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Enayo Historia De Jalisco


Enviado por   •  17 de Marzo de 2014  •  1.834 Palabras (8 Páginas)  •  218 Visitas

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Ensayo historia de Jalisco

Información del bloque III Del nacimiento del estado de Jalisco al inicio de la revolución Mexicana. De 1823 a 1810.

El 16 de junio de 1823, es la fecha en que se conmemora el nacimiento del Estado Libre y Soberano de Jalisco. Su capital es la ciudad de Guadalajara, la cual ha conservado este rango desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Esta iniciativa se materializa en el Plan de Gobierno Provisional del Nuevo Estado de Xalisco, donde en su tercer artículo dispone que: “El Estado de Xalisco es libre, independiente y soberano de sí mismo, y no reconocerá otras relaciones con los demás Estados o Provincias, que las de la fraternidad y confederación.”

La difícil tarea de consolidar al Estado de Jalisco, en la recién establecida República Federal da principio con los siguientes hechos: la integración del Congreso Constituyente que dotó a Jalisco de una Constitución Política Estatal (constaba de 272 artículos); y la elección de Prisciliano Sánchez como primer Gobernador Constitucional del Estado.

Con el recién adoptado sistema federal, el territorio jalisciense quedó dividido en ocho cantones: Guadalajara, Lagos, La Barca, Sayula, Etzatlán, Autlán, Tepic y Colotlán.

Pero no todos los grupos sociales estuvieron de acuerdo con todos estos acontecimientos. Quienes derivaban su poder de la antigua relación de dominio colonial se organizaron rápidamente para impedir cualquier cambio.

Así, las vicisitudes derivadas de la oposición entre conservadores y liberales caracterizaron gran parte del siglo decimonónico, en la historia de México.

Desde 1823, cuando Jalisco adoptó el sistema federal, los distintos gobiernos del Estado defendieron y sostuvieron la causa por la que se había luchado, la de “Federación o Muerte”.

Durante el período que se conoce como la primera República Federal (1823-1835), los liberales jaliscienses no cesaron en hacer frente a las constantes hostilidades y pretensiones de los centralistas por implantar un sistema de gobierno que los favoreciera.

Luego de serios enfrentamientos en el campo político y militar, los liberales jaliscienses fueron sometidos, a fuerza de las armas, por parte de los conservadores en agosto de 1834; a partir de esa fecha Antonio López de Santa Anna tomas las riendas del país y se encarga de defender los intereses de los centralistas, quienes plasmaron sus ideales en las Siete Leyes Constitucionales, promulgadas en diciembre de 1836 y vigentes hasta 1841. En estas leyes se tomaron medidas que limitaban la libertad de organización política en todos los niveles. En Jalisco, desde 1835, el gobernador José Antonio Romero de convicción netamente conservadora suprimió los ayuntamientos, el Congreso del Estado y también nombró nuevos funcionarios.

A pesar de estas medidas tan drásticas, el ideal federalista de Jalisco no fue exterminado. Hacia 1846, ante la amenaza centralista de imponer una monarquía como forma de gobierno, los liberales mexicanos reaccionaron enérgicamente y se apresuraron a reorganizarse. En Jalisco un grupo de liberales se levantó en armas al grito de “Viva la República, muera el príncipe extranjero”, y en respuesta a esta protesta el gobierno centralista envió a sus tropas a Guadalajara, hostigando a la población y dejando en estado de sitio a la ciudad.

En agosto de 1846, triunfa nuevamente la causa federalista y México inicia su reorganización según las bases de la Constitución de 1824.

Sin embargo la tarea de fortalecimiento del sistema federal sufre otro grave tropiezo, cuando los desacuerdos entre los grupos liberales y los ataques conservadores provocaron la nueva adopción del sistema centralista, así como su forma de organización política y territorial, en 1852, con la proclamación del Plan del Hospicio y el regreso de Santa Anna al poder.

Este hecho alertó a los liberales mexicanos, quienes actuando frente a condiciones adversas dieron cuenta de su presencia en la escena política, en marzo de 1854, al proclamarse el Plan de Ayutla.

Jalisco pronto declaró su adhesión a dicho plan y, en febrero de 1855, la guarnición de Guadalajara hizo lo mismo.

Los liberales vieron triunfar nuevamente su causa en agosto de 1855, cuando Santa Anna huyó del país. Jalisco inicia su reorganización cuando Ignacio Commonfort promulga el estatuto orgánico de Jalisco, mediante el cual se restauran en la entidad los principios de la Constitución de 1824 y con ella los derechos civiles.

El gobierno estatal pronto reafirmó su posición liberal, al jurar la Constitución Federal de 1857 y promulgar la Constitución Política del Estado ese mismo año; inspirándose en los lineamientos de la Carta Magna. La adopción del nuevo código desató en el país una violenta respuesta por parte de los grupos conservadores, dando lugar a la llamada Guerra de Reforma que, a lo largo de los tres años que persistió, dejó muerte y destrucción en todo el país.

El Congreso de Jalisco protestó contra los desórdenes provocados por el Plan de Tacubaya, cuya promulgación dio principio a la Guerra de Reforma; igual reacción tuvo el ayuntamiento de Guadalajara. Y aunadas a las protestas oficiales, se dieron las de carácter popular; pero todas se unificaban en el propósito de defender la Constitución y las instituciones que esta respaldaba.

Una vez terminada la Guerra de los Tres Años, a fines de 1860, se inició el camino de reorganizar a la nación en todos los aspectos, a fin de reanudar el proyecto liberal.

Aún se vivían las grandes pérdidas de la guerra civil, cuando México se ve amenazado por la intervención militar extranjera de tres países: Inglaterra, Francia y España; utilizando éstos como pretexto la suspensión de pagos de la deuda externa que dispuso Juárez

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