Entre la Razón y la tradición: La influencia de Jeremy Bentham en la Nueva Granada
Juan Pablo Colorado EstradaEnsayo4 de Noviembre de 2025
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Entre la Razón y la Tradición: La Influencia de Jeremy Bentham en la Nueva Granada (Entre 1822-1828: Decreto por Santander en 1822 y la prohibición por Bolívar 1828)
Juan Pablo Colorado Estrada
Pero, bajo la piedra pesada de los tiempos, la flor va a darnos su escándalo.
León Gieco
Al finalizar el siglo XVIII y al comenzar el XIX, la Nueva Granada se encontraba en un periodo de transición intelectual y política. La reacción contra la filosofía escolástica, que había sido la base de la educación colonial, y el creciente entusiasmo por las ciencias modernas, crearon un clima propicio para la introducción de nuevas formas de pensamiento filosófico. En este contexto, las ideas del filósofo inglés Jeremy Bentham encontraron un terreno fértil para su implementación. Bentham, conocido por su teoría del utilitarismo, proponía que las leyes y las políticas debían diseñarse para maximizar la felicidad y el bienestar del mayor número de personas, un enfoque que resonaba con las necesidades de modernización de las repúblicas emergentes.
La adopción de las ideas benthamistas en la Nueva Granada no fue un proceso simple ni unánime. Por un lado, figuras clave como Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar veían en el utilitarismo una herramienta para formar una clase política adecuada a las exigencias de las nuevas repúblicas, desvinculada de la herencia colonial tradicionalista. Por otro lado, sectores conservadores y el clero católico se opusieron enérgicamente a lo que percibían como una amenaza a la moral y a la religión cristiana. Este choque de ideas y valores llevó a una intensa controversia que se extendió a lo largo de varias décadas.
La enseñanza de Bentham fue oficialmente incorporada en los programas de estudio por Santander en 1825, quien decretó que los tratados del jurista inglés serían textos de referencia para la cátedra de derecho público. Esta decisión, sin embargo, no estuvo exenta de oposición. Bolívar, en un decreto de 1828, prohibió la enseñanza de Bentham en todas las universidades de Colombia, argumentando que sus ideas eran peligrosas para la moral y la tranquilidad pública. Esta polarización reflejaba una lucha más amplia entre los esfuerzos de modernización y la resistencia a la ruptura con el pasado colonial.
La búsqueda de una legislación basada en principios racionales y modernos era vista como esencial para la construcción de una república que pudiera responder a las necesidades de un Estado en reorganización tras la guerra de independencia. El utilitarismo benthamista ofrecía una visión de la ley y el gobierno que encajaba con las aspiraciones de una élite política que buscaba consolidar su poder y modernizar el país.
El debate entre benthamistas y antibenthamistas no solo abarcó cuestiones legales y administrativas, sino que también tocó aspectos fundamentales de la moral y la educación. Mientras los defensores del benthamismo, como Ezequiel Rojas, abogaban por una educación basada en la razón y la naturaleza, en contraposición a la autoridad de la tradición, sus críticos veían en estas ideas una amenaza a los fundamentos mismos de la moral católica y el derecho natural. Esta controversia se convirtió en un terreno de enfrentamiento entre liberales y conservadores, modernización y tradición, que marcaría profundamente el desarrollo político y social de la Nueva Granada.
Dentro del escenario de disputas, controversia y desorden en La Nueva Granda, lleva a varias interrogantes. ¿Cómo se orienta la educación? ¿Cómo se inicia e introduce, según el utilitarismo benthamista, en la construcción de la nueva república? ¿Cómo fue recibida la instrucción del jurista inglés? y ¿Cómo y cuáles fueron las circunstancias que permitieron la incorporación de las ideas benthamistas en La Nueva Granada? En saber sobre cómo se dio la filosofía de Bentham, cómo fueron los procesos, qué se estudiaba, en qué año se dio inicio la educación de él, por qué Bentham y no otro… y también ¿Cómo era el contexto político de la época? ¿Qué pasaba en esa época a nivel político, social, religioso?
