgar créditos individuales sino colectivos, a cooperativas o asociaciones civiles, bajo un sistema que permitía la participación de los beneficiarios en el proceso de gestión de crédito y en el control de las distintas etapas del programa de vivienda; es decir permitía la “autogestión”, objetivo prioritario en las organizaciones de solicitantes.” (Sánchez, 28, 1992).

El terremoto trazo un antes y un después en el movimiento urbano popular puesto que miles y miles de personas se quedaron sin viviendas y esto trajo que el movimiento atrajo a muchos adeptos.

El temblor en la ciudad dejo alrededor de 30 mil viviendas destruidas tanto como el gobierno local y federal se vio rebasado ante la catástrofe, y se creó una desconfianza tremenda de las autoridades.  

“Ante la magnitud de la tragedia, emerge la experiencia política y organizativa acumulada de las organizaciones inquilinarias y la de amplios sectores sociales no vinculados al MUP tradicional y a sus formas de militancia y organización. Estos sectores son la base para un nuevo movimiento urbano que vendría a modificar la lucha en la ciudad”. (Bautista, 22, 2015).

A partir de la catástrofe que dejo el terremoto muchos grupos sociales se anexaron al movimiento como nuevos “solicitantes de vivienda”, agudizando el problema ya que los recursos a nivel federal era insuficiente ante las demandas. Estas implicaciones también eran de alguna manera apoyadas desde barrios y vecindades céntricas, que sin ser precisamente afectados ellos argumentaron siempre habían estado damnificados.  

En todo el momento de la emergencia que no se presentaban en términos políticos como una opción cambiaron profundamente y solidarizaron a mucha gente. Numerosas organizaciones del movimiento llegaron antes al lugar del epicentro que el gobierno, a los derrumbes, realizando trabajos de rescate, brigadas de vigilancia y rescate a zonas afectadas, ayuda en comida, campamentos en vía publica y traslado de los heridos, atención médica, brindar información sobre los desaparecidos. Este era el descontento acumulado por malas decisiones políticas establecidas por el partido gobernante. Ante este contexto de descontento generalizado en la capital se crea la coordinación única de damnificados (CUD). 

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