Ensayo Sobre Niccoló Paganini

La primera vez que se asoció los dotes musicales de una persona con el demonio fue en la época del siglo XVIII aproximadamente. El músico al que se hace alusión fue Niccoló Paganini, un italiano nacido en Génova que durante su vida de músico, estuvo rodeado de un aura mefistofélica que lo acompañó hasta su muerte. Quizás Niccoló, fue el primer “rock-star” de la música, se supo abrir paso con su talento y con su alucinante control sobre el instrumento y técnicas nunca antes ejecutadas en la historia, en una época en donde no se daba cabida a los solistas y la vanidad de los músicos era mal vista.

Parte de su vida fue desordenada y aventurera, era un alma libre que no se dejaba amedrentar y que sacaba partido de las habladurías que circulaban sobre su persona, ya que sus detractores fueron quienes divulgaron la idea de que las capacidades musicales de Paganini fueron obtenidas a través por un pacto satánico, puesto que no concebía que una persona “normal” ejecutase el violín con tal violencia y pasión sin estar posesionado por una fuerza demoniaca que lo ayudase.

El músico nació Génova el 27 de octubre de 1782 y falleció en Niza el 27 de mayo de 1840. Las historias giran en torno a su persona limitan entre lo fantasioso y lo real, tanto sobre los espectáculos que entregaba como también lo fueron sus andanzas amorosas, las cuales le trajeron más de un problema social y de salud.

Su niñez al igual que muchos genios de la época fue marcada por los maltratos de su padre, quien en ocasiones le privaba de alimentos si no lograba los objetivos esperados en el instrumento. Aun cuando recibió una estricta formación musical de su padre, esto no lo alejo de su amor por la música y especialmente del violín. Aproximadamente a los nueve años presento su primer concierto a los comerciantes de su ciudad, quienes eran amistades y compañeros de trabajo de su padre. En se momento su padre se da cuenta que debe enviarlo a estudiar para desarrollarse como músico y así poder pulir su talento. El pequeño fue enviado con el maestro Allesandro Rolla en Parma (ciudad Italiana), quien era una persona muy respetada y honesta, la que admitió que ya no le quedaba nada más que poder enseñarle.

Gran parte de lo que se conoce de su vida en mezcla con la leyenda, el velo del misterio de sus facultades musicales hace que ya sea casi imposible el distinguir lo real de la fantasía de su legado. Actualmente se sabe que sufrió de una enfermedad congénita llamada síndrome de Ehlers-Danlos que consiste en un grupo de trastornos caracterizado por articulaciones extremadamente sueltas o laxas, piel híper elástica y órganos que también se ven afectados como vasos sanguíneos que se dañan fácilmente. Lo largo de sus extremidades también hizo suponer que poseía el síndrome de Marfan, la leyenda cuenta que sus manos alcanzaban cerca de cuarenta centímetros, al momento de fallecer se hicieron un molde de ellas y actualmente se sabe que aun cuando eran grandes no median lo que cuenta la historia.

Sus andanzas amorosas también aportan material para las leyendas, una de ellas cuenta que las cuerdas que usaba estaban hechas de las tripas de una mujer que fue su amante. Esta historia se piensa que nació producto de la similitud que tenía el músico con un fugitivo de la época, la semejanza era enorme, pero cierto es de que estuvo preso, los motivos se desconocen pero lo aluden a aquel asesinato de la mujer. El estar encerrado por todo ese tiempo ayudo a que mejorar su técnica en el instrumento y que desarrollara una habilidad poco usual, la de poder ejecutar canciones enteras con una sola cuerda. A medida que el tiempo transcurrió en la celda, las cuerdas del violín se fueron deteriorando, una a una iban cediendo

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