Estado Patriarcal

Estado patriarcal

Empezamos cuestionándonos ¿Qué es un estado patriarcal?

El patriarcado es un concepto utilizado por las ciencias sociales, en especial en la antropología y en los estudios feministas. Hace referencia a una distribución desigual del poder entre hombres y mujeres en la cual los varones tendrían preeminencia en uno o varios aspectos, tales como la determinación de las líneas de descendencia (filiación exclusivamente por descendencia patrilineal y portación del apellido paterno), los derechos de primogenitura, la autonomía personal en las relaciones sociales, la participación en el espacio público -político o religioso- o la atribución de estatus a las distintas ocupaciones de hombres y mujeres determinadas por la división sexual del trabajo. Ya teniendo muy claro este concepto vamos a realizar un análisis a las lecturas como agua para chocolate y crónica de una muerte anunciada, resaltando hechos donde podamos observar como en esas épocas se vivía en un estado completamente patriarcal.

Como agua para chocolate: Como agua para chocolate es una novela escrita por Laura Esquivel, publicada en 1989, que trata acerca de la vida de una mujer (Tita), sus amoríos y la relación de esta con su familia, todo relacionado con la importancia de la cocina y las recetas típicas mexicanas de la época en que está ambientada su vida. En la novela se puede apreciar un estilo particular, en el que se emplea un realismo mágico con el fin de combinar lo sobrenatural con lo mundano

La trama de esta historia es a principios del siglo XX la mayor parte de la historia sucede en la cocina, que es en esa época “lugar de mujeres”. La realidad mexicana de esa época es la de una sociedad patriarcal y machista, represora, en la que las mujeres adoptan un papel social de sumisión, circunscritas al mundo domestico, madres responsables a su prole, reproductoras, muy alejadas del status de individuo. Además, la tradición mexicana establecía un destino trágico para las hijas pequeñas de la familia. Condenadas a la soledad, se les prohibía casarse, ya que debían cuidar a su madre en la vejez. Con un argumento a caballo entre comedia, el melodrama y el realismo mágico, la historia presenta algunas ideas sobre la mujer, el amor y el patriarcado.

A las mujeres no se les permite realizarse ni seguir su destino tienen que resignarse a lo que su madre disponga para ella, también observamos un choque con el machismo: esto se da en la escena en que la madre se opone a que le roben víveres y es violada por un grupo de "revolucionarios" quienes de esta manera doblegan el orgullo de la mujer y le hacen ver que necesita "un macho" para poder sobrevivir.

A principios del siglo XX la idiosincrasia de los mexicanos era esencialmente machista y aunque ya desde varios siglos atrás se mencionaba la emancipación femenina, en realidad esta era vista solo como una lejana utopía, pues la sociedad patriarcal admiraba la osadía femenina, pero la relegaba a mitos o mujeres de la mala vida. Y es que en esa época de terribles prejuicios sociales, la verdad era que la dignidad de la mujer era vilmente fragmentada, pues la mujer era casta, pura y olvidada, o era prostituta, erótica y vehemente deseada. Así, el típico macho mexicano, deseaba para esposa a una mujer virginal con la cual concebir hijos y presumir en sociedad de mujer decente, mientras que el se reservaba el derecho de condescender a la lujuria de sus instintos animales y amancebarse o prostituirse con cualquiera, siempre cuidándose de que no se le cayera su careta de hombre intachable.

La mujer ha estado obligada a reaccionar a someterse a las normas y convenciones vigentes en el sistema dominado por hombre. La autora afirma que la protagonista femenina del siglo XX no se puede caracterizar automáticamente como esposa, madre, virgen o mujer pública. Destaca que los autores masculinos nos presentan a la mujer más bien estereotipadamente, hasta incluso de manera mítica.

Ahora vamos a mencionar algunos ejemplos de la novela como agua para chocolate referentes al estado patriarcal:

Empezamos viendo como primer ejemplo la oposición al matrimonio de Tita, esto por seguir una absurda tradición familiar que dicta que la hija menor de la familia tiene que ocuparse y cuidar de su madre hasta el fallecimiento de ella así que tiene que renunciar al matrimonio y a tener hijos, y Tita debido a esta tradición no tiene la libertad de elegir su futuro mucho menos de vivirlo a como ella quiera, esto da a conocer que en esas épocas principios del siglo XX las mujeres carecían de derechos. La tradición férrea y los convencionalismos sociales impiden una relación de cariño entre las que comparten su misma sangre, mientras que aquellas que han sido unidas por la magia de la cocina desarrollan un compromiso y una solidaridad que trascienden los lazos familiares.

Podemos observar como Tita nos representa como mujer latinoamericana en proceso de liberación, ella cuestiona la estructura social y las formas culturales que mantienen oprimidas a las mujeres; plantea porque es necesario seguir roles rígidos que impiden su capacidad de realizarse, de expresar sus emociones y deseos.

Por otro lado podemos observar la actitud de Mamá Elena que al morir su esposo, ha instaurado un matriarcado en forma de dominio y despotismo. Es una mujer autoritaria, manda y dispone. Su amor frustrado desembocó en ella como una adulta amargada, cruel y castrante que carece de ternura o compasión. La tradición encarnada en Mamá Elena es una energía negativa que ahoga, mutila y culpa, una fuerza que anula el espíritu y la individualidad, que produce una terrible angustia en quien, como Tita, se plantea la rebelión ante esos patrones culturales. La madre transfiere y perpetúa en la hija su propia frustración, negando la posibilidad de su realización personal tal y como le sucedió a ella misma. Sólo

Gertrudis se arriesga a romper con la tradición impuesta, haciéndose

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