Al finalizar el siglo XVIII y a comienzos del XIX, la reacción contra la filosofía escolástica constituyó la base de la educación colonial y el entusiasmo por las ciencias positivas modernas, crearon en la Nueva Granada un clima intelectual propicio para la introducción de formas de pensamiento filosófico, como Bentham. “La nueva generación debería reemplazar las viejas formas jurídicas por una legislación basada en principios simples y racionales”[1]
Las circunstancias que permitieron la incorporación fueron la búsqueda de Santander y Bolívar de formar una clase políticamente adecuada a las exigencias de las repúblicas emergentes, desligada de la herencia tradicional colonial. “Gracias a El Español, al que expresamente se refiere en la carta de Jamaica, probablemente ya a comienzos del siglo XIX, si se tiene en cuenta que el Libertador estaba en París en 1803-1804, inmediatamente después de la publicación de los Traités.”[2]
El 8 de noviembre de 1825, Francisco de Paula Santander impone los tratados como texto de referencia de la cátedra de derecho público y luego más tarde hubo un decreto el 12 de marzo de 1828 con el que Bolívar los prohíbe en todas las universidades de Colombia. Las obras de Bentham sirvieron como instrumento para la construcción de nuevas instituciones neogranadinas, una forma de sistematización dentro de la óptica de Bentham que representaba una base de apoyo en cualquier nación para aplicar transformaciones en el área legislativa de su interior.[3] Por lo tanto, ahí la necesidad de la clase política colombiana de fundamentar sobre el lanzamiento de su propia experiencia de administradores “y esta necesidad explica la atención mostrada por ellos hacia aquella ferrería de ideas y modelos institucionales en la que se había transformada Europa”[4]
Por tanto, en La Nueva Granda, la teoría benthamista fue “la primera concepción del Estado y la primera filosofía política sistemática que se enseñó con carácter oficial en las universidades de la Nueva Granada, [...], y el primer cuerpo coherente de doctrinas emparentadas con la concepción liberal moderna del Estado.”[5]
La cátedra de legislación universal basada en los principios utilitaristas de Bentham fue establecida en el Plan de Estudios de 1826, poco después de la independencia. “la fundación de una cátedra de legislación universal basada en los principios utilitaristas expuestos por Bentham (1823) en los Tratados de legislación universal civil y penal; en segundo lugar, la importancia que se confirió a la economía política, para lo que se fundó la primera cátedra de esta ciencia, cuyo contenido fue considerado prioritario para la nueva administración.“[6] Esto respondía a la necesidad de las élites de reemplazar la antigua legislación colonial con una perspectiva jurídica moderna y racional.
La educación en la Nueva Granada se orientó a la construcción de una nueva república a través de la introducción de la cátedra de legislación universal basada en los principios utilitaristas de Bentham. “es sencillo inferir que su adopción [...] para la recién fundada cátedra de legislación universal corresponde a una acción deliberada de las élites benthamistas para dar forma a sus aspiraciones de clase a través de un discurso político sobre el carácter moderno que el utilitarismo podía ofrecer a la legislación y a las instituciones políticas y administrativas.”[7]
Se estudiaba principalmente los principios de legislación y moral de Bentham, en contraposición a la tradición del derecho natural y la ley divina. Los defensores de Bentham, como Ezequiel Rojas, argumentaban que sus ideas permitían buscar la verdad y la justicia a través de la razón y la naturaleza, en lugar de la autoridad de la tradición.[8]
Los Tratados de Legislación Civil y Penal de Bentham fueron adoptados como texto obligatorio para esta cátedra.” La versión del utilitarismo que se debatió en Colombia fue esencialmente la de Jeremías Bentham tal como aparece en las versiones españolas que circularon entre nosotros de los Tratados de legislación civil y penal.”[9] Esta versión del benthamismo, conocida como la del legislador ilustrado, enfatizaba el papel del legislador en examinar los intereses individuales para lograr la mayor utilidad para el mayor número.[10]
Bentham propuso un sistema de educación pública que se basaba en los principios de la instrucción mutua desarrollados por Joseph Lancaster. El racionalismo formal de la teoría del Estado y la legislación de Bentham llegaba con oportunidad a la Nueva Granada y coincidía con las necesidades técnicas de un Estado en reorganización, “después de una guerra que había trastornado todo el aparato burocrático de la nación, y se acoplaba a los intereses, al sentimiento de la vida y al ethos que animaba a la naciente burguesía neogranadina.”[11] Este sistema buscaba difundir la instrucción de manera económica y eficiente, utilizando a los propios alumnos para enseñar a los menos preparados.
En un contexto marcado por la inestabilidad y la guerra civil, las ideas de Bentham sobre la necesidad de disciplina y orden fueron vistas como instrumentos útiles para gobernar esa conflictividad y formar una clase política moderna y secular, alejada de la herencia tradicionalista colonial. Su énfasis en la responsabilidad individual de los funcionarios, el control de su actuación y la importancia de la opinión pública como tribunal de la legalidad, encajaban bien con las necesidades de las nuevas repúblicas independientes.[12] Bentham empezó a interesarse por Suramérica a partir de 1808-1810, cuando redactó manuscritos sobre la necesidad de un código comprensivo para las colonias españolas.
